—Los talibanes vinieron y empezaron a golpearme. Gritaban: '¡Nada de plantaciones o te meteremos preso!'
—¿Así de repente?
—También lo anunciaron en las mezquitas. Nuestro imán leyó una carta de los talibanes, en la que amenazaban con castigos corporales a quienes cultivaran amapolas para opio. ¿Qué iba a hacer? Mi padre es viejo y débil. Me aconsejó: 'Hijo, no plantes, o te golpearán de nuevo!' Cogí un palo y lo destruí todo, hasta la última planta.
Plantó amapolas y aprendió a contar
Ebrahim, que fue golpeado por los talibanes, es del pueblo de Taj Gultan, en el distrito de Chaharbolak de la provincia de Balkh, en Afganistán. No sabe cuántos años tiene. Calcula que está cerca de los cincuenta porque su pelo ha comenzado a ponerse cano. Dejó la escuela en sexto curso porque su padre le dijo que se dedicara al pastoreo de ovejas. Hoy apenas sabe leer. Su casa fue destruida durante la guerra, y se mudó a un barrio vecino. Su tío se fue a Irán dejando un campo de cuatro jeribs —8.000 metros cuadrados—. Ebrahim plantó adormideras —amapolas de opio— y aprendió a contar.
—Las cultivamos durante dos años; incluso en el primer año del Emirato Islámico de Afganistán [nombre oficial del país desde que los talibanes tomaron el poder en 2021]. Los comerciantes pagaban en efectivo; vendíamos cada kilo por 12.000 afganis. Cuando coseché la mitad del campo, gané 1,2 millones de afganis. Pude comer y saldar mis deudas.
—¿Y luego?
—Todo terminó. Vinieron los talibanes y destruyeron los campos. Un completo abuso de poder —protesta Ebrahim—. Es un gobierno de tiranos. No les importa nadie: ni las mujeres, ni los niños, ni los ancianos. ¿Qué se supone que vamos a comer? Solo piensan en el poder. Deberían decirnos qué cultivar. ¿Trigo? ¿Maíz? ¿Quizás soja verde?
—¿Por qué no?
—Un mayorista paga 250 afganis [3,60 dólares] por un seer [unos siete kilogramos] de trigo. Pero desde que se introdujo la prohibición, un kilo de opio cuesta 60.000 afganis, quizás incluso más. ¿Ves la diferencia?
Por qué los talibanes no quieren opio
Afganistán ha sido el principal productor de opio del mundo durante más de tres décadas. Se trata de una sustancia que se obtiene de la savia seca que se extrae del fruto de la amapola de opio cuando aún no está maduro. Esa savia —que es un látex— contiene la morfina psicoactiva a partir de la cual se produce la heroína.
En 2022 los talibanes prohibieron el cultivo de la adormidera o amapola de opio
El opio impulsa la economía y crea empleos —se estima que hasta medio millón de ciudadanos trabajaban en este sector—. Permite a los más pobres sobrevivir en un país devastado y en crisis. Hoy en día, casi toda la heroína que circula por Europa se produce en Afganistán, aunque los talibanes prohibieron por completo el cultivo de adormidera en 2022.
Según el análisis de imágenes satelitales de cultivos realizado por la Oficina de Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC, por sus siglas en inglés), debido a la prohibición, la superfície de tierra dedicada al cultivo de la adormidera disminuyó hasta en un 95% en todas las provincias excepto en Badakhshan.
Si la producción de opio representa el 15% del PIB de Afganistán, ¿por qué los talibanes decidieron prohibirlo? "Podemos verlo de esta forma: si logran detener el cultivo de opio, tendrán algo que ofrecer a la comunidad internacional. Debemos recordar que el gobierno talibán no tiene apoyo de casi ningún país del mundo", dice Alexandre Nobajas, coautor del informe de la UNODC. La nueva ley está frenando la entrada de dólares y afectando a miles de agricultores. La prohibición podría conducir a una gran crisis humanitaria, ya que el gobierno no les está proporcionando ninguna alternativa.
