Detenidos el 25-S denuncian a la Policía por torturas y vejaciones
Aseguran que fueron agredidos injustificadamente por los agentes, que estuvieron esposados durante ocho horas y que les negaron el derecho a ir al servicio o beber agua en los más de dos días que e
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26 de los 35 detenidos en la movilización del 25-S, en la que se produjeron varias cargas y algunos agentes actuaron con virulencia contra los manifestantes, han interpuesto este jueves una denuncia conjunta contra la Policía Nacional a propósito de los malos tratos a los que, a su juicio, fueron sometidos en comisaría. La denuncia se ha presentado a mediodía en los juzgados de la Plaza de Castilla de Madrid.
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De esta forma se materializará en los juzgados la voluntad de los detenidos que, tras quedar en libertad con cargos, aseguraron que exigirían responsabilidades por las condiciones de sus detenciones.
Eric Sanz de Bremond, uno de los abogados que asiste a los encausados, ha asegurado a Público que la actuación de la Policía en aquellas detenciones podría ser constitutiva de los delitos de tortura, vulneración de la integridad moral y de los derechos individuales de los detenidos.
Este letrado denuncia que los detenidos fueron agredidos durante los dos días que permanecieron privados de libertad en los calabozos de la comisaría de Moratalaz, donde se les obligó a permanecer de pie durante horas y, en ocasiones, se les negó el derecho a ir al servicio o beber agua. También señala que algunos agentes iban encapuchados en comisaría y que a los retenidos no se les proporcionaron mantas para taparse. Los mismos afectados dieron cuenta al quedar en libertad de las condiciones de confinamiento a las que habían sido sometidos durante su detención.
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"El trato ha sido pésimo: hemos estado esposados ocho horas, sin que nos dieran agua y sin dejarnos ir al baño", aseguró en aquel momento Roberto Muñoz, uno de los detenidos, al ser preguntado por Público. Muñoz señaló además que había sido golpeado injustificadamente en la cabeza y en las piernas durante su arresto. Otros de los retenidos, Miguel Quinteiros, de 72 años, que salió de los juzgados con el brazo vendado y en cabestrillo, también censuró el trato recibido: "Hemos sufrido una humillación tras otra", relató.
Los abogados que defienden a los detenidos, algunos de ellos participantes de la comisión de Legal que surgió de la acampada del 15-M, mantienen que los arrestos fueron "ilegales". Señalan que los agentes aprovecharon la confusión generada por las cargas policiales para detener a cualquier manifestante que estuviera allí. de hecho, en el atestado, la Policía les imputó a todos de manera genérica los delitos de atentado, lesiones, resistencia, desobediencia y desórdenes.