'This England', una serie tardía, desactualizada y amable con Boris Johnson
Movistar Plus+ estrena este lunes la serie británica centrada en Boris Johnson y la gestión de los primeros meses de la pandemia.
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'This England', de Michael Winterbottom para Sky Original, es una serie que atesora la singularidad de haber nacido desactualizada. Corrieron tanto a la hora de plasmar en pantalla la primera ola de la Covid en Reino Unido y la política británica ha ido tan rápido en los últimos meses, que cuando han querido estrenar ha sido ya demasiado tarde. Dos primeros ministros y varias crisis políticas después de lo que se recoge en el guion, este lunes se estrena en España a través de Movistar Plus+. A favor tiene su tono 'shakespeariano' y alguna que otra pincela.
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Allá por 2019, cuando se presentó Vota Juan, Diego San José argumentaba así por qué había optado por la ficción y despegarse de la realidad política: "Primero, iba a envejecer muy rápido. Segundo, creo que la hacíamos más pequeña porque hay programas de actualidad semanal que ya responden a eso. Tercero, estábamos convencidos de que la política real iba a seguir goteando situaciones tan esperpénticas que nos iba a ganar". Todo eso que en su día tuvo en cuenta San José al escribir la historia de Juan Carrasco (Javier Cámara) no lo tuvieron presente Michael Winterbottom y Kieron Quirke cuando plantearon 'This England'. Y eso ha propiciado que su serie no termine de funcionar porque el espectador ya sabe que lo más interesante, lo que se ha sabido después, no lo verá. Haberle colocado el aviso antes de comenzar de que "esta es una ficción basada en hechos reales" no convence.
Lo que aborda (o intenta abordar) 'This England' es la llegada al 10 de Downing Street de Boris Johnson (Kenneth Branagh) tras la salida de Theresa May y cómo su Gobierno hizo frente a la primera ola del coronavirus. Lo primero lo zanja con un repaso sucinto en el que no entra en detalles más allá de insistir en mostrar la euforia del protagonista por haberse convertido en el primer ministro que hizo efectivo el Brexit tras muchos retrasos. Una sucesión de imágenes de archivo, datos, nombres, fechas… y Wuhan. Winterbottom y Quirke ponen el foco en lo que sucedió durante aquellos primeros meses de pandemia y en cómo el gabinete de Johnson hizo lo que pudo o le dijeron que debía hacer frente a la crisis.
Para plasmarlo la serie apuesta por una fórmula que entremezcla imágenes reales de lo sucedido con recreaciones. En cada episodio de los dos vistos antes del estreno se alternan escenas de los telediarios de cómo el virus se extendía de Wuhan al mundo, con especial interés por Italia, con las reuniones de los distintos expertos intentando acertar con la respuesta. Entre unas y otras, las de la vida familiar de Boris Johnson. A sus creadores les interesan especialmente los desayunos, comidas y cenas del entonces primer ministro con su novia, Carrie Symonds (Ophelia Lovibond). Eso y su empeño por acabar a tiempo un libro sobre William Shakespeare. Y es que el dramaturgo británico está muy presente en esta serie. El título sale de una obra suya, el tono que se le da a la narración bebe mucho de sus obras y Johnson lo menciona en varias ocasiones.
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Esa escena hacia el final del primer episodio con una tormenta tras la ventana en mitad de la campiña británica con Johnson pensativo mientras habla de la tempestad es tan poco sutil como 'shakespeariana'. Porque lo que está por venir, se sabe, es una verdadera tempestad. Con toda Europa mirando a lo que sucedía en Italia, en Reino Unido el Ejecutivo de Johnson se resistía a decretar el confinamiento. Se hizo, pero más tarde. Lo que plantea la serie, y de ahí las consideraciones de algunas críticas británicas, es que en principio no hubo mala intención ni incompetencia por parte de quien gobernaba entonces. Se reflejan los bandazos, la incertidumbre, la inseguridad ante un virus desconocido contra el que nadie sabía cómo actuar. Algo que no sucedió solo en Reino Unido. Pasó en todos lados. Hubo que improvisar y actuar guiándose por lo que marcaba la ciencia en cada momento que, a su vez, iba descubriendo día a día la dinámica y el comportamiento de un virus sin unas reglas establecidas a las que atenerse para contenerlo.
El problema con el que tropieza 'This England' es que se queda a medio camino sin llegar a definirse en lo que quiere ser. ¿Es el retrato de lo ocurrido en la primera ola y por eso abruma al espectador con escenas de gente intubada y ahogándose? ¿O es la historia de un primer ministro que va a ser padre de nuevo y está tan desbordado por la pandemia como cualquier otro ciudadano? Kenneth Branagh se afana por ser fiel a Johnson y lo consigue solo a medias. No resulta sencillo abstraerse de todo ese maquillaje y prótesis que lleva encima mientras el guion se empeña en hacer hincapié en el lado más humano del líder y en sus problemas familiares. Son varias las escenas de Johnson llamando a sus hijos mayores por teléfono y hablando con el contestador.
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Además de esos vaivenes emocionales y cambios de ritmo, tampoco ayuda a seguir la acción la batería de nombres, porcentajes e información, por mucho rótulo que acompañe la imagen. Pero, más allá de todo lo que no termina de funcionar y del empeño que le pone Branagh, destacan las interpretaciones de Ophelia Lovibond como su embarazada novia y Simon Paisley Day y Andrew Buchan como los defenestrados Dominic Cummings y Matt Hancock. El primero, asesor del primer ministro e ideólogo del Brexit, dimitió en noviembre de 2020. El segundo, secretario de Salud, hizo lo propio tras el escándalo de un vídeo que mostraba cómo se había saltado las normas de distanciamiento social que él mismo había impuesto.
Si se aborda eso o no en 'This England' o solo una parte lo sabrán quienes lleguen hasta el sexto episodio. Lo que no está, porque se supo después, es todo el escándalo del 'partygate'. Lo cual no solo deja desactualizada la serie, si no con la sensación de que lo más importante/jugoso no se ha contado y que, de haberlo hecho, la imagen que se ofrece de Johnson y su gabinete habría sido distinta: la del escándalo y el imponer unas normas a la población que ellos violaron en repetidas ocasiones. La solución elegida para incluirlo es la más sencilla y menos costosa para la producción, pero la menos eficaz. Por otro lado, rodarla de nuevo no habría sido operativo, como tampoco guardarla en un cajón.
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Fuentes: Movistar Plus+