Este artículo se publicó hace 3 años.
La crisis del Govern rompe el frente independentista y sitúa al PSC en el centro del juego político
La posible salida de Junts del Govern dejaría a ERC con todo el control del Ejecutivo. Pero también con la necesidad de redefinir las alianzas políticas, con la mirada puesta en los comuns y los socialistas, después de la ruptura total de la mayoría independentista.
![El presidente de la Generaliat, Pere Aragonès, conversa con el hasta ahora vicepresidente del Govern y conseller de Políticas Digitales, Jordi Puigneró, durante el debate de política general celebrado el 27 de septiembre de 2022. El presidente de la Generaliat, Pere Aragonès, conversa con el hasta ahora vicepresidente del Govern y conseller de Políticas Digitales, Jordi Puigneró, durante el debate de política general celebrado el 27 de septiembre de 2022.](https://imagenes.publico.es/files/image_horizontal_mobile/uploads/2024/11/18/673af2e285d35.jpeg)
Barcelona--Actualizado a
La encarnizada crisis abierta en el seno del Govern de la Generalitat por la dura confrontación entre Esquerra Republicana y Junts dejará evidentes traumas y heridas en el independentismo y afectará por extensión al conjunto del mapa político catalán. La decisión del president de la Generalitat, Pere Aragonès, de cesar al vicepresident y conseller de Territori i Polítiques Digitals, Jordi Puigneró, ha sido el golpe de autoridad con el que el dirigente de ERC ha querido frenar la constante confrontación que los socios de Junts han planteado a los republicanos a pesar de gobernar juntos. Pero la consecuencia ha sido la decisión de Junts de proponer a las bases que ratifiquen en una consulta la semana que viene la salida de sus consellers y conselleres del Govern.
Todo ello tendrá efectos no solo en la recomposición del Govern sino que también modificará considerablemente el mapa político en Catalunya, marcado desde el 2012 por las mayorías de los partidos implicados en el procés independentista. Si las bases ratifican la salida de Junts del Govern la decisión de Esquerra está clara, no habrá elecciones anticipadas, al menos de momento, y gobernará en solitario. ERC tendrá todo el control del Ejecutivo catalán pero sus 33 diputados serán muy insuficientes para impulsar la acción política del Govern en el Parlament donde la mayoría absoluta se sitúa en 68 escaños. Ello comportará la ruptura total del frente independentista y situará a los comuns, pero sobre todo al PSC, en el centro de la ecuación política para la gobernabilidad.
¿Cómo se ha vivido la crisis en el Palau de la Generalitat?
En el Palau de la Generalitat hay sensación de descompresión. Se ha oído más de un suspiro de aquellos que salen del interior de uno mismo cuando se espera o se debe dar una mala noticia y después de un tiempo de angustia se da el paso. Pero ello no quiere decir que haya satisfacción ni mucho menos. Tampoco alivio. En Esquerra y en el entorno del president de la Generalitat son muy conscientes que la crisis que vive estos días el Govern se trasladará a la escena política modificando los equilibrios de la política catalana. La actitud es de preocupación pero también de haber tomado una decisión imprescindible. "Así no se podía continuar", aseguran fuentes próximas a Aragonès.
¿Qué pide Junts a Aragonès para no romper?
Una negociación exprés este fin de semana para intentar salvar al Govern con un acuerdo sobre la base de tres exigencias: la creación de un espacio de dirección unitario del independentismo, restringir la mesa de diálogo a la negociación sobre autodeterminación y amnistía, y coordinación política en el Congreso. Los días 6 y 7 se consultarán a las bases la salida del Govern. Fuentes próximas a Aragonès recuerdan que en el debate de política general el President ya planteó una respuesta a estos tres puntos. Que consideran suficiente desde ERC pero no desde Junts. ERC quiere un espacio de dirección amplio del independentismo, más margen para la mesa de diálogo y apela a sus 13 diputados en el Congreso frente a los 4 de Junts para reivindicar que le toca dirigir la acción independentista en Madrid.
¿Es reconducible la crisis?
