En ninguna parte del documento aparece citada la palabra Extremadura. Pero tampoco hacía falta.
Ha transcurrido más de un año de lo que la dirección federal de Izquierda llamó siempre 'traición' de su franquicia extremeña. Más de un año desde que los tres diputados regionales otorgaran, con su abstención, el Gobierno de la Junta al PP. Una decisión que causó un profundo escozor en Madrid porque, primero, cuestionaba la autoridad de Cayo Lara, y segundo, significaba desobedecer una directriz adoptada por los estamentos federales y bien clara: no dejar jamás paso a un Ejecutivo del PP si estaba en las manos de IU evitarlo.
El desafío se consumó sin que el equipo de Lara pudiera frenar el motín, pese a que invocó incansablemente que los estatutos aprobados en la IX Asamblea Federal (2008) confieren el poder de la política de alianzas a los órganos federales, y no a las federaciones autonómicas. Nada sirvió, como tampoco valieron las amenazas de sanción, por cierto nunca cumplidas.
En 2011, el Consejo Regional determinó la abstención en la investidura de José Antonio Monago
El gravísimo choque de trenes interno explica, en buena medida, las incorporaciones que la dirección federal ha introducido al borrador de nuevos estatutos que deberá discutir la X Asamblea Federal, convocada para los días 14, 15 y 16 de diciembre de este año, y que hoy sábado debatirá el Consejo Político. La cúpula ha cambiado la redacción del documento para reforzar los poderes de los órganos federales y dificultar que se reedite una rebelión interna de ese calibre. Y no se cita a Extremadura, pero tampoco hacía falta.
El proyecto de nuevos estatutos, un documento de 48 páginas al que ha tenido acceso Público [descargar aquí], en su artículo 7. A) 3, atribuye esta competencia a la dirección federal: 'La aprobación, concreción y dirección de la política de alianzas, en la medida en que su naturaleza, dirección o contenido programático afecten a la coherencia del proyecto federal'. Exactamente igual a la redacción de 2008, pero ahora se añade esta coletilla sustancial: 'Por mayoría cualificada, el Consejo Político Federal [CPF, el máximo órgano de IU entre asambleas] podrá dejar sin efectos aquellos acuerdos de otras instancias de IU que contradigan lo aquí expresado'.
La cúpula subraya que la nueva redacción no surge 'como respuesta' al caso extremeño
Basta hacer memoria. El 19 de junio de 2011, el Consejo Político Regional de la federación extremeña decidió, por un 59,6%, votar abstención en la sesión de investidura, en correspondencia con la opción de las bases, lo que significaba concederle las llaves de la Junta al conservador José Antonio Monago. El coordinador autonómico, Pedro Escobar, había defendido la tesis contraria, que había que darle el poder al socialista Guillermo Fernández Vara, pero en cuanto habló el órgano de dirección regional, asumió la decisión y se convirtió en su más ferviente defensor. Hasta el punto de que se ha resistido a todas las presiones llegadas desde Madrid y de las ofertas del PSOE. Y hasta hoy. No sin jirones internos, claro, ya que Escobar afronta el próximo mes su propia asamblea regional con una candidatura rival, la de Margarita González-Jubete.
En resumidas cuentas, de haber estado en vigor el nuevo formato de los estatutos, la dirección federal podría haber disuelto como un azucarillo la decisión del Consejo Político extremeño y haber impuesto con más facilidad su propia alternativa. Con todo, no podría remover un último e importante obstáculo: quienes al final votan en una Cámara son los diputados, y a ellos IU no puede retirar el acta.
IU enfatiza que debe proyectar un discurso 'coherente' en todo el Estado
Fuentes del entorno de Lara consultadas por este diario comprendían que se relacionase el borrador con el vodevil extremeño, pero insistían en que la nueva redacción de los estatutos no se hace 'como respuesta' a lo que sucedió hace un año, sino por la convicción que ha ido cundiendo en los últimos años de que IU debe articular un discurso 'coherente' y 'único' en todo el Estado respecto a las grandes cuestiones, caso de la crisis, para no ver cómo escapa su 'credibilidad' por el sumidero. De hecho, uno de los éxitos que más celebra la cúpula es que IU sonó en las últimas convocatorias electorales con una única voz. 'La dirección federal pesaba poco en los últimos años, y nos hemos dado cuenta de que debe tener sus competencias. No se trata de recentralizar, ni de asaltar las competencias autonómicas –explica a Público un miembro de la ejecutiva–. Pero respeto al principio de federalidad no quiere decir tener reinos de taifas. Los acuerdos federales deben tomarse en serio, las federaciones han de implicarse en las campañas'. La advertencia, en cualquier caso, no iría sólo dirigida a Extremadura, sino a otras federaciones díscolas como Madrid, una de las más reacias a la intervención federal... y una de las más más fracturadas internamente.
