El ultimátum lanzado por Israel para evacuar el norte de Gaza, donde viven más de un millón de personas, ha concluido. Las Fuerzas Armadas israelíes han anunciado el lanzamiento de un ataque "extenso" contra "objetivos militares" del Movimiento de Resistencia Islámica (Hamás) en toda la Franja de Gaza. Han resaltado que están preparadno "un ataque combinado por aire, mar y tierra" sobre Gaza y para ello han realizado un esfuerzo logístico y movilizado a "cientos de miles de militares".

Decenas de miles de personas han huido de la zona ante el temor de una posible invasión de Israel. Según el Ejército israelí, tenían hasta las 16.00 hora local, 15.00 hora peninsular española, para llegar a la parte sur de la Franja. Mientras se acumulan tropas, tanques y vehículos militares en el perímetro, la dramática situación del enclave sigue agravándose.

Hasta la hora anunciada, los seis pasos fronterizos que tiene Gaza se encontraban cerrados después de que el de Rafah, el único que hace frontera con Egipto, haya quedado también clausurado por el lado palestino.

Según fuentes de la televisión Al Qahera News, el Gobierno de Egipto no permitirá la entrada a su país de los extranjeros residentes en la Franja por el cruce de Rafah si no se permite el ingreso de ayuda humanitaria al enclave palestino. Esta misma mañana las autoridades egipcias comenzaron a colocar bloques de cemento alrededor de la frontera con Gaza y a reforzar la seguridad ante el temor a ataques o posibles intentos de entrar a Egipto desde la Franja, recoge EFE.

El portavoz del Gobierno de Hamás en la Franja, Salama Maruf, ha pedido a Egipto "hacer los máximos esfuerzos" para reabrir el cruce. En un comunicado ha reiterado "la necesidad humanitaria imperiosa de volver a abrirlo en ambas direcciones de forma regular para facilitar la entrada de bienes y combustible, trasladar a los heridos y cubrir las necesidades de la Franja".

Escasez de material sanitario y falta de electricidad

De hecho, la situación que están sufriendo los centros médicos es especialmente dramática, con escasez de medicinas y material sanitario, así como falta de electricidad por el cerco total de Israel a Gaza, que impide la llegada de comida, agua, mercancías o combustible.

La Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados Palestinos (UNRWA) ha reclamado al Gobierno israelí que proteja a los civiles que están en sus instalaciones en distintos puntos de este territorio. Particularmente, ha solicitado la protección de "mujeres embarazadas, niños, ancianos y personas con discapacidad, que no podrán huir de la zona".

La catástrofe se percibe en el hospital Al Awda, en la urbe de Yabalia, situada en el norte del enclave. El centro, que también recibió un ultimátum, al final ha sido evacuado en gran parte, según la ONG Médicos sin Fronteras (MsF), que colabora con la institución. Mientras, en ese mismo distrito, la agencia oficial de noticias palestina Wafa ha informado de que un ataque aéreo contra una casa ha causado 20 muertos y 80 heridos.

La Media Luna Roja también ha alertado de la imposibilidad de poder evacuar el hospital de Al-Quds. Y, del mismo modo, la dirección del hospital de Kamal Adwan ha anunciado que no puede hacer caso a la orden de Israel y que seguirá atendiendo a los pacientes. 

La organización médica israelí Médicos por los Derechos Humanos - Israel ha recordado que se trata de un centro de atención infantil, donde ahora mismo hay 150 pacientes, entre niños y mujeres embarazadas, y que no tiene posibilidad de transportar a los ingresados en ambulancias. "No existe ningún hospital alternativo en la Franja de Gaza preparado para recibirlos", ha avisado la organización.

Tragedia humanitaria

Continúa la caótica evacuación, en coche y a pie, de una población de un millón de habitantes, sin que en ningún momento hayan cesado los bombardeos, según recoge la agencia EFE. La mayoría de los que viven en el norte de Gaza –más o menos la mitad de la población de la Franja– son refugiados.