A la espera de la votación de las bases, y de la negociación de este fin de semana, reconducir la relación entre ERC y Junts parece ahora mismo misión imposible. Hay sectores de Junts muy enojados por la destitución del vicepresident Puigneró. Especialmente entre los miembros afines a Laura Borràs que también es extremadamente crítica con ERC por haber votado su suspensión como presidenta del Parlment. Y en ERC existe la sensación de "deslealtad" y de estrategia de "acoso y derribo" contra los republicanos por parte de Junts, en palabras de un miembro de la dirección. Pero fuentes próximas a Aragonès aseguran que el President aceptará mantener contactos "intensos" en los próximos días, aprovechando el plazo para la consulta a las bases de Junts, para intentar que "Junts no acabe saliendo del Govern". Según la portavoz de ERC, Marta Vilalta: "Todo es reconducible si hay voluntad política y desde la lealtad. Si de ERC depende, el Govern seguirá fuerte y adelante, comprometido en el camino hacia la independencia y con políticas progresistas y republicanas. Pero es Junts quien tiene que solucionar sus diferencias internas y no desestabilizar el Govern por ellas en un momento muy complejo para el país".
También hay voces en Junts que apuestan por reconducir la crisis. En privado más de un conseller y dirigentes del partido que ven en la salida del Ejecutivo "una catástrofe". En público, de momento solo la consellera d' Acció Exterior, Victòria Alsina, que no ha asistido al trascendental conclave del partido. Tras un acto celebrado en Ginebra, Alsina ha subrayado que cree que todavía hay "margen" para materializar el acuerdo de Govern entre Junts y ERC. Por su parte, el secretario general de Junts, Jordi Turull, se ha mostrado desolado por la situación y a pesar de no ser partidario acérrimo de la salida del Govern, fuentes del partido ven muy difícil que se pueda parar. Esas mismas fuentes no descartan, eso sí, que Turull mantenga contactos con los dirigentes de ERC en los próximos días para reevaluar la situación.
¿Qué pasará en el Govern a corto plazo?
Según fuentes del Govern, a corto plazo se entrará en un periodo de interinidad hasta la decisión definitiva de Junts el próximo viernes. A la espera de saber si hay un acuerdo in extremis y que las bases de Junts ratifiquen o no la decisión de abandonar el Ejecutivo, fuentes de la Presidencia aseguran que Aragonès no tiene intención de cesar ningún otro miembro de su Consell Executiu y que mantendrá en sus funciones a todos los consellers y conselleres de Junts mientras quieran formar parte del mismos "y se muestren leales". La vicepresidencia quedará vacante de momento. Y las funciones de Territori i Polítiques Digitals se dirigirán interinamente.
¿Habrá elecciones?
La crisis del Govern no desembocará en unas elecciones anticipadas en Catalunya. Tal como avanzó Público este miércoles entre los escenarios que se planteó Aragonès en ingún caso había el de la convocatoria electoral. Y la consellera de la Presidència, Laura Vilagrà, lo ha ratificado este jueves: "No nos planteamos este escenario, ahora tenemos que recuperar las confianzas; Junts ha trabajado bien en el Govern", ha dicho, y ha añadido que para ella "la coalición está vigente". Eso sí, de momento no ha querido entrar a valorar un posible Govern en solitario de ERC.
¿Puede gobernar Esquerra en solitario?
La intención de Esquerra es gobernar en solitario si Junts certifica la salida del Govern. Ello es factible si encuentra nuevos apoyos en el Parlament para aprobar las leyes que impulse el Ejecutivo. Esquerra tiene 33 diputados y la mayoría absoluta está en 68. No se descarta acuerdos estables con En Comú Podem, incluso que pueda entrar en el Govern. Aragonès ya pidió en su investidura a los comuns y a la CUP que se incorporarán al Ejecutivo pero la presencia de Junts lo hacía inviable. La suma de ERC y los ocho diputados de En Comú Podem sólo llega a los 41 diputados, lejos también de la mayoría absoluta.
¿Cuál sería el papel del PSC?
