La Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) ha acordado levantar la prohibición de posiciones cortas sobre acciones de Liberbank con efecto desde mañana, 21 de noviembre.

La prohibición llevaba en vigor desde medidados de junio, con el objela tivo de evitar un "efecto domino" en otras entidades financieras españolas tras resolución de Banco Popular y consiguiente venta a Santander.

Este martes comienzan a cotizar las nuevas acciones de la entidad procedentes de la ampliación de capital, por lo que se completa el aumento, razón por la cual el supervisor ha decidido poner fin al veto.

La entidad, producto de la fusión de varias cajas de ahorros (Cajastur, Caja de Extremadura, Caja Castilla-La Mancha y Caja Cantabria), se encuentra inmersa en un profundo plan de saneamiento para reducir su tasa de morosidad con la venta de activos problemáticos. La operación se completará este martes, cuando las nuevas acciones procedentes de la ampliación de capital de 499 millones de euros que lanzó la entidad el pasado mes de octubre comiencen a cotizar.

La entidad consiguió cubrir prácticamente la totalidad del aumento de capital, que recibió una demanda 7,9 veces superior a la oferta, durante el periodo de suscripción preferente, que tuvo lugar entre el 27 de octubre y el 10 de noviembre. La ampliación se ha realizado a un precio de 0,25 euros por acción, lo que implicaba un descuento del 66% sobre el precio de cotización del pasado 24 de octubre (cuando se lanzó la operación) y una rebaja del 38,25% si se descontaba el valor teórico del derecho de suscripción preferente.

Cinco meses y medio de prohibición

Liberbank reconoció en octubre que la prohibición temporal de las ventas a corto decretada por el regulador estaba impactando positivamente en su cotización. La capitalización de la entidad se sitúa actualmente en unos 400,23 millones.

Las operaciones de ventas en corto sobre acciones de la entidad se prohibieron el pasado 12 de junio por el plazo de un mes con el objetivo de poner freno a los "fuertes descensos" y la "alta volatilidad" que estaban experimentando los títulos del banco tras la resolución de Popular, que tuvo lugar cinco días antes, en un contexto en el que no había "informaciones negativas difundidas por la entidad ni pendientes de difundir" que justificaran los profundos retrocesos.

Esta decisión fue prorrogada el pasado 12 de julio por dos meses más, y de nuevo el 12 de septiembre, debido a "circunstancias concurrentes", particularmente el anuncio hecho por la entidad una semana antes de convocar una junta extraordinaria de accionistas para aprobar una ampliación de capital de 500 millones de euros, anuncio que motivó profundas caídas en las últimas sesiones bursátiles anteriores.