Este artículo se publicó hace 5 años.
Negociaciones para la investiduraLa investidura de Sánchez pone en peligro la noche de Reyes para diputados canarios, catalanes, gallegos o vascos
Los parlamentarios tendrían incluso dificultades para volver a sus casas por falta de aviones y trenes.
Servimedia
Madrid-
La investidura de Pedro Sánchez como presidente del Gobierno puede impedir a decenas de diputados celebrar la noche de Reyes Magos en casa con sus familias si el PSOE consuma su intención de celebrarlo los días 2, 3 y 5 de enero, como pretenden sus dirigentes.
Este calendario supone que la investidura de Pedro Sánchez tendría lugar en el Congreso de los Diputados pocas horas antes de la Noche de Reyes y casi al mismo tiempo que se celebran en toda España las tradicionales cabalgatas con las que decenas de miles de familias con niños reciben a los reyes de Oriente, que llegan cargados de regalos para repartir la madrugada del 6 de enero.
El precedente de 2016, cuando Mariano Rajoy fue investido en segunda votación un sábado casi a las 20 horas, permiter prever que los 350 diputados que deben decidir si Pedro Sánchez sigue en La Moncloa se perderían esas cabalgatas con sus hijos y en algunos casos podrían no llegar a tiempo a sus casas para abrir los regalos.
La situación más complicada es para los diputados más alejados de Madrid, especialmente los canarios, baleares, gallegos, vascos y catalanes; así como otros con peor comunicación por transporte para regresar a sus ciudades de origen en domingo y en una jornada tan señalada como la del 5 de enero.
Los de Canarias, por ejemplo, disponen de un vuelvo Madrid-Tenerife Norte a las 20.55, con el que llegarían a las 22.45. Los residentes en otras islas tendrían que buscar el modo de proseguir a continuación el viaje a sus casas. Más complicado aún sería para los de Baleares, ya que el último vuelvo Madrid-Palma de Mallorca está programado para las 21.45 con llegada a las 23.05.
Algunos de los diputados afectados por esta circunstancia han declarado a Servimedia que disponen de reserva en estos vuelos ante la posibilidad de que la presidenta del Congreso, Meritxell Batet, convoque el Pleno de investidura para los días 2, 3 y 5 de enero pero aseguran que sería "difícil" llegar a tiempo al aeropuerto teniendo en cuenta que el centro de Madrid estará colapsado por la cabalgata de Reyes que culmina en la Plaza de Cibeles, muy cerca precisamente de la Cámara Baja.
Los diputados vascos disponen de un vuelvo Madrid-Bilbao que despega a las 19.45, por lo que necesitarían que el debate terminase sobre la hora de comer. Parecida es la situación para los parlamentarios catalanes, que cuentan con un AVE Madrid Atocha-Sants Barcelona que sale a las 19 horas y llega a la ciudad condal a las 21.30.
Los diputados gallegos tienen algo más de margen, pues disponen de un vuelo Madrid-Santiago de Compostela a las 22.10 horas, con llegada a las 23.20, con el que llegarían junto a sus familias mucho después de la cabalgatas.
Los inconvenientes por la culminación de la investidura el 5 de enero va más allá de los diputados que deben votar en el Congreso, pues afecta también a más de 600 trabajadores de las Cortes Generales que tendrían que movilizarse y estar disponibles en esa jornada. Entre ellos, están agentes de la Policía Nacional, ujieres, letrados, taquígrafas, camareros y personal administrativo.
48 horas después
En 2016, la última votación de investidura se produjo casi a las 20 horas porque la Constitución establece en el artículo 99.3 que segunda debe tener lugar "cuarenta y ocho horas después de la anterior" y en ese caso bastará con la mayoría simple de un voto a favor más que en contra, en vez de mayoría absoluta.
Más de 600 trabajadores de las Cortes Generales tendrían que movilizarse y estar disponibles en esa jornada
Aquella votación de Rajoy se retrasó hasta última hora de la tarde porque la presidenta del Congreso, Ana Pastor, convocó el debate en una jornada y media. Dedicó el primer día sólo al discurso del candidato y la segunda íntegramente a los representantes de los siete grupos parlamentarios, que disfrutaron de tres turnos de treinta, quince y cinco minutos. La tercera jornada de aquella investidura, celebrada en la tarde del 29 de octubre, arrancó a las 18.30 horas con una breve intervención de 15 minutos del entonces líder del PP. Para abreviar al máximo el debate, después se concedió un turno de cinco minutos a cada portavoz, lo que agilizó la sesión y facilitió iniciar la votación a las 19.53 horas.
En esta ocasión, el debate será más largo porque en vez de haber siete grupos parlamentarios hay diez, lo que aumenta los turnos de intervención casi un 50% y dispara el tiempo necesario porque el candidato a la investidura tiene derecho a a responderles sin límite del reloj. Por lo tanto, en vez de diez horas podrían hacer falta alrededor de catorce, además de la hora inicial que el aspirante suele emplear para esbozar su programa de gobierno.
Para facilitar el regreso a sus hogares de las señorías, la presidente del Congreso tendría que convocar el Pleno de investidura para el jueves 2 de enero a las 12 del mediodía, como suele ser habitual, y comenzar la respuesta de los grupos justo después de comer. Tendría que alargar la primera sesión hasta al menos la medianoche y al día siguiente comenzar a las nueve de la mañana que el debate pudiera concluir sobre las 15 horas con la votación que exige mayoría absoluta. Al decaer, la segunda votación tendría que celebrarse aproximadamente a la misma hora del domingo, de manera que en el mejor de los casos Sánchez fuera investido por mayoría absoluta alrededor de las tres de la tarde del 5 de enero. Así, los diputados tendrían tiempo muy ajustado para emprender el éxodo parlamentario a sus casas mientras el líder del PSOE regresa a La Moncloa para un mandato de cuatro años.
Investidura casi asegurada
Las negociaciones para la investidura de Sánchez han dado en las últimas horas un gran paso hacia adelante para conseguir que pueda tener lugar esta misma semana. Ayer cerró un principio de acuerdo con ERC, hoy firma por escrito sus pactos con PNV y Unidas Podemos, y además EH Bildu ha anunciado su disposición a abstenerse para facilitar que el líder socialista siga en La Moncloa.
De este modo, Sánchez tiene garantizados al menos 161 votos a favor para su investidura y 18 abstenciones. A priori necesitaría seis escaños más para que salga adelante con mayoría simple en una segunda votación de investidura, o que haya más partidos que se abstengan, dado que en primera votación está descartada la elección porque requiere mayoría absoluta de 176.
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