Al menos 32 personas murieron este viernes en distintos puntos de Siria durante las nuevas protestas contra el régimen de Bashar al Asad que estallaron después de las oraciones del mediodía, según informaron testigos y activistas de la oposición.

Los llamados Comités Locales de Coordinación, uno de los grupos de oposición que estaba reuniendo datos sobre las distintas protestas políticas, afirmó que al menos 32 personas habían perecido por la represión de las manifestaciones de este viernes.

La cadena de televisión Al Arabiya, por su parte, situó en 21 los fallecidos en esta jornada, según los testimonios de varios testigos. Varias ONG estiman que son al menos 850 las personas que han muerto durante las protestas contra el régimen.

Los principales incidentes se produjeron en la ciudad de Homs, uno de los bastiones del movimiento opositor sirio en los últimos dos meses. Allí se estima que este viernes murieron al menos ocho personas tras los disparos de los militares durante las protestas que se produjeron a la salida de las mezquitas.

Las informaciones sobre lo que sucede en Siria son muy difíciles de contrastar, ya que el régimen de Al Asad impide la entrada de periodistas extranjeros al país árabe.

En la ciudad de Baniyas, miles de personas salieron a manifestarse en las calles desafiando de manera pacífica a las fuerzas de seguridad sirias, según informó la BBC.

Las autoridades sirias siguen responsabilizando de la violencia a presuntos grupos armados islamistas financiados, según el régimen, por potencias extranjeras.