Tras el ultimátum lanzado por Israel, la ONU advirtió de que una evacuación de semejantes proporciones, sin corredores humanitarios seguros, mientras prosiguen los bombardeos y las incursiones militares, con más de 8.700 heridos –muchos de ellos niños y ancianos– y con los hospitales atestados y funcionando sin electricidad, es literalmente "imposible" y derivará en una tragedia humanitaria de "consecuencias devastadoras". Además de Naciones Unidas, varias ONG internacionales también rechazaron la medida de Israel.

La crisis humanitaria en la Franja es rampante ante los constantes ataques del Ejército israelí que han dejado al menos 2.215 muertos, una cifra que en solo una semana de guerra se acerca a los 2.250 palestinos que fallecieron en el conflicto de 2014 con Israel que se prolongó por dos meses. Entre los víctimas mortales hay 724 menores y 458 mujeres, lo que son más de la mitad del total de muertos registrados desde el comienzo de la guerra, el pasado sábado, por un ataque sorpresa del movimiento islamista Hamás, que deja hasta ahora más de 1.300 muertos en Israel.

Por encima de todo, la Organización Mundial de la Salud ha insistido a Israel que permita la entrada desde Egipto de suministros médicos "para atender las urgentes necesidades en Gaza". También la entrega de combustible, imprescindible para que la población pueda tener agua potable, que "se está acabando". 

"Se ha convertido en una cuestión de vida o muerte. Es un deber", ha denunciado el comisionado general de UNRWA, Philippe Lazzarini. "De lo contrario, la gente empezará a morir de deshidratación grave, entre ellos niños pequeños, ancianos y mujeres. El agua es ahora el último sustento que queda", ha insistido el responsable de la agencia.

HRW clama a los líderes mundiales

Clive Baldwin, asesor legal de Human Rights Watch (HRW), ha instado a los líderes mundiales a que se pronuncien "antes de que sea demasiado tarde" y ha recordado que los ciudadanos de la Franja no tienen "lugar seguro al que ir, pues las carreteras son escombros, el combustible es escaso y el hospital principal está en la zona de evacuación".

Mientras, el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, ha anunciado este sábado que su Administración trabaja junto a la ONU y los gobiernos de Israel, Egipto y Jordania para "crear las condiciones necesarias para reanudar el flujo de asistencia" en Gaza. Biden no ha hablado de la responsabilidad de Israel y se ha limitado a señalar que busca "aliviar las consecuencias humanitarias del ataque de Hamás".

Por su parte, la Comisión Europea (CE) ha anunciado este sábado que va a triplicar "de forma inmediata" la ayuda humanitaria que concede a la Franja hasta alcanzar una cifra de más de 75 millones de euros. Ursula von der Leyen, presidenta de la CE, ha indicado en una comparecencia con el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu: "Sé que la respuesta de Israel demostrará que es una democracia".

Israel arrasa barrios y edificios residenciales

Las imágenes de destrucción de barrios casi enteros y de edificios residenciales reducidos a escombros se cruzan entre la información que surge cada vez más a cuentagotas dentro de la Franja. Israel ha declarado que entre la noche del viernes y la madrugada del sábado ha bombardeado "a gran escala" objetivos de Hamás. Estas operaciones han provocado "decenas de muertos" y el asesinato, según las autoridades israelíes, de un jefe del sistema aéreo de las milicias.

Por su parte, las Brigadas Ezzedin al Qassam, brazo armado de Hamás, han anunciado la muerte de otros nueve rehenes debido a los ataques israelíes. Entre los fallecidos hay cuatro ciudadanos extranjeros muertos "como resultado de los bombardeos sionistas" sobre los lugares en los que se encontraban.

En tanto, el secretario general de Hamás, Ismail Haniye, ha remitido una carta al secretario general de la ONU, António Guterres, en la que le pide que interceda para frenar la "bárbara agresión" israelí. Haniye denuncia en la misiva las "horribles violaciones que está sufriendo el pueblo palestino en la Franja de Gaza" que implican "crímenes de guerra conforme a la Cuarta Convención de Ginebra".