Opinión
Los hombres de izquierdas y las víctimas


Periodista
Pasado el ruido, reflexiones sobre Monedero, Errejón y las víctimas.
1. Hablemos de ellos. Estoy harta de que cuando salten estos casos, la lupa vaya solo a qué hicieron las mujeres de X partido y no sobre ellos y sus colegas varones, que se quedan callados. Pasó con Nevenka, más reciente con Errejón. Claro que queremos saber quién encubre y quién protege, pero yo quiero que en las tertulias hablemos de ellos, de sus casos, de sus patrones, de la política como ejercicio de poder, de la hipocresía de sus mensajes, de sus mentiras, de la instrumentalización del feminismo y de que sean ellos los que tengan el foco principal. Hay interesadas en quitarlo de ellos para ponerlo en peleas entre mujeres. Y hablar de ellos públicamente significa hacerlo cuando estén tan acorralados como para que no puedan agarrarse al victimismo.
2. Hablemos de ellas. De las víctimas, de lo que pidieron y les negaron, de lo que realmente exigieron, de si se les dio voz o si las protegieron. Hablemos de buen periodismo, el que no la arroja a los pies de los caballos ni las expone por un minuto de gloria. Dejemos a libertarias falsas guiando al pueblo que son humo y centremos los esfuerzos en las necesidades. Otras víctimas están mirando y de lo que hagamos con esto depende que todo sea espectáculo o un espacio seguro. Con protocolos o no, no se puede tapar nombres para dejar indefensas a otras mujeres dentro de cualquier organización.
3. Hablemos de todos los partidos. Hablemos de ellos como espacios de poder en contra de las mujeres, aún, y lo que queda. Y eso pasa porque se dé el mismo peso a todos, a los de izquierdas y a los de derechas. Soy la primera que participo en programas donde damos espacio a los 'machirulos' de izquierdas, pero me quedo con ganas de que dediquemos idéntico espacio a los machistas del PP señalados por acoso o a los maltratadores condenados en Vox. Porque de lo contrario se crea un debate vacío que a muchos no les interesa: asumir que el machismo es un patrón común entre los hombres, voten lo que voten, y piensen lo que piensen.
4. El debate de la izquierda. Que dentro de la izquierda hay feministas decepcionadas con los partidos y colectivos, no es nuevo. Muchas hemos escrito siendo atacadas en redes, apartadas, a veces, hasta silenciadas. Carteles del 8M protagonizados por varones de partido, machos alfa del poder, o declaraciones donde se ha señalado a abolicionistas de la prostitución mezclándolas con otras movidas, no ayudaron. Evitemos que las víctimas se sientan arrastradas por debates partidistas, lejos de la política real que necesitan.
5. Que no nos manipulen. Cuidado que hay varios frentes. Quienes de verdad quieren ayudar a las víctimas, quienes tienen batallas partidistas, quienes quieren minutos de gloria y lo preocupante: quienes quieren cargarse el feminismo. Tengamos claro siempre que a pesar de lo ocurrido, el “Yo sí te creo” sigue siendo necesario frente a la justicia y que fue un grito patrimonio de las mujeres en la calle. Y que la ley de libertad sexual, guste más o menos, es necesaria pues es integral para las víctimas de violencia sexual. Evitemos caer en trampas fáciles, pero también seamos conscientes de la responsabilidad que tenemos para que no se dañe más al feminismo.

6. Las víctimas que sigan hablando. Cuidado con los inventos de quienes van disfrazados de feminismo pero son el machismo de siempre. Hay hemeroteca y está claro quien ha estado con las víctimas y quien se ha aprovechado de ellas. Frases y hechos de qué es periodismo y qué oportunismo. No hay un feminismo inquisitorial exponiendo a los hombres, hay mujeres exponiendo sus relatos de violencia. No hay periodistas revelando nombres de hombres al azar, hay periodistas con pruebas o con acciones de activismo donde no se dan nombres, sino que ellos mismos se delatan y dimiten. No hay denuncias siempre, hay testimonios. Y escuchen a juezas o fiscales de violencia de género que entienden y comprenden esos testimonios anónimos. Entre cuñados y cuñadas que nunca han estado con víctimas, y expertos y expertas que las tratan a diario, elijan a los segundos, son quienes saben.
Conclusión. El feminismo ha sido muchas veces una historia de decepciones, pero no de sorpresas, porque sabemos que el machismo está en todos lados, a veces hasta en sus filas. Y aún así el feminismo sigue siendo necesario para todas. Cada una y cada una que aguante su vela. Muchas dormimos con la conciencia tranquila y sin remordimientos, por algo será. Algunas estamos donde siempre, con ellas, caiga quien caiga.
Comentarios de nuestros suscriptores/as
¿Quieres comentar?Para ver los comentarios de nuestros suscriptores y suscriptoras, primero tienes que iniciar sesión o registrarte.