Antes de que los talibanes anunciaran la prohibición, cada hectárea de cultivo de adormidera generaba unos ingresos anuales de 10.000 dólares, más del triple que el salario anual medio. En el primer año de la prohibición, los agricultores afganos perdieron alrededor de 1.250 millones de dólares. Como resultado, según la UNODC, "unos 15,3 millones de afganos sufrieron inseguridad alimentaria aguda entre mayo y octubre de 2023, de los cuales 3,4 millones requirieron ayuda humanitaria continua para evitar niveles de hambre catastróficos".
España prefiere la cocaína y la anfetamina
¿Qué tiene que ver la producción de opio en Afganistán con la amenaza del fentanilo en Europa? "Más de lo que te puedes imaginar", asegura David Pere Martínez Oró, psicólogo social y autor del informe 'Fentanilo en España: evidencias, percepciones y realidades'. En su extenso análisis, examina los factores que podrían incidir en la presencia de la droga zombi en las ciudades españolas.
—Asegura que 'la rentabilidad del fentanilo lo convierte en un candidato ideal para llenar el vacío dejado por la heroína afgana' —le comento al investigador.
—Reemplazar una sustancia por otra, de manera temporal o permanente, es un fenómeno constante en este negocio. Primero fue el opio, reemplazado por la morfina, y luego la morfina fue sustituida por la heroína. La heroína fue reemplazada en el siglo XX con el descubrimiento de opiáceos más fuertes por parte de los laboratorios Bayer. Y después, la crisis de opiáceos en EEUU también ha implicado sustituciones: aparecieron drogas opioides que han ocupado el lugar de la heroína, y luego el fentanilo. La tercera etapa comenzó en 2019, y ahora se observa la sustitución gradual del fentanilo por nitazenos y xilacina, aún más potentes.
"Los médicos españoles recetan numerosos opioides legales; no somos un mercado tan atractivo para los opioides sintéticos"
—¿Está de acuerdo en que la sustitución de la heroína por el fentanilo en Europa estaría completamente en línea con la historia de los narcóticos? ¿Es por eso que asumió que, si no había heroína en el mercado europeo, el fentanilo ocuparía inevitablemente su lugar?"
—Sí. Pero la hipótesis solo aplica a España, y rápidamente la refuto. Aquí se consume principalmente cocaína y anfetamina. En un país de 45 millones de personas, solo tenemos 60.000 adictos a la heroína o los opioides. La red de atención para adictos es de alto nivel y detectaría el fentanilo rápidamente; a juzgar por el número de sobredosis, en España no está presente a día de hoy. Además, los médicos españoles recetan numerosos opioides legales. Cualquiera que lo desee puede ir a ver a un médico. No somos un mercado tan atractivo para los opioides sintéticos como los países bálticos o Rumanía. Una amenaza mayor son la metanfetamina o la heroína afgana: pueden causar graves daños, incluso sobredosis fatales, pero en ningún caso provocarán una crisis de salud pública.
La heroína impedirá la entrada del fentanilo
—En tu análisis, retrocedes al año 2000, cuando los talibanes también intentaron regular el mercado del opio. ¿Por qué?
—Esa prohibición resultó en una cosecha de solo 185 toneladas de opio en 2001. Algunos investigadores creen que esa prohibición provocó la sustitución de la heroína por el fentanilo en Estonia, porque la ruta del Norte, a través de la cual llegaba la heroína al país, colapsó. Pero otros investigadores sostienen que el fentanilo ya había aparecido en los países bálticos en los años 90, proveniente de las reservas de las tropas soviéticas. El hecho es que, a pesar de esa prohibición, la heroína siguió llegando a los mercados europeos a través de la ruta de los Balcanes. Por eso sostengo que, mientras haya heroína en los mercados europeos, no habrá demanda de fentanilo.
"Incluso si la producción no alcanza los niveles previos a la prohibición, será suficiente para abastecer a Europa"
—¿Pero qué pasa si los talibanes continúan con la prohibición del opio?
—Desde el punto de vista europeo, vemos que los talibanes predicanel Islam más fundamentalista. Por eso están luchando contra el opio. Pero Afganistán es un país con una gran diversidad territorial, lleno de valles remotos y áreas inaccesibles. Además, es multiétnico, se hablan cuarenta idiomas y cada grupo étnico tiene sus propios intereses, incluso en lo que respecta al opio. La crisis económica, la trágica situación humanitaria, el hambre, los altos precios del opio, la corrupción y, sobre todo, las divisiones tribales e ideológicas internas entre los talibanes, hacen que la prohibición sea insostenible. Ya se está debilitando y creo que desaparecerá en muchas, si no en todas, las provincias. Es inevitable que la producción se reactive, y así, la heroína seguirá llegando a Europa. Incluso si la producción no alcanza los niveles previos a la prohibición, será suficiente para abastecer a Europa. Cualquier escasez afectará primero a Asia y África, donde los precios al por mayor de la heroína son mucho más bajos que en nuestro continente.
La opinión del investigador español confirma el argumento esgrimido por Hans-Jakob Schindler, director de la organización Counter Extremism. En su opinión, la prohibición de los talibanes es un intento de maximizar los beneficios mientras adormecen a la comunidad internacional con una falsa sensación de seguridad. En 2021, un kilo de opio seco costaba una media de 63 dólares, mientras que un año después de la prohibición costaba 408 dólares, y a principios de 2024 superaba ya los 1.200 dólares.
"Un comerciante que conozco guardaba el opio almacenado y no lo enviaba al extranjero. Hoy lo vende a un precio varias veces superior. Hay muchos como él en Afganistán. Mucha gente sigue cultivándolo en secreto en lugares remotos", dice Ebrahim. "El opio no tiene fecha de caducidad. Cuanto más tiempo se almacene, mejor; puede conservarse hasta veinte años".
El Observatorio Europeo de las Drogas y las Toxicomanías (OEDT) calcula que el tiempo que transcurre entre la cosecha del opio y la aparición de la heroína en los mercados europeos es de al menos dos años. Por lo tanto, hoy en día se consume en Europa la heroína de la última cosecha antes de la introducción de la prohibición, y posiblemente incluso de temporadas anteriores. Por ello, Martínez Oró afirma que las reservas en Afganistán no se agotarán antes de octubre de 2025, y que incluso podrían durar hasta junio de 2028.
"Afganistán se está asfixiando sin el opio"
"Todo el mundo tiene algo ahorrado para los días de lluvia. Yo también", explica Mohammad. "Estoy esperando a que suban los precios para vender. El año pasado vendí un kilo porque tenía graves problemas económicos". Mohammad es un agricultor del distrito de Sholgara, en la provincia de Balkh. Para él, Afganistán es sólo guerra, huida y pobreza. Según dice, no ha tenido ni un solo día feliz en su vida.
—¿Cómo podríamos escapar? Mi esposa y yo no tenemos ni siquiera un documento de identidad. Nunca hemos visto un pasaporte de cerca. No sé ni cómo es un documento así.
—Pero otros sí han escapado, ¿verdad?
—Sí. Después de la prohibición de los talibanes, muchos vendieron sus tierras y se fueron. A la ciudad o a Irán. Los que quedan intentan plantar otras cosas, como asafétida [una planta aromática también conocida como 'estiércol del diablo']. Pero tarda años en madurar y no es tan rentable.
—¿Cómo sobreviven?
—La gente sigue cultivando opio y lo vende, pero en secreto. Los comerciantes lo compran y lo llevan en secreto al extranjero. Es arriesgado porque los talibanes tienen espías entre nuestros vecinos. Uno de mis amigos, Nasrat, tenía un campo escondido. Los talibanes le atraparon, le pegaron y destruyeron sus cultivos. Lleva un año en prisión. Esto tiene que cambiar. Sin opio no hay trabajo, no hay dinero, no hay nada. Afganistán se está asfixiando sin el opio.
Un terreno fértil para las organizaciones criminales
Alexandre Nobajas, coordinador del informe de la UNODC sobre el cultivo de opio en Afganistán, es prudente al estimar las reservas de opio del país. Considera que son "significativas", pero difíciles de calcular. También es complicado verificar la información sobre almacenes externos en las tres principales rutas de tránsito de heroína hacia Europa.
