Opinión
San Puigdemont de València


Directora corporativa y de Relaciones institucionales.
-Actualizado a
El presidente de la DANA, de El Ventorro, de las mil versiones sobre su ubicación durante la tragedia, de la denuncia de la AEMET por manipular audios, de la foto falsa, de los pactos que llevaron a todo el PP a fundirse con la ultraderecha trumpista en España… El presidente de la Generalitat Valenciana, Carlos Mazón, lo ha vuelto a hacer: ha hipotecado el futuro de Alberto Núñez Feijóo y lo ha puesto en manos de Santiago Abascal, que, a su vez, lo tiene entregado a Donald Trump, el becerro de oro de los autoritarios, y de Vladímir Putin, el zar de la KGB.
Justo ahora, justo cuando el PP pretendía convencernos de que estaba alejándose de los postulados trumpistas en los que navega cómodamente la ultraderecha española, Mazón ha alcanzado un acuerdo con Vox para que apoye "los presupuestos de la reconstrucción" -diseñados por el presidente de la destrucción, aunque fuera por incomparecencia- y ha vendido el alma del PP al diablo (que ya no es Carles Puigdemont, líder de Junts).
En 2023, pasadas las elecciones municipales y autonómicas de mayo, Carlos Mazón, candidato del PP a gobernar la Comunitat Valenciana, pactó con Vox un Gobierno de coalición sin encomendarse ni a dios ni al diablo ni a Feijóo, siquiera. El llamado pacto de la servilleta, anunciado antes de las elecciones generales de ese mismo año, el 23 de julio, causó sorpresa en la sede nacional del Partido Popular, pues la estrategia acordada consistía en alargar los tiempos en comunidades y ayuntamientos para alcanzar pactos con la ultraderecha y esperar a que Feijóo accediera al Gobierno central.
Las crónicas de entonces nos contaron que el pacto se hizo tan rápido que la coalición valenciana PP-Vox se diseñó en una servilleta de bar -no consta que fuera El Ventorro- y con este movimiento y con tanta prisa por ser president, Mazón se cargó las muchas posibilidades de Feijóo de llegar a La Moncloa, que para eso había viajado de Compostela a Madrid y había asesinado públicamente a Pablo Casado. Y por esa razón, seguro que entre otras, Feijóo es hoy líder de la oposición parlamentaria y Pedro Sánchez, el presidente del Gobierno, sí, con una coalición endiablada... aunque para diablos, los amigos (¿siervos?) españoles de Trump y Putin, que han dejado a Puigdemont en aprendiz de bruixot y camino de la beatificación.
Es la segunda vez que Mazón vende a Abascal el alma de Feijóo, pero esta vez, sobre una tragedia sin precedentes en València, con 228 muertos/as, cientos de víctimas, miles de damnificados y un territorio arrasado por incompetencia, incomparecencia y presunta negligencia criminal. Y el PP, el mismo partido cuyos dirigentes hacían magia negra contra Mazón en privado, ahora nos vende la moto de que el pacto del president con la ultraderecha está acorde con sus principios. Éstos que no deben de ser ya los mismos que los del PP Europeo, puesto que el acuerdo, por ejemplo, niega la Agenda 2030 -que el PP Europeo apoyó-, además del derecho al asilo, la igualdad entre hombres y mujeres, la diversidad lingüística, la solidaridad y la cooperación al desarrollo... Lo único que no niega el pacto Mazón-Vox es el negacionismo de Trump, asumido hoy por el PP con total naturalidad. Y menos mal que Feijóo no se vendía por siete votos de Junts...
Comentarios de nuestros suscriptores/as
¿Quieres comentar?Para ver los comentarios de nuestros suscriptores y suscriptoras, primero tienes que iniciar sesión o registrarte.