Al menos 47 personas han muerto y otras 640 han resultado heridas por la explosión registrada en una fábrica de pesticidas en el este de China, según las autoridades locales de Yancheng, en la provincia de Jiangsu. 

Las labores de rescate siguen en curso mientras se investiga las causas de la explosión, que tuvo lugar el jueves y no ha sido controlado hasta las 15.00 (hora local) de este viernes. Los heridos, entre los que se encuentran 32 en estado crítico y otros 58 que revisten gravedad, han sido trasladados a 16 hospitales de la zona.  De acuerdo a la prensa local, entre los heridos figuran niños de una guardería situada cerca del parque industrial donde se han producido los hechos.

La explosión fue tan fuerte que derribó los edificios de las fábricas cercanas y destrozó las ventanas de las casas circundantes, mientras que provocó un pequeño terremoto de 2,2 grados de magnitud. Los trabajadores quedaron atrapados después de que algunos edificios se derrumbasen a causa de la onda expansiva y, según los equipos de rescate, hasta el momento han sido rescatadas de la zona al menos 88 personas.

Testigos citados por la agencia de noticias china Xinhua indicaron que habían visto a "muchos trabajadores saliendo de la fábrica a la carrera y cubiertos de sangre". Las imágenes de vídeo y las fotografías publicadas por los medios estatales han mostrado un incendio y ventanas rotas en los edificios cercanos. El fuego se habría extendido a varias fábricas aledañas a la fábrica de pesticidas, que pertenece a la compañía química Tianjiayi. Uno de los vídeos publicados muestra cómo la fábrica, o un edificio colindante, salta por los aires, mientras que decenas de personas que estaban en los alrededores escapan ensangrentadas.

La agencia de protección ambiental de Jiangsu ha indicado en un comunicado que la estación de supervisión medioambiental de la zona no ha registrado concentraciones de tolueno, xileno y benceno fuera de lo común. Según publicó este jueves el diario hongkonés South China Morning Post, la empresa propietaria de la planta donde se originó el incendio había recibido seis sanciones administrativas por vulnerar la legislación de gestión de residuos, impacto ambiental y contaminación del aire.

El presidente de China, Xi Jinping, ha exigido este viernes una operación completa de rescate e investigación sobre la explosión. Además, ha señalado que China debe tomar más precauciones para protegerse contra accidentes industriales, concretamente en sectores peligrosos como el de la producción química. Los accidentes son frecuentes en el sector industrial chino, en el que, pese a nuevas iniciativas, las normativas continúan siendo laxas.

El pasado 28 de noviembre al menos 22 personas murieron y otras 22 resultaron heridas en una explosión ocurrida cerca de una planta química en la ciudad de Zhangjiakou, a un centenar de kilómetros al noroeste de Pekín. En 2015, la ciudad norteña de Tianjin fue protagonista de uno de los incidentes más trágicos de los últimos años, en el que perecieron al menos 170 personas tras una explosión en una terminal de contenedores del puerto de la urbe.