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El BCE advierte de que los riesgos de la banca en la sombra pueden intensificarse en los próximos meses

La entidad considera que los intermediarios financieros no bancarios, que manejan 31 billones de euros en activos, han permanecido en gran medida sin regulación y se ha permitido que los riesgos crezcan en gran medida sin control.

El logo del BCE frente al edificio donde tiene su sede en Fráncfort. REUTERS/Heiko Becker
El logo del BCE frente al edificio donde tiene su sede en Fráncfort. Heiko Becker / REUTERS

Los llamados bancos en la sombra (como los fondos de inversión y de pensiones, las empresas de seguros y otros intermediarios financieros) están creciendo rápidamente en toda la zona del euro y representan un riesgo cada vez mayor para todo el sistema financiero, lo que exige ser más estricto a la hora de tratar con este tipo de entidades, dijo el supervisor del Banco Central Europeo, Andrea Enria, en un discurso pronunciado en Fráncfort.

"Los riesgos entre los intermediarios financieros no bancarios podrían intensificarse en los próximos meses a medida que la política monetaria continúe su esfuerzo por devolver la inflación a su objetivo", dijo Enria el martes, argumentando que los riesgos se han acumulado "profundamente".

Estas instituciones a menudo enfrentan una regulación y supervisión prudencial mucho más ligera que la de los bancos, mientras juegan un papel cada vez más importante en el financiamiento de la economía real y en la gestión de los ahorros de los hogares y empresas de la zona del euro, según  subrayó el italiano en su discurso.

De tal modo, el crecimiento de la banca en la sombra en la Eurozona se aceleró tras la crisis financiera mundial, duplicándose desde 2008, al pasar de 15 billones de euros a 31 billones de euros, mientras que la cuota de crédito concedido por estas instituciones no bancarias a las empresas pasó del 15% en 2008 al 26% a finales del año pasado.

Así, el apalancamiento ha aumentado considerablemente entre los bancos en la sombra, existe un gran desajuste en la duración de sus activos y pasivos, y hay pruebas de una preparación insuficiente para hacer frente a una gran demanda de liquidez, advirtió Enria.

La preocupación es que los bancos en la sombra han permanecido en gran medida sin regulación y se ha permitido que los riesgos crezcan en gran medida sin control, advirtió Enria. Pero los bancos en la sombra están estrechamente relacionados con el sector bancario, más regulado, por lo que las tensiones allí podrían extenderse a los bancos más tradicionales, lo que obligaría a los bancos a gestionar activamente el riesgo de los clientes.

"La financiación de las entidades no bancarias es posiblemente uno de los canales de contagio más significativos desde la perspectiva del riesgo sistémico, dado que las entidades no bancarias mantienen sus reservas de liquidez principalmente como depósitos en los bancos e interactúan en los mercados de repos con los bancos", afirmó Enria.

Los bancos en la sombra también suelen tratar con un pequeño grupo de bancos de importancia sistémica, por lo que sus tensiones probablemente afectarían a algunos de los principales bancos europeos.

Aunque lo ideal sería una nueva regulación, lleva tiempo negociarla y aplicarla, lo que deja a los bancos vulnerables a corto plazo.

Así que, por ahora, la salvaguarda más importante es que los bancos sean conscientes de los riesgos y los gestionen activamente cuando traten con bancos en la sombra, dijo Enria. "El mensaje clave es que esperamos que las entidades vayan más allá del mero cumplimiento de los requisitos normativos a la hora de diseñar sus planteamientos", afirmó Enria.

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