Alfonso Fernández Mañueco esperaba ser ya el nuevo presidente de Castilla y León, pero los de Vox, que son los que tienen competencias para convocar el acto de investidura, no tienen prisa. Las sonrisas posteriores a la firma del acuerdo entre el Partido Popular (PP) y Vox para gobernar juntos la Junta de Castilla y León se han tornado ahora en rostros más amargos entre los altos cargos populares.

Cuando Vox exigió al todavía presidente en funciones de Castilla y León la presidencia de las Cortes, nadie esperaba que los de la ultraderecha utilizaran la Cámara para retrasar la puesta en marcha del nuevo gobierno de coalición, tal y como está ocurriendo.

A la espera de un acuerdo con la ultraderecha para fijar el día y hora de esta toma de posesión -donde Santiago Abascal lleva la voz cantante-, primero el titular de las Cortes, Carlos Pollán, debe convocar a la Mesa y Junta de Portavoces, encargadas de determinar el día de la sesión de investidura. Tras la celebración de la Mesa y Junta de Portavoces tienen que trascurrir 48 horas hasta el día del pleno. De este modo, la investidura de Mañueco se producirá, como pronto, el martes 29 de marzo, y como tarde el jueves 31, fecha límite para que se celebre la sesión. Vox no está dispuesta a anunciar aún la fecha.

Así empiezan las tensiones y acusaciones entre los futuros socios de gobierno antes de que siquiera exista el ejecutivo. Para Mañueco era importante llegar a Sevilla al Congreso Extraordinario del PP investido presidente, retraso que también afecta a Génova al demostrar Vox que están en sus manos. La explicación que dan los populares a que la ultraderecha retrase la toma de posesión del nuevo presidente de la comunidad es que no encuentran personal cualificado para los cargos más importantes en las consejerías que van a liderar.​

Tres consejerías para Vox: Agricultura, Industria y Cultura

Vox tiene, como pretendía, tres consejerías: Agricultura y Ganadería, Industria y Empleo y Cultura, además de la presidencia de las Cortes. Pero en este pulso para convocar cómo y cuándo quiera, dentro del reglamento de la Cámara, la investidura de Mañueco, ya anuncia al PP de Castilla y León y a Génova que las cosas no las va a poner nada fáciles.

Los ultraderechistas no han cambiado su discurso desde el primer momento en el que el partido de Abascal llevó al de Mañueco por donde quería bajo la amenaza de votar en contra de su investidura y obligarle a repetir elecciones. El debilitado Partido Popular bajó la cabeza ante sus exigencias y concedió la Vicepresidencia, que ostentará el burgalés Juan García-Gallardo, tres consejerías del Ejecutivo regional, además de la presidencia de las Cortes, que ocupa ya Carlos Pollán.

Tras esa firma precipitada del 10 de marzo, apenas 15 minutos antes de la constitución del Parlamento regional, lo cierto es que apenas se había avanzado nada más que ese reparto inicial. Mañueco ya lo señaló en sus redes sociales justo antes de llegar a un acuerdo: "Desde nuestra posición hemos cedido para propiciar el entendimiento, Vox no se ha movido nada".

Abascal, que está metido de lleno en la negociación con Mañueco ante la inexperiencia política de García-Gallardo, está forzando a los populares al máximo, a sabiendas de que su voto es decisivo para que el salmantino vuelva a ser presidente de la Junta. Vox ya consiguió todo lo que pedía en la primera negociación de Gobierno y su intención es seguir sin replegar ni un ápice sus reivindicaciones. El PP ya cedió una vez y volverá a hacerlo antes de la votación final porque está en manos de la ultraderecha tras los resultados electorales.

Mientras los populares acusan al partido de Abascal de no tener candidatos de suficiente peso para las consejerías, Vox trata de conseguir una cartera para García-Gallardo, a pesar de que tiene un recorrido político nulo hasta la fecha. La Dirección de Comunicación -dentro de la Consejería de Presidencia- es una de las metas del burgalés que ya han trascendido, si bien hasta el momento estaba ocupada por uno de las figuras más fieles a Mañueco: el salmantino Julio López Revuelta.

Los tiempos de la investidura

Quince días después del primer apretón de manos, las negociaciones siguen enquistadas y Mañueco continúa sin ser investido presidente. La primera intención del salmantino, pues, que era llegar con los deberes hechos al Congreso Extraordinario del PP (Sevilla, 1 y 2 de abril), llegará al límite.

Alberto Núñez Feijóo, por tanto, será encumbrado formalmente como líder de la formación popular tras la votación de los compromisarios y acabará en teoría con la crisis abierta por el enfrentamiento entre Casado y Ayuso antes de que el salmantino tenga tiempo material de 'disfrutar' de su renovada posición en la Junta.

El pasado viernes 18 de marzo, Pollán proclamó oficialmente la candidatura de Alfonso Fernández Mañueco a la presidencia de la Junta, al ser el único candidato con opciones de salir elegido tras conocerse el acuerdo con Vox. Ambos partidos han logrado 44 escaños favorables al salmantino (31 del PP y 13 de Vox), lo que suma tres por encima de la mayoría absoluta.