A partir de enero de 2010, el legado del poeta Juan Ramón Jiménez que se encuentra en el archivo de la Universidad de Puerto Rico, llegará a la red. Esta digitalización costará 145.000 euros, que pagarán entre la Consejería de Cultura de la Junta de Andalucía, la Residencia de Estudiantes y la Diputación Provincial de Huelva. Es el final feliz a un proyecto largamente exigido. En siete y ocho meses, la digitalización quedará completada.

'Por fin han aparecido las personas interesadas en llevar a cabo este proceso y lo hemos puesto en marcha. Así podremos salvaguardar la obra, porque en Puerto Rico hay muchos huracanes y aquello podría destruirse', comentó la sobrina nieta del poeta, Carmen Hernández-Pinzón.

Pero, aunque a priori esta digitalización no parezca demasiado cara cada documento sale a un euro hay otros legados que no tienen tanta suerte. Los investigadores señalan que hace falta más apoyo institucional y, sobre todo, una voluntad de los herederos, que son los propietarios de los derechos de autor. Y como apunta el profesor de Literatura Española del siglo XX en la UNED, Julio Neira, 'quedan casos en los que hay que convencer a la familia para que toque el archivo. Sin embargo, su deber moral es que esos legados sean accesibles para todos los investigadores porque tener cerrados los archivos es matar una obra. Además, su patrimonio no es exclusivo'.

Especialmente sangrante es la situación en la que se encuentra buena parte de la obra de los autores de la Generación del 27. Aurora Luque, directora del centro que estudia a estos poetas manifiesta que 'no hay nada completo de estos autores. Hay partes digitalizadas, pero no todas'. Luque confirma a su vez, sin dar nombres, que hay herederos que ya no poseen los derechos de autor porque la obra ha pasado a dominio público que no dejan hacer nada. 'Sin embargo, creo que es un proceso imparable', apostilla.

El investigador Joaquín Llansó también pide un mayor empuje por parte de las instituciones. Como ejemplo señala el Archivo que hay de Juan Ramón en Madrid para el que todavía no hay proyecto de digitalización. Según confirmó Alicia Gómez Navarro, directora de la Residencia de Estudiantes, 'éste debe ser llevado a cabo por el Ministerio de Cultura'.

La obra juanramoniana en red no tendrá un acceso público. Sólo estará abierta a los investigadores. La familia y los expertos ven bien que sea así. 'Cuando esté en dominio público, todo el mundo podrá acceder a ella', asegura Carmen Hernández-Pinzón. Para Alicia Gómez Navarro 'primero tienen que trabajar los filólogos porque la obra de Juan Ramón es muy compleja. Su letra es difícil de descifrar'.

Lo mismo ocurre en otros archivos que poco a poco comienzan a llegar a la red. La Residencia de Estudiantes lleva un tiempo digitalizando el Colegio de México, donde se encuentra la obra de autores como Alfonso Reyes. 'Las nuevas tecnologías nos van a ayudar a preservar las obras porque el papel del siglo XX es bastante efímero. Tiene mucha acidez. Y desde luego, la Residencia está muy interesada en que no se pierda la memoria colectiva', manifestó Alicia Gómez Navarro.

Aurora Luque también recordó el trabajo del Centro 27 en el archivo de Giner de los Ríos. Ahora, tras el impulso dado a Juan Ramón Jiménez , pueden ser muchos más los legados que ya circulen por la red. Eso sí, Luque avisa: 'Es tan vasta la obra del siglo XX que tardará años'.