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Burkini en Francia Cierran una piscina en París tras la protesta de un grupo de mujeres contra la prohibición del 'burkini'

"Nuestros cuerpos nos pertenecen, los cubrimos o los descubrimos por razones que nos conciernen a nosotras”, aseguraban las activistas, musulmanas y feministas, en un comunicado conjunto durante la protesta.

Una mujer con 'burkini', en la playa.- REUTERS

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"¡Nos bañaremos, nos bañaremos! Incluso si los racistas no quieren, nos bañaremos!" Esos eran los cánticos que sorprendieron el pasado domingo a los bañistas de una piscina del distrito 11 de París, que ha cerrado sus instalaciones después de que un grupo de mujeres musulmanas y feministas desafiara la prohibición del polémico burkini.

Según relata Le Figaro, 15 mujeres entraron en la piscina con una pancarta en la que podía leerse el lema "nadando para todos, detengan la islamofobia”. En el grupo había varias mujeres musulmanas con esta prenda, pero también varias activistas feministas que las acompañaron bañándose en bikini y algunos hombres. Todas juntas se lanzaron al agua para protestar contra la norma que, amparándose en motivos higiénicos y de seguridad, prohíbe el uso de esta prenda que sólo deja al descubierto la cara, las manos y los pies de las mujeres musulmanas.

En declaraciones recogidas por la agencias AFP, una de las activistas musulmanas, de 27 años, señalaba que su objetivo era "acceder a la piscina como mujeres musulmanas que usan el velo" y ponía sobre la mesa su libre "elección de usarlo y poder disfrutar de nuestro tiempo libre sin ser molestados por las regulaciones discriminatorias”.

"Nuestros cuerpos nos pertenecen, los cubrimos o los descubrimos por razones que nos conciernen a nosotras”, aseguraban las activistas en un comunicado conjunto. 

Una reivindicación constante

Los socorristas de la piscina intervinieron en la performance antes de la llegada de la policía, que la disolvió sin enfrentamientos después de media hora de protesta.

Sin embargo, acciones como esta se suceden cada verano en Francia. La última ocurrió en la ciudad de Grenoble el pasado junio y provocó reacciones a nivel nacional junio había provocado una controversia nacional.

El primer ministro francés, Édouard Philippe, aseguró entonces que las reglas de las piscinas públicas debían respetarse y que "ninguna creencia religiosa" debería ser tenía en cuenta para derogarlas.  

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