La educación de la princesa Los reyes son altos patronos de la organización que seleccionó a la princesa Leonor para estudiar en Gales
La directora general de Colegio del Mundo Unido (UWC) en España y coordinadora del proceso de selección desvincula el papel de los monarcas en el resultado final de esa selección. Asegura que Leonor ha sido elegida por sus méritos académicos. Este año irán 14 o 15 estudiantes españoles a estudiar fuera y la princesa será de las pocas que no esté becada.
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madrid, Actualizado:
Desde que trascendió que la princesa Leonor estudiará los dos próximos cursos el bachillerato internacional en un colegio en Gales por los que sus padres tendrán que pagar 76.500 euros han surgido algunas preguntas sobre esta decisión, muy criticada por Podemos y por algunos representantes de los sindicatos, que consideran que no sólo supone un gesto de desprecio hacia el sistema educativo español, sino que además consagra un privilegio que en lugar de ayudar a la imagen de la monarquía, la aleja un poco más del común de los ciudadanos.
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Que la futura reina de España vaya a recibir una elitista educación en Gales es, por supuesto, una decisión libre y personal de sus padres, los reyes, quienes además pueden pagarla. Sin embargo, el anuncio ha levantado ciertas suspicacias y dudas, dado que la princesa Leonor va a estudiar en uno de los 18 colegios que forman la red Colegios del Mundo Unido (UWC, por las siglas en inglés de United World Colleges), una organización internacional que en España cuenta con los reyes como los altos patronos de su fundación, esto es de su órgano de Gobierno.
Financiada por empresas, fundaciones, particulares y antiguos alumnos, la fundación de UWC ha sido la encargada del proceso de selección que ha seguido la hija de los reyes. En España cuenta con destacados y reconocibles patrocinadores: el BBVA, La Caixa, ONCE, Prosegur, la Fundación Rafael del Pino y la Fundación Eduarda Justo. Patrocinadores aparte, el patronato de la Fundación Colegios del Mundo Unido tiene, además, a un miembro de la familia Borbón, el infante Don Carlos, fallecido en 2015, como presidente de honor.
En este sentido, