La ONG española Proactiva Open Arms, que socorre a los inmigrantes que cruzan el Mediterráneo central rumbo a Europa, denunció este jueves que los guardacostas de Libia les amenazaron con "disparar a matar" si no entregaban a las personas salvadas.

El presidente de la organización humanitaria, Óscar Camps, denunció esta situación en Twitter, que se produjo presuntamente en aguas internacionales, a 73 millas de la costa libia (unos 117 km), después de rescatar de forma "crítica" a 117 personas en alta mar.

Camps alertó de que los guardacostas libios amenazaran a su nave, con bandera española, "con disparar a matar si no les entregamos las mujeres y los niños rescatados".

Los mensajes de la organización iban acompañados de imágenes en las que se veían a inmigrantes en el agua provistos de chalecos salvavidas y una nave patrullera presumiblemente de las autoridades libias muy cerca de la embarcación de Proactiva.

Finalmente la ONG señaló que salvó a las personas que viajaban en la patera: "Hemos aguantado la presión y conseguido subir todas las personas rescatadas a bordo. Llevamos 218 personas a bordo pero seguimos bajo la amenaza de guardacostas libios", informaron.

Camps informó de que los médicos de a bordo tratan a los inmigrantes que presentan un cuadro clínico más grave y apuntó que "la amenaza libia sigue ahí a nuestro lado".

Señaló que "Europa paga demasiado dinero" a los guardacostas libios como para que actúen así, en alusión a los acuerdos entablados entre Italia y la Unión Europea con las autoridades de Libia para que estas controlen sus costas y reduzcan el flujo de inmigrantes.

De acuerdo con las cifras del Ministerio del Interior, desde el 1 de enero hasta este jueves han llegado a Italia 5.945 inmigrantes, de los que 4.183 procedieron de las descontroladas costas de Libia, un Estado fallido y fragmentado a raíz del derrocamiento del dictador Muamar El Gadafi y la posterior guerra, iniciada en 2011.

Este nivel de llegadas a puertos italianos es un 62,50% inferior al registrado en el mismo periodo del año pasado, cuando llegaron 15.852 inmigrantes, 15.239 desde Libia, donde las ONG denuncian que muchos quedan atrapados en un auténtico infierno de violencia.