Las dos rutas que siguen activas están controladas por las mafias turcas
La ruta del Norte, que atraviesa Asia central hacia Rusia y luego hacia Europa, parece congelada actualmente debido a la guerra en Ucrania. Las otras dos, la ruta del Cáucaso y la ruta de los Balcanes, están en gran medida controladas por la mafia turca. Así, la heroína termina en los países balcánicos y luego la distribuyen las mafias locales por toda Europa. Turquía juega un papel clave en esta red. Según el criminólogo Mahmut Cengiz, especialista en la mafia turca, la transformación del país bajo el liderazgo de Recep Erdogan en un Estado autoritario y una cleptocracia ha creado un "terreno fértil para las organizaciones criminales".
A principios de siglo, las bandas turcas dominaban el mercado de la heroína en Europa. Hoy en día están involucrados también en el comercio de éxtasis y captagon en el golfo Pérsico, así como en el de la metanfetamina en Asia.
Debido a la connivencia de las autoridades, y al despido de 40.000 policías —incluso de equipos antidroga al completo— después del fallido golpe de Estado de 2016, varios altos cargos del Gobierno turco obtienen ingresos secundarios del tráfico de drogas. Un ejemplo notable fue el caso de Erkam Yildirim, hijo del ex primer ministro Binali Yildirim, que estuvo involucrado en la importación de cocaína desde Venezuela.
Las mafias turca y albanesa acogen al cártel de Sinaloa
Turquía se ha convertido en un refugio seguro para el cártel de Sinaloa, que, gracias a las bandas locales, puede abastecer de cocaína a Europa. En los últimos años, varias incautaciones importantes se han realizado en barcos que navegaban bajo bandera turca o que se dirigían a puertos turcos.
Los mexicanos traen la mercancía y entrenan a los cocineros turcos. A cambio, obtienen una ruta relativamente segura y nuevas oportunidades de negocio, como el tráfico de inmigrantes VIP desde el Cáucaso y Asia central a Estados Unidos. Pero, sobre todo, se benefician del blanqueo de dinero.
El doctor Cengiz sostiene que estas conexiones permiten al cártel "expandir sus operaciones". "La cooperación con los grupos turcos abre rutas y métodos alternativos para llegar a los mercados europeos. Ayuda al cártel a eludir el cumplimiento de la ley y también a maximizar sus ganancias", asegura el criminólogo turco.
12 conclusiones sobre el fentanilo
Hablando con David Pere Martínez Oró, me pregunto cómo resumir mi investigación. Las conclusiones son a menudo contradictorias y frecuentemente se basan en suposiciones. Pero puedo extraer 12.
1. El envío de pastillas M30 de México a Europa por parte de la mafia balcánica, que fue lo que dio inició a mi investigación, podría haber sido, como lo describe el doctor Robert Bunker, un "globo sonda". Una táctica para probar nuevas rutas y mercados.
2. Las brutales luchas internas en el cártel de Sinaloa podrían dividir la organización y afectar a las exportaciones de droga a otros continentes. Pero también podrían fortalecer al cártel de Jalisco, que recientemente incluso ha tenido presencia en España.
3. Europa es un mercado ideal para la cocaína de América Latina. Los envíos de fentanilo podrían interrumpir el alto volumen de venta de cocaína.
4. Los cárteles mexicanos ya están exportando conocimiento técnico y personal a Europa. Ya han establecido laboratorios de metanfetamina en el continente, por lo que podrían construir también laboratorios de fentanilo, pero, según muchos expertos, no a una escala masiva.
5. El doctor Robert Bunker cree que la amenaza del fentanilo para Europa es "probablemente inevitable a largo plazo". Según su opinión, el fentanilo aparecerá cada vez con mayor frecuencia en los envíos de los cárteles mexicanos, y luego en "laboratorios establecidos más cerca de Europa, como en África o en la propia Europa".
6. Pero, por ahora, los traficantes chinos prefieren vender precursores de fentanilo a los cárteles mexicanos para abastecer al todavía receptivo mercado estadounidense. Sin embargo, también hay que observar qué hacen otros productores, como India y Pakistán.
7. Las mafias de los Balcanes, involucradas en la venta al por menor de estupefacientes en Europa, podrían vender fentanilo, pero normalmente lo hacen como subcontratas de otras organizaciones, como, por ejemplo, la 'Ndrangheta calabresa.
8. Si los talibanes logran mantener la prohibición de la producción de opio, la escasez de heroína abrirá un mercado para el fentanilo en Europa.
