Vilda admite que habló con el hermano de Jenni Hermoso para frenar el "impacto negativo" del beso de Rubiales
El exseleccionador de fútbol femenino se enfrenta a una pena de un año de cárcel y reconoce que "igual tenía" que haber preguntado a la futbolista cómo se encontraba tras la agresión.

El exseleccionador de la Selección Femenina de Fútbol, Jorge Vilda, ha admitido este miércoles ante la Audiencia Nacional que debió hablar directamente con Jennifer Hermoso tras el beso sin consentimiento de Luis Rubiales, pero ha asegurado que no lo hizo para "no importunarla". En su lugar, optó por dirigirse a su hermano con la intención de "normalizar la situación" ante la indignación mediática.
Vilda está acusado de un presunto delito de coacciones en el juicio donde el expresidente de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF), Luis Rubiales, también enfrenta cargos por agresión sexual. Durante su declaración, el exseleccionador ha negado haber actuado por orden de Rubiales o haber amenazado al entorno de Hermoso con posibles consecuencias negativas para su carrera si no apoyaba al expresidente.
Vilda ha afirmado que actuó "por voluntad propia" y sin recibir indicaciones de nadie, justificando su decisión en la necesidad de mitigar el impacto que la agresión tuvo a nivel mediático. "Me preocupaba que la atención mediática se desviara del gran éxito que habíamos logrado", ha indicado.
Sobre su conversación con el hermano de Hermoso en el avión de regreso a España, Vilda ha sostenido que este le restó importancia al beso de Rubiales, calificándolo de "anecdótico". No obstante, ha evitado pronunciarse sobre si el hermano trasladó esta misma percepción a la jugadora.
Según el testimonio de Vilda, el objetivo de su acercamiento era proponer que Hermoso realizara "algún tipo de comunicación" que pudiera calmar la situación. No obstante, negó haber presionado a la futbolista para que apareciera en un vídeo con Rubiales minimizando lo ocurrido.
El técnico ha reconocido que en el avión notó a Hermoso "con cierta cara de preocupación" mientras miraba su teléfono, pero ha declarado que no interpretó que estuviera afectada por la situación con Rubiales. "Igual tenía que haberle preguntado cómo estaba", ha afirmado, aclarando que, tras ese incidente, no han vuelto a hablar.
En su testimonio, Vilda también ha mencionado que el equipo de comunicación de la RFEF estaba "muy activo" en la gestión de la crisis mediática tras el beso, pero ha remarcado que en ningún momento participó en ninguna estrategia específica para presionar a la jugadora.
El exseleccionador ha manifestado sorpresa al enterarse de que Hermoso había sentido falta de apoyo de su parte. "Después de 17 años conociéndonos, me duele que ella se haya sentido así", indicó, aunque admitió que quizás debió haberle preguntado cómo se sentía.
A pesar de su cercanía con Rubiales dentro de la estructura federativa, Vilda ha intentado desvincularse de cualquier presión ejercida sobre Hermoso. "Nunca vi a Rubiales hablar con ella en el avión ni la vi llorar", ha afirmado, descartando haber sido testigo de alguna situación de presión directa.
La Fiscalía ha preguntado si Vilda no era consciente del malestar que Hermoso estaba viviendo en aquellos días. "En ningún momento lo presencié ni nadie me lo dijo", ha contestado el exseleccionador.
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