"No es un caso aislado, es el patriarcado". Una riada de mujeres inundó este viernes el centro de Madrid para denunciar durante otro 25-N la violencia machista y las agresiones que sufren a diario. Varias marchas y concentraciones por Madrid, con espíritus diferentes, se dejaron ver por la capital, aunque la manifestación principal transcurrió desde la calle Alcalá hasta Plaza España. 

La marcha principal congregó a varias miles de personas, en su mayoría mujeres, y una inevitable sombra de discordia se mantuvo presente todo el recorrido. La ministra de Igualdad, la ley trans o la ley del solo sí es sí evidenciaron la diversidad de opiniones dentro del feminismo. 

Pese a la unidad del discurso contra el machismo, la marcha estuvo condicionada por la disparidad de opiniones en torno a Irene Montero. A los pocos minutos de arrancar el paso, los gritos de "Irene Montero, dimisión", fueron predominantes, aunque fueron sepultados a los pocos instantes por silbidos contrarios al cántico. Aun así, el segundo cordón de la manifestación lo lideraba una pancarta que pedía la dimisión de la ministra de Igualdad. Si hace unos días Vox apuntaba mediante violencia verbal contra la ministra, ahora volvía el foco sobre Montero en plena marcha feminista.

A la vista de los desencuentros, la cabecera de la manifiestación comenzó a instar proclamas sobre las que generar consenso. La abolición de la prostitución, una de las máximas de la marcha por el centro de Madrid, fue la protagonista. "Abolición, prostitución" y "las mujeres no estamos en venta" fueron los cánticos principales.

Las diferentes posturas feministas en torno a la comunidad trans también fueron palparias durante la marcha. La pancarta principal llamaba a evitar "el borrado de las mujeres", una clara referencia a la ley trans impulsada por este Gobierno. Andrea Fernández, secretaria de Igualdad del PSOE, se dejó ver en la marcha pero no quiso valorar esta cuestión.

Aunque había marchas en varios barrios de Madrid de corte transincluyentes, el PSOE se dejo ver en la principal pero, alegan, por ser la mayoritaria, no por motivos en torno a la ley trans. Más Madrid, en cambio, no participó en esta marcha y optó por acudir a una concentración en Lavapiés con claro mensaje protrans. Aunque inicialmente se reunieron en esta marcha alrededor de 100 personas, a medida que esta avanzaba se unieron más manifestantes llegando a ser cientos. Esta concentración contó con la presencia de Jimena González, mujer trans y portavoz de Más Madrid en Chamberí. 

La cuestión trans fue uno de los ejes de la marcha que enfiló el centro de Madrid. "Ser mujer no es un sentimiento" fue uno de los gritos que se entonó durante la marcha, aunque muchas de las que acudieron a la manifestación mostraban su descontento con ese tipo de proclamas, así como el desconcierto ante ese tipo de mensajes.

Según avanazaba el recorrido, los cánticos dejaron de mostrar división y tuvieron una cohesión mayor. La violencia contra las mujeres, el sistema patriarcal, las violaciones en pareja, los asesinatos... con el paso de los minutos todo tomó un tono mucho más unitario en contra del enemigo común que es el machismo.