9. La heroína está actualmente en el mercado; sus ventas están controladas por la mafia turca, que no está especialmente abierta a nuevos negocios a pesar de su cooperación con el cártel de Sinaloa en otros ámbitos. Por otro lado, es poco probable que los mexicanos interfieran en los intereses comerciales de los turcos y albaneses.
10. Entonces, ¿qué pasará si no hay más heroína? Según muchos de mis entrevistados, es muy probable que las organizaciones criminales se interesen en los mercados europeos de opioides.
11. El ejemplo de Estonia demuestra que el fentanilo lleva décadas circulando por Europa. Esto provocó una crisis de salud pública en el país báltico.
12. Los datos de Estonia y EEUU muestran que si los narcos quieren mezclar heroína con una sustancia que aumente su acción analgésica, es más probable que recurran a los nitazenos y la xilacina que al fentanilo.
La era de los nitazenos podría durar mucho tiempo
Estas 12 conclusiones llevan al investigador David Pere Martínez Oró a argumentar que "la era del fentanilo ha llegado a su fin". Los datos del Aviso de Alerta Temprana de la UNODC —un proyecto lanzado en 2013 para analizar y notificar nuevas sustancias psicoactivas a nivel global— confirman esta tendencia: en 2017 se reportaron 47 variantes de fentanilo en todo el mundo; en 2022, 56; y el año pasado, solo 16.
"El declive se debe al proceso de vigilancia internacional y a la prohibición del uso del fentanilo y sus precursores en China", subraya el investigador español. "El problema es que la escasez de fentanilo en los mercados globales ha contribuido al aumento de la popularidad de los nitazenos".
Los nitazenos son opioides mucho más potentes que la heroína o incluso que el fentanilo. El metonitazeno es 50 veces más potente que la heroína, mientras que el etonitazeno es 500 veces más potente que la heroína y 10 veces más potente que el fentanilo.
El primer reporte de nitazenos por parte de la UNODC data de 2019; cinco años después ya existían 14 derivados. Esta tendencia se da especialmente en Europa, donde desde el comienzo de la pandemia el número de nitazenos reportados cada año ha superado a las variantes de fentanilo detectadas.
En los países bálticos los nitazenos ya están causando estragos. El año pasado, el 48% de las muertes relacionadas con drogas en Estonia y el 29% en Letonia tenían que ver con los nitazenos. La presencia de nuevos opioides también se ha reportado en Suecia, Eslovenia, Bélgica, Alemania y el Reino Unido. También se detectaron nitazenos en las autopsias de 101 personas que murieron por sobredosis entre junio de 2023 y febrero de 2024 en Reino Unido. La Agencia Nacional Británica contra el Crimen informó de que en la mayoría de casos se trataba de pastillas falsificadas de alprazolam mezcladas con nitazenos.
David Pere Martínez Oró: "La era de los nitazenos podría durar mucho tiempo, ya que sus precursores se usan ampliamente de forma legal. Además, en muchos casos, no están prohibidos en China. También pueden ser más atractivos para las bandas europeas, ya que no requieren un proceso de síntesis complejo como el del fentanilo".
"¿Por qué iban a renunciar a hacer negocio con los niños ricos europeos?"
"Estamos jugando al fútbol con una granada", dice Pierre Lapaque, un expolicía francés, director regional en la UNODC durante muchos años y actualmente primer vicepresidente de la Junta Internacional de Fiscalización de Estupefacientes (INCB, por sus siglas en inglés). Nos resulta difícil concertar una reunión. Primero, está de vacaciones con sus cinco nietos. Luego, uno de ellos se pone enfermo. Y después es mi hijo quien enferma.
Así que, cuando finalmente logramos reunirnos, también hablamos de los niños. Le pregunto de pasada: "¿Qué podemos hacer para protegerlos?". Lapaque: "No sé cuándo ni cuán grave será, pero sé que no hay forma de evitarlo. Mi rol como padre, abuelo, expolicía y miembro de la INCB es pulsar el botón de alarma".
—¿Por qué?