Los socialistas tendrán un papel relevante. La mayoría independentista había neutralizado la incidencia parlamentaria del PSC a pesar de haber ganado las elecciones, como ya le pasó a Ciudadanos. Pero la crisis de Govern y el enfrentamiento de ERC con Junts y la posición crítica de la CUP sitúa a los socialistas con sus 33 diputados como actor clave para recomponer una mayoría que permita al Govern desarrollar la acción política en el Parlament. Esquerra es reacia a esta ecuación porque recuerda al tripartito de principio de siglo que le trajo muy mal resultados y porque actualmente el PSC es un rival directo de los republicanos en el campo electoral, especialmente en las áreas metropolitanas de Catalunya. Sin olvidar los efectos del procés en qué los socialistas avalaron por ejemplo la aplicación del artículo 155 de la Constitución. Pero si Junts se enroca en una oposición dura al salir del Govern, Esquerra quedará en manos de los socialistas.
¿Cómo queda el mapa político independentista?
La fractura entre los partidos independentistas se consolida totalmente con la crisis del Govern. A la posición crítica de la CUP respecto a ERC y Junts se suma la ruptura de relaciones entre los dos partidos que hasta ahora han gobernado juntos los últimos siete años. Es el certificado que el llamado 52% de voto independentista de la últimas elecciones no tiene una traslación política en el Parlament. Tanto desde Junts como desde ERC manifiestan preocupación por la dificultad futura para establecer acuerdos entre las tres fuerzas que permitan mantener una presidencia independentista y el PSC aprovechará sin duda estas nuevas cartas.
¿Cuál sería el primer escollo para Aragonès?
Los presupuestos de la Generalitat para 2023 son el primer escollo con que tendrá que lidiar el president de la Generalitat si se queda sin sus socios. El conseller de Economia, de Junts, Jaume Giró, ya tiene muy avanzados los trabajos y ha iniciado negociaciones con En Comú Podem, el PSC y la CUP. Estos últimos se muestran reacios a aprobar los presupuestos pero habrá que ver los retoques que puede imprimir Aragonès si Giró deja el Ejecutivo. Los comuns se pueden ver incentivados a llegar al acuerdo sin la incomodidad de pactar con Junts como pasó hace un año. Pero si Junts sale del Govern y entra en una fase de bloqueo contra el Ejecutivo Aragonès necesitará al PSC. El president prevé no tocar demasiado el trabajo de Giró y apelará a la responsabilidad de Junts para aprobar unas cuentas que han estado diseñadas por uno de sus principales consellers. Pero si el rencor impera en las filas juntistas, el PSC saldrá sin duda al rescate, como explica Salvador Illa: "Estamos dispuestos a colaborar y a llegar a acuerdos, vamos en serio con este tema".
¿Qué se juega Junts con la salida del Govern?
A parte de la capacidad de articular políticas públicas, la salida del Govern afecta directamente a unos 300 altos cargos que han sido nombrados por los consellers y concelleres de Junts. Todos ellos cesarían en sus funciones automáticamente si sus jefes políticos son relevados. El Govern tiene 600 altos cargos de designación directa y Junts ha nombrado cerca de la mitad. Por otra parte hay que tener en cuenta la multitud de entidades, empresas y organismos que tienen contratos con la Generalitat y dependen de ellos para su funcionamiento y que se pueden ver afectadas por un convulso cambio de Govern.
¿Cómo puede afectar la crisis a la política estatal?
La principal afectación en la política estatal de la actual crisis de Govern es que puede modificar el equilibrio de fuerzas en el Congreso entre Esquerra y el Gobierno español, especialmente con el PSOE. Si el PSC pasa a ser un grupo imprescindible para los republicanos en Catalunya frente al bloqueo de Junts y la CUP, ERC verá debilitada su capacidad negociadora con Pedro Sánchez. Y las demandas de Gabriel Rufián y sus 13 escaños le saldrán más baratas a la Moncloa ya que entrará en juego la contraprestación de votos necesarios en el Congreso y en Barcelona. Pero a su vez, ERC también puede ver como imprescindible incrementar la gesticulación independentista y la beligerancia para no perder fuelle en la disputa electoral con las otras fuerzas independentistas, especialmente a pocos meses de las elecciones municipales. Con todo, desde ERC aseguran que "pase lo que pase nosotros actuaremos en Madrid como siempre, defendiendo una solución negociada y democrática al conflicto político y aprobando o rechazando las medidas en función de los intereses de los catalanes y las catalanas".
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