El ex primer ministro italiano y líder del partido Forza Italia, Silvio Berlusconi, ha sido absuelto de los cargos de corrupción por el caso conocido como Ruby. Un escándalo desatado a raíz de celebraciones de fiestas privadas en la que supuestamente se ofrecían relaciones sexuales con prostitutas menores de edad.

El Tribunal de Milán (norte) trataba de esclarecer si sobornó a los testigos, sobre todo a mujeres, para que no revelaran lo ocurrido en sus polémicas fiestas celebradas en el año 2010. El pasado mes de mayo, la Fiscalía reclamó seis años de cárcel para el político y la incautación de 10,8 millones de euros.

En el juicio realizado este miércoles, la Fiscalía milanesa sostenía que el líder conservador pagaba miles de euros al mes a muchas mujeres que acudían a sus fiestas en su mansión al norte de Italia, en Arcore y en su entonces residencia en el centro de Roma, el Palacio Grazioni.

Finalmente, el juez ha declarado que no hay indicios suficientes para declarar culpables a los acusados. La Fiscalía ha lamentado esta decisión: "Hemos trabajado con la gran convicción y las pruebas que, desde nuestra perspectiva, no acarreaban duda alguna sobre los hechos de corrupción denunciados. Seguimos convencidos de que ha habido perjurio y corrupción", ha aseverado el fiscal Tiziano Siciliano tras conocer la sentencia.

De esta investigación inicial han surgido otros juicios como el Ruby Ter, en alusión a Karima El Mahroug con quien el político mantuvo relaciones sexuales cuando ella aún era menor de edad. De aquellas "cenas elegantes", como las denominó Berlusconi, surgió un juicio por los delitos de abuso de poder e incitación a la prostitución de menores en el que llegó a ser condenado a siete años e inhabilitado, pero finalmente fue absuelto en 2015 por el Supremo.

Otro proceso es el llamado Ruby Bis, donde fueron condenados de cinco a siete años el exdirector de informativos Emilio Defe, el representante de artistas Lele Mora y la actriz Nicole Minetti por ser quienes mandaban y elegían a las chicas.

Berlusconi ya no está en la primera línea política, sobre todo por su edad y sus problemas de salud, aunque ha conseguido volver al Senado. Su partido, Forza Italia, forma parte de la coalición de derechas que actualmente gobierna Italia, presidida por Giorgia Meloni.