PP y Podemos ponen al Gobierno ante un dilema en su estrategia contra los aranceles de Trump
Carlos Cuerpo exhibe en el Congreso de los Diputados la voluntad del Ejecutivo de contar con el Partido Popular para sacar adelante el decreto antiaranceles.
La diputada de Podemos Noemí Santana, por su parte, ha avisado al ministro de Economía de que sus votos no están asegurados.

Madrid--Actualizado a
El Gobierno sondea día a día las posibilidades de que el Congreso de los Diputados convalide el real decreto-ley aprobado este martes en el Consejo de Ministros diseñado para dar una primera respuesta de protección empresarial ante la deriva arancelaria de Trump. Este miércoles, Carlos Cuerpo, ministro de Economía, se ha encontrado ante los dos caminos posibles para avanzar en la estrategia española en el nuevo escenario comercial y lograr, en primera instancia, el "sí" definitivo a ese primer paquete.
Uno se lo ha señalado Juan Bravo, diputado del Partido Popular y vicesecretario económico de la formación. El otro, Noemí Santana, diputada de Podemos. El PP, por su parte, ha profundizado en unas cartas que ya había jugado en las últimas horas. Bravo ha seguido tentando al PSOE para negociar bajo sus condiciones el decreto, aunque eso pueda terminar siendo un sinónimo de alejar a sus aliados parlamentarios.
Si alguien esperaba una crítica extrema al Gobierno en su intervención tras la sobreactuación de su partido de este martes cuando tuvo conocimiento del pacto PSOE-Junts —el PP llegó a levantarse de la mesa de negociación—, nada más lejos de la realidad. A lo sumo, alguna referencia. "Si empieza a hacer juegos políticos, nos iremos de la negociación, pero por ahora seguimos igual, con la mano tendida", ha explicado directamente a Cuerpo.
Por lo tanto, el PP mantiene su postura inicial, agradece al ministro su predisposición y vuelve a enumerar las condiciones que pone para apoyar el decreto. Algunas de ellas, tal y como ha especificado Bravo en su intervención, pasan por la creación de un fondo nacional con la recaudación de aranceles, la agilización de los trámites administrativos, la reducción de la burocracia o el ajuste del impuesto de sociedades.
Cuerpo le ha respondido con una idea muy clara: "Es el momento de mandar un mensaje de confianza; sigamos negociando, pero no condicionen su apoyo a unas medidas que consideran positivas a una negociación posterior". Y le ha respondido en los mismos términos que los que ha usado Bravo: "Le estoy tendiendo la mano, espero que pueda cogerla".
El ministro de Economía ha admitido que las medidas que ya está desplegando el Gobierno no son suficientes y que se estudiarán más, pero a la vez ha puesto en valor la velocidad con la que se ha activado una suerte de primer plan de choque movilizando 14.100 millones de euros para proteger a las empresas del Estado que más acusen la andanada arancelaria de Trump.
Todo indica, por lo tanto, que el Gobierno y el principal partido de la oposición extenderán sus negociaciones. Una abstención del PP sería suficiente para lograr la convalidación de la Cámara Baja al decreto. Sin embargo, si los de Feijóo se enrocan, Carlos Cuerpo y Pedro Sánchez tendrán que mirar hacia el bloque de investidura. Y ahí Podemos ya ha avisado de que no está conforme con los planes que ha ido detallando el Ejecutivo.
El aviso de Podemos
Si PP, Vox y UPN —con los 171 diputados que suman entre los tres— se decantaran, finalmente, por el "no" cuando el decreto antiaranceles llegue al Congreso, los votos de Podemos cobrarán una especial relevancia. Si los cuatro diputados morados votaran también en contra, se alcanzaría la cifra de 175, con la que el Gobierno no podría aspirar más que a un empate y el decreto decaería. Es, por el momento, política ficción y, en cualquier caso, en Moncloa parecen haber elegido ya cuál es el camino que prefieren: agotar las posibilidades con el PP.
La diputada de Podemos Noemí Santana, de todas formas, ha lanzado un mensaje muy claro desde la tribuna del hemiciclo: "Según el lado en el que ustedes decidan estar, contarán o no con nuestro apoyo". Para estar en el lado de Podemos, Cuerpo tendría que abandonar la estrategia de pactar con el PP —algo que no parece estar dispuesto a hacer— y plantearse algunas de las medidas que ha propuesto Podemos, entre ellas, expropiar inmuebles de fondos buitre de los Estados Unidos. Santana ha reiterado esa idea, pero Cuerpo no la ha comentado en su turno.
Con el resto de aliados parlamentarios el Gobierno no debería de tener problemas. Ni siquiera Esquerra Republicana, cuyo portavoz Gabriel Rufián ha sido duro en su intervención en la comparecencia de Cuerpo, valora la posibilidad de tumbar el decreto, según ha podido saber Público, a no ser que se den giros inesperados. En cualquier caso, si la idea inicial del Gobierno, atraer al PP al acuerdo, se tuerce, el papel de Podemos se convertirá en central y los votos de los de Ione Belarra pasarán de ser morados a color oro. Sánchez los necesitará. Por el momento, eso sí, ante el dilema de si abonar la vía del PP o la vía de Podemos, el Gobierno parece haber elegido la popular.
Comentarios de nuestros suscriptores/as
¿Quieres comentar?Para ver los comentarios de nuestros suscriptores y suscriptoras, primero tienes que iniciar sesión o registrarte.