El que fuera exvicepresidente de los gobiernos de Felipe González, Alfonso Guerra, ha dicho que no comparte la salida del rey emérito Juan Carlos I y ha declarado que "no puede pasar a la historia en las páginas de sucesos" aunque sus excesos estén saliendo ahora a la luz.

Guerra ha asegurado que esa es una opinión personal que no compromete al resto de firmantes del manifiesto de este martes con otras 74 personas, donde defienden la inocencia de don Juan Carlos y su papel histórico.

En declaraciones a la Ser, Guerra ha dicho que en España a una persona se la condena en el momento en que es acusada y que la presunción de inocencia "ha desaparecido para todo el mundo".

Reconoce que los presuntos delitos son reprobables

Respecto de los presuntos delitos cometidos por el rey emérito, ha reconocido que son importantes y reprobables, pero que lo tienen que decidir los jueces y "no se puede hacer una especie de cacería del monarca y de la misma monarquía".

Tras hacer un repaso de su reinado, Guerra ha concluido que Juan Carlos "no puede pasar a la historia en las páginas de sucesos por mucha importancia que tengan los excesos de los que se está hablando ahora".

A su juicio, cuando se ataca al rey "se está intentando atacar a la Constitución y al sistema" y ha abogado por que "las derechas" condenen el golpe militar contra la República y "la izquierda" deje de "autoengañarse con la idealización" de la II República, para normalizar la democracia.

"Hoy en día, plantear una república es puramente teórica"

Guerra ha considerado que "hoy día" plantear una república es "puramente teórica" ya que conlleva una reforma constitucional y ha dudado de que haya "elementos para hacer una Constitución con lo que se está viendo en el Parlamento y en los parlamentos" autonómicos.

En su opinión, los ataques que se hacen a la monarquía no son para reforzar la democracia, sino para atacar el sistema que la Constitución establece, "con unos valores estrictamente republicanos".

En cuanto a la forma de salir de España del rey emérito, ha reconocido que no debió hacerlo como lo ha hecho, ni "obligar al rey en activo a quitarle capacidades, sacándolo de donde vive y del país. Está hecho mal, aunque esté hecho "con la intención de fortalecer a la institución" porque "creo que la debilita".