Opinión
Mazón y otras pesadillas de Feijóo


Por Sato Díaz
Coordinador de Política.
-Actualizado a
En el Pleno del Congreso del pasado miércoles, en el receso durante las votaciones, llamaba la atención la quietud de muchos representantes populares que se quedaron pegados al escaño. En el patio, algunos diputados fumaban, otros charlaban, los asesores de comunicación tanteaban a los periodistas... Parecía un miércoles normal, pero... no había nadie del PP, el grupo más numeroso de la Cámara Baja. Del despacho, al escaño; del escaño, al despacho. Conforme se van conociendo nuevas noticias que implican a Carlos Mazón, el nerviosismo aumenta en el número 13 de la calle Génova de Madrid.
Pese a las mentiras y contradicciones sobre dónde estaba y qué hacía el president de la Generalitat la tarde de la DANA, Mazón se aferra al cargo y en esta huida hacia adelante empuja a la dirección estatal del partido y al propio Alberto Núñez Feijóo. El líder del PP se ha vuelto frío con el líder valenciano. Si hace unas semanas aumentó su presencia en el País Valencià en señal de apoyo a Mazón, ahora Feijóo ha borrado los actos de su agenda pública durante varios días consecutivos.
Cada vez más sectores del partido le transmiten al gallego el temor de que la crisis de València salpique al PP a otros niveles. Hasta los medios más afines, como La Razón, se hacían eco este viernes del desplome en las encuestas del PP valenciano, que podría caer hasta la tercera posición, por detrás de PSPV y Vox y con un Compromís también al alza en los sondeos. La cuenta atrás para Carlos Mazón se ha precipitado. Arrancan las celebraciones por las Fallas y el president de la Generalitat tiene complicado pisar la calle sin recibir los abucheos, gritos e insultos. Ni la mascletà puede esconder el ruidoso descontento por la gestión de la DANA.
Las encuestas a nivel estatal mantienen, sin embargo, al PP en primera posición, tal y como recogía Key Data para Público hace una semana. Está por ver cómo afectarán los últimos vaivenes de Mazón en los próximos sondeos. De momento, Feijóo obtendría un 34% de los votos, por encima del PSOE. El partido de Pedro Sánchez se situaría en torno al 28%. Con estos datos, y teniendo en cuenta momento dulce de Vox y la división de la izquierda alternativa entre Sumar y Podemos, la coalición del PP con los ultras lograría la mayoría absoluta.
Y, sin embargo, en Génova 13 cunde el desasosiego. Los números que mostraban las encuestas antes de las elecciones generales del 23 de junio del 2023 también eran favorables a un Feijóo que ya se veía en el Palacio de la Moncloa. Desde entonces, el gallego es un líder que está en el entredicho. Si el Gobierno de coalición de PSOE y Sumar logra alargar la legislatura, pocos méritos puede vender el presidente nacional del PP, que llegó hace ya tres años a la zona noble de la sede de Génova con dos objetivos. El primero, gobernar, y no está gobernando. El segundo, moderar el discurso tras la época de Pablo Casado, pero hoy el PP tiene un relato tan próximo al trumpismo que a veces parece que está dirigido por Isabel Díaz Ayuso. Fue Feijóo quien llevó a su partido a cogobernar con Vox en la mayoría de las comunidades autónomas hasta que los de Santiago Abascal se marcharon de los ejecutivos autonómicos el pasado verano dando un portazo.
Las pesadillas de Feijóo no terminan con Mazón. La coyuntura internacional, desde el regreso de Donald Trump a la Casa Blanca en enero, ha tenido un efecto en la política española: Vox y Santiago Abascal han establecido línea directa con el grupo dirigente ultras estadounidense. La guerra cultural protagonizada por Washington en el tablero internacional beneficia a Vox en el espectro de la derecha española. A Feijóo le crece un problema por su derecha.
También hay otras cuestiones domésticas que deberían quitarle el sueño a Feijóo. El excesivo protagonismo mediático del jefe de gabinete de Ayuso, Miguel Ángel Rodríguez, quien cada vez tiene más salidas de tono, es un motivo de preocupación para la dirección del PP. El último exabrupto fue contra un familiar de una mujer fallecida en una residencia para personas mayores de la Comunidad de Madrid durante la pandemia de covid-19. El caso del novio de Ayuso en los tribunales, que se alarga en el tiempo, irrita también en Génova 13.
Por si fuera poco, esta semana el Gobierno ha anunciado una quita de deuda autonómica generalizada al calor de los acuerdos de los socialistas con ERC. Los barones del PP marcharon del Consejo de Política Fiscal y Financiera dejando plantada a la vicepresidenta y ministra de Hacienda María Jesús Montero. Sin embargo, la condonación de deuda autonómica es un anhelo para los ejecutivos regionales, sean del signo que sean, y el propio portavoz parlamentario del PP, Miguel Tellado, no era capaz de garantizar el miércoles la unidad de todos los territorios del PP. Vienen curvas para el PP. Más allá de Mazón, Feijóo tiene pesadillas. Sánchez no tiene perspectiva de dejar caer la legislatura.
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