Otras áreas del documento ayudan a reforzar la preeminencia del mando federal. Por ejemplo, en casos de conflicto entre Olimpo –la sede federal– y las federaciones, se preserva la posibilidad de que se cree una comisión mixta de las partes para que limen sus diferencias, pero ahora se añade que si no diera tiempo a constituirla, cualquiera de los dos bandos enfrentados puede recurrir directamente a la Comisión Federal de Garantías para requerirle que emita un dictamen vinculante en un plazo inferior a 15 días. Asimismo, se lleva a los estatutos un cambio interno desarrollado en los últimos años: el control de los censos. La llamada Unidad de Afiliación y Recaudación (UAR) dependerá del Consejo Federal, con lo que se evita la tradicional guerra de afiliados que presidía anteriores asambleas.
El 70% de los 180 miembros del Consejo, y no el 50%, será elegidos por la Asamblea Federal
Se incluye un cambio que, de aprobarse, afectará al próximo cónclave. Hasta ahora, los 180 miembros del Consejo Político Federal eran elegidos por dos vías: el 50% de ellos era designado en la respectiva asamblea federal y el otro 50% era nombrado por las federaciones. Con el nuevo texto, se alteran los porcentajes: el 70% saldrá del congreso y el 30% de los territorios. La mutación no es inocua, ya que los componentes del Consejo aupados por la asamblea son los que, reunidos allí mismo, nombran al líder, al coordinador federal, que deberá ser ratificado en las semanas siguientes con el CPF ya conformado al 100%.
El orden también cambia. Las federaciones podían programar sus asambleas antes o después del cónclave federal (antes lo habrán hecho ya, en este ciclo, Asturias, Extremadura o Madrid). Si prospera ese punto del documento, ya no será así: deberán ubicarlas 'en los diez meses posteriores a la celebración de la asamblea federal'.
Los nuevos estatutos suponen, pues, un pequeño viraje en el statu quo de IU, ya que confieren más poder y margen de maniobra a Olimpo. Pero el equilibrio puede variar en el curso de la X Asamblea, donde se comprobará hasta qué punto están dispuestos a ceder Madrid y las federaciones en pos de un nuevo 'pacto federal'. De cualquier modo, el texto no dibuja grandísimos cambios internos. Habrá que ver cuánto se da la vuelta la letra y el espíritu del borrador en diciembre.
-Cayo Lara se dirigirá a la Fiscalía para que se investigue el fraude fiscal
El texto introduce otras modificaciones de los estatutos, aunque menores:
1. La militancia en los partidos // En IU pueden integrarse colectivos, asociaciones, federaciones, corrientes de opinión... y partidos políticos. De hecho, hoy están dentro el PCE, el Colectivo de Unidad de Trabajadores (CUT) –la formación del líder jornalero Juan Manuel Sánchez Gordillo–, Izquierda Republicana e Izquierda Abierta (la fuerza creada por Gaspar Llamazares). Una de las proclamas de los gasparistas es que cualquiera podía afiliarse a IAb sin pasar por la ventanilla de IU si así lo deseaba. Los nuevos estatutos de IU, si salen aprobado en sus términos el borrador en la X Asamblea, cortan esa libertad. En el artículo 12, se subraya que los militantes de los partidos que forman parte de IU 'tienen el derecho y el deber de afiliarse a la organización correspondiente de IU'. Una orden que luego remata el artículo 36, en el que se expresa que las organizaciones que se sumen a la federación deben delegar a esta varias competencias, y entre ellas, 'la obligación para toda su afiliación de militar en IU'. Algunos miembros gasparistas sentenciaban ayer viernes que este era un artículo 'anti-Izquierda Abierta', ya que supone robar 'soberanía' a las formaciones que se insertan en la estructura de IU.
2. Flexibilización de las condiciones para repetir mandato // Los cargos políticos y los cargos públicos de IU pueden permanecer en su puesto ocho años. Pueden optar a un tercer mandato si así lo decide el 60% del órgano de dirección correspondiente. El borrador de nuevos estatutos agrega que podrán optar a mandatos sucesivos si recaban el 75% de apoyo interno.
3. Mayor paridad // El texto incide en la necesidad de que IU dé más poder a las mujeres. Por ello, incide, por ejemplo, en que las candidaturas deberán estar compuestas, al menos, por un 40% de féminas, por lo que el Consejo Político 'procurará que al menos la mitad de las circunscripciones electorales estén encabezadas' por ellas. Sin embargo, no se imponen sanciones si se vulnera la norma. Misma redacción, pues, que en 2008. Sí se modifica en cambio la composición de los órganos de dirección. ¿Cómo? El Consejo se compone en principio de 180 miembros, pero si su composición no resultara paritaria, se añadirán tantas mujeres como fueran necesarias para garantizar la paridad. Lo mismo ocurrirá con el escalón de mando inferior, la Presidencia Federal, de la que forman parte unas 60 personas.
4. Primarias // Como ya sucedía en el documento político que debatirá la asamblea, este tema queda abierto. Por lo pronto, se mantiene en el borrador la redacción vigente: que cuando hay más de una candidatura en liza, se va a primarias, y que estas se regularán reglamentariamente. Nada se dice, por tanto, de que en ellas puedan participar simpatizantes o votantes, en la línea del Partido Socialista francés.
5. Ezker Anitza, no Ezker Batua // Se consagra en los estatutos que la marca en Euskadi es ya Ezker Anitza, que lidera Mikel Arana, y no Ezker Batua, por lo que se oficializa una vez más la ruptura con el grupo de Javier Madrazo.
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