Un circuito con curvas financieras

La historia de Motorland, el nuevo circuito de velocidad de Aragón, ilustra cuál fue el estribillo hasta que la crisis aplastó los sueños de grandeza: hagamos un macroproyecto que ya vendrán las carreteras para llegar, los hoteles para alojarse y los turistas para gastar. El problema, aquí, reside en que ese macroproyectoMotorland o la Ciudad del Motor, 89,5 millones oficialmente gastados se encuentra en Alcañiz. Y Alcañiz es un municipio turolense unido a Zaragoza por 110 kilómetros de carretera nacional con tramos que aún no ha desdoblado el Gobierno central. O sea, que para desembocar en la cabeza de comarca del Bajo Aragón hay que cruzar varios pueblos.

Señalado como uno de los proyectos estrella del PAR (Partido Aragonés) y apoyado por su socio mayoritario en el Gobierno de Aragón, el PSOE, Motorland no ha sido ajeno al debate de los sobrecostes. Pero cuál es exactamente ese desfase parece difícil de responder: en febrero de 2010, su consejero delegado dijo ante las Cortes que las obras del circuito adjudicado en 43,5 millones y el parking y los boxes, no presupuestados en origen, habían costado 55,8 millones. Pero el lío de cifras en que se enfrascó fue tal, que resulta aventurado pronunciarse. De ese lío da cuenta la transcripción provisional de la comparecencia, facilitada ayer por Chunta Aragonesista (CHA). "Hemos hecho infinidad de preguntas que quedaron sin respuesta", dice el diputado de CHA Chesus Yuste.

Mientras la empresa gestora del recinto Ciudad del Motor de Aragón SA accedía a enviar a Público la escueta cifra de inversión aplicada (89.531.000 euros) y de inversión restante prevista (10 millones), un portavoz del PAR en el Ejecutivo aragonés hacía el siguiente anuncio, tras la petición de conocer el presupuesto detallado: la información financiera no se facilita a los medios de comunicación. En 2009, la empresa computó pérdidas por 2,8 millones. Según su balance abreviado anual, el personal de alta dirección un solo empleado percibió 119.975 euros.

Participada por el Gobierno de Aragón, la Diputación de Teruel y el Ayuntamiento de Alcañiz, Motorland sí remitió a este diario el resumen de un estudio de la Cámara de Comercio de Teruel que cifra en 28,4 millones el impacto económico de la semana de MotoGP celebrada en septiembre de 2010. Ayer, un periodista deportivo que cubrió aquellas pruebas contaba cómo algunos de sus colegas tuvieron que alojarse en la provincia de Castellón por falta de plazas.

Además del circuito, el proyecto incluye un parque tecnológico formado hoy por tres empresas y 42 empleados, según Motorland. La tercera pata será una zona de ocio diseñada por el arquitecto Norman Foster.