La revisión clave de los acreedores internacionales de Grecia sobre los avances del país en su programa de rescate estará concluida antes del 20 de marzo, dijo el viernes el primer ministro griego, Alexis Tsipras. "Sacaremos al país de los rescates (..) sacaremos al país de la supervisión, sacaremos al país de la crisis", dijo Tsipras.

Tsipras añadió que el acuerdo entre Atenas y sus acreedores de más reformas a cambio de ayuda del rescate era "un compromiso honorable". Tsipras, en declaraciones en el Parlamento griego, dijo que creía que las relaciones con los acreedores habían pasado página: "No vamos a festejarlo, pero es la primera vez que los responsables de las instituciones reconocen que ya es tiempo de acabar con la austeridad continua en Grecia", dijo Tsipras en la sesión de preguntas al Gobierno.

El primer ministro recalcó que el compromiso contempla que por cada ajuste adicional que entrará en vigor en 2019 habrá una medida correspondiente de alivio, por lo que el coste fiscal será nulo.

Tsipras recordó que está previsto que los jefes de misión de la denominada cuadriga (Comisión Europea, Banco Central Europeo, Fondo de Estabilidad Europeo y Fondo Monetario Internacional) regresen a Atenas "inmediatamente después del Lunes de Carnaval", la semana que viene, y que una vez aquí se llegue rápidamente a un acuerdo a nivel técnico.

"Desde el principio el Gobierno insistió en que tomar nuevas medidas de austeridad no solo no corresponde al progreso que ha hecho la economía sino que comprometerá toda perspectiva de crecimiento", dijo Tsipras, quien volvió a prometer que "no habrá ni un solo euro de medidas de austeridad".

"Esta vez conseguimos un compromiso honesto. Por primera vez en siete años dejamos atrás la austeridad perpetua", recalcó, y aseguró que entre los logros figura que el FMI ya no exige que las medidas adicionales que deben aprobarse sumen el 2% del producto interior bruto (PIB), lo que equivale a unos 3.600 millones de euros.

Destacó además que el acuerdo de principios alcanzado el lunes contempla que los 3.000 millones de euros del plan de inversión que está negociando Grecia con el Banco Mundial y destinados a crear 100.000 empleos, se excluyan del cálculo del superávit primario, aunque esto deberá terminar de negociarse a nivel técnico.