Grecia recorta pensiones, anuncia despidos y sube más los impuestos
Manda al paro temporalmente a 30.000 funcionarios este año y a otros 90.000 hasta el año 2015
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El Gobierno griego reescribe el plan de ajustes aprobado en junio pasado, imponiendo nuevos y aún más duros recortes, que afectan especialmente a las pensiones y los salarios de los empleados públicos, al tiempo que se da otra vuelta de tuerca en los impuestos. Después de un maratoniano Consejo de Ministros de siete horas, el primer ministro, Yorgos Papandreu, y el ministro de Finanzas, Evángelos Venizelos, anunciaron el nuevo ajuste a través de un comunicado lacónico.
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Con estas medidas, los funcionarios jubilados verán mermar sus pensiones. Las que superen los 1.200 euros sufrirán un recorte del 20% en la cantidad que exceda dicha cifra (esto es, si son 1.500 euros, el tijeretazo se aplica sobre esos 300 euros de diferencia). Mayor es el recorte para las pensiones de los antiguos empleados públicos que se retiraron antes de los 55 años. En este caso, el recorte será del 40% sobre las cantidades que superen los 1.000 euros. Las rebajas se aplicarán a partir del 1 de noviembre.
Además, en octubre se pone en marcha un nuevo sistema de remuneraciones común para todos los empleados públicos, que supondrá recortes salariales de entre un 20% y un 25%, aunque todavía no se ha concretado oficialmente.
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El tercer ajuste en el sector público afecta al empleo: hasta finales de 2011, unos 30.000 empleados serán despedidos temporalmente, una situación conocida en Grecia como en reserva y que sería similar a los ERE temporales en España. Otros 90.000 funcionarios se sumarán a esta situación hasta el 2015. En el tiempo de despido temporal cobrarán un 60% de su último salario durante un período de 12 meses, durante el cual no pueden trabajar en otros empleos. Al final de ese tiempo, un 10% de ellos recuperarán su antigua ocupación, mientras que los demás perderán su empleo.
Junto a ello, se acelera el plan de privatizaciones, con el que se espera ingresar unos 5.000 millones en 2011 y 50.000 hasta finales de 2015. La liberalización de las profesiones y la reestructuración de los organismos estatales se incluyen en este paquete.
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Además, aumenta la presión fiscal sobre los ciudadanos griegos. El Gobierno de Papandreu ha rebajado nuevamente el mínimo exento del IRPF de 8.000 a 5.000 (ya en junio se bajó desde los 12.000), lo que supondrá un aumento de impuestos de unos 700 euros anuales por contribuyente. Los cambios también inciden sobre la nueva tasa sobre posesiones inmobiliarias (y que se pagará con el recibo de la luz). Inicialmente se anunció que su aplicación sería sólo para los años 2011 y 2012, pero ahora se prolonga su vigencia hasta 2014. Aunque muchos expertos consideran que la eficiencia de esta medida es dudosa, el Ejecutivo heleno calcula que aportará una considerable ayuda a las arcas estatales. Pero la empresa estatal de suministro eléctrico (Deí) ha informado que durante los últimos días ha recibido muchas solicitudes de corte de suministro por parte de propietarios, que pretenden evitar este impuesto para sus casas rurales.
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Antes de la celebración del Consejo de Ministros, el titular de Finanzas compareció en el Parlamento, donde justificó el endurecimiento del ajuste en tono dramático y angustioso. "Me temo que algunos diputados de la oposición no se han dado cuenta del punto al que ha llegado el país, cuáles son los riesgos que enfrentamos, qué es lo que tenemos que gestionar. Grecia se encuentra en una situación extremadamente difícil debido a un descarrilamiento fiscal absoluto. El país tiene una deuda que no es comparable a la de ningún otro de la eurozona, no puede cubrir sus necesidades y por eso se refugió hace 15 meses en el apoyo institucional de sus socios internacionales. Para recuperar, hemos de imponer un plan de ajustes duro, con muchos sacrificios especialmente por parte de los jovenes", fue el discurso de Venizelos, que el sábado se reúne en Washington con la llamada troika (la Comisión Europea, el BCE y el FMI), para desbloquear el tramo de ayuda a Atenas de 8.000 millones.
Contra las medidas que suponen miles de despidos y los recortes dramáticos de salarios y pensiones, la Confederación de Funcionarios Públicos (Adedý) y la Confederación de Trabajadores de Grecia (Gseé) han convocado sendas huelgas generales para los días 5 y 19 de octubre. Estos paros se suman a la huelga de 24 horas de hoy en los medios de transporte, que puede paralizar Atenas. A la movilización se suman los taxistas, los profesores y los controladores aéreos.
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El conservador Nueva Democracia, el principal partido de la oposición, criticó ayer "el tsunami de medidas injustas e intolerables, resultado de una política errónea", mientras que el partido comunista KKE animó a la población a resistir contra estas medidas y el partido de izquierdas Sýriza dijo que el Gobierno "arrasa el país con la política catastrófica".