—¿Por qué no? Cómo no va a ser nuestra función si cada mes aparecen nuevas drogas sintéticas en el mercado. ¿Por qué querrían los cárteles renunciar a diversificar sus ingresos? Si puedes producir nuevos opiáceos en la cocina de cualquier casa, ¿por qué no iban a enviar productos químicos a Europa? ¿Por qué iban los cárteles a renunciar a hacer negocio con los niños ricos europeos? ¿Por qué un gánster de los Balcanes o un mafioso italiano rechazaría una propuesta de negocios de los mexicanos? ¿Por qué un trabajador de un laboratorio chino no robaría un kilogramo de precursores y lo enviaría al mercado negro? Si ningún gobierno en el mundo puede controlar todo el correo y todos los envíos, ¿cómo va a conseguirlo Europa? Si el control de fronteras nunca ha funcionado al 100% en ningún lugar, ya sea para el contrabando de patatas o de narcóticos, ¿por qué iba a funcionar en el Viejo Continente? Al fin y al cabo, si todo esto es posible: nuevas rutas, nuevos productos y nuevos clientes. Y Europa es el segundo mayor productor de precursores químicos, ¿cómo vamos a evitar tener que pulsar el botón de alarma?
"No es una guerra perdida"
"Tenemos que vigilar a la generación más joven. Esa es la tarea principal. Después de todo, la gente como yo no toma drogas. Soy demasiado mayor para eso. ¿Tienes 25 o, quizás, 30 años? Está bien, toma si quieres, es tu vida. Dos miligramos pueden matarte. ¿Cómo puedes estar seguro de que tu vendedor es lo suficientemente bueno como para darte menos de dos miligramos si compras una pastilla de fentanilo en el mercado negro? Yo no arriesgaría mi vida de esa manera. ¿Quieres matarte? No tengo forma de evitar que consumas drogas. Es asunto tuyo. Diviértete", explica Lapaque.
"Pero si eres más joven, es mi trabajo como padre y abuelo, y nuestro trabajo como sociedad en su conjunto, cuidarte y darte las herramientas para evitar que vayas por ese callejón sin salida. ¿Ves que a tu hijo no le va bien en el colegio? ¿Pasa demasiado tiempo en casa? O, por el contrario, ¿evita estar en casa y cuando regresa está deprimido? Esas son las alertas naranjas que necesitamos ver lo antes posible a muchos niveles: el familiar, el escolar y el social. Antes de que se conviertan en alertas rojas".
"No me oirás decir que es una guerra perdida. Sin embargo, debemos ser conscientes de que esto va a ocurrir. Y tenemos que luchar juntos: a nivel de la Unión Europea, de los Estados miembro, de la sociedad civil, y de las familias. Si nos preparamos para lo peor, podremos reducir el riesgo. No podemos centrarnos solo en el trabajo de los cuerpos y fuerzas de seguridad. Todo el entorno es responsable: los padres, los profesores, los médicos y los políticos que crean leyes y políticas antidroga".
"Estamos preparados, pero de manera insuficiente, y las señales de alarma ya están sonando"
"No creo que en Europa no estemos preparados. Lo estamos, pero de manera insuficiente. Trabajo con muchas entidades antidroga y expertos médicos. Ellos saben que esto va a suceder. Son pocos los que lo niegan. Cuando me reúno con representantes gubernamentales les digo que deben estar preparados para gestionar el riesgo. No digo que vaya a morir todo el mundo, pero les repito que no pueden ignorar las señales de alarma. Ya están sonando".
"El fentanilo es como jugar a la ruleta rusa. Hay una bala en el tambor de la pistola. Aún no se ha disparado. Pero mañana, o quizás pasado mañana, tendremos nitazenos en Europa. Y estamos hablando de que unos pocos microgramos ya son mucho más letales. En un mes, o quizás un año, se inventarán sustancias aún más fuertes. Y eso ya es como jugar a la ruleta rusa con una pistola con el cargador lleno".
Este reportaje en primera persona del reportero Szymon Opryszek es la cuarta y última parte de una investigación en cuatro entregas. La primera se puede leer aquí; la segunda, aquí; y la tercera, aquí.
La investigación ha sido realizada por el medio polaco OKO.press y se publicó originalmente aquí. La publicación de la investigación contó con el apoyo de Journalismfund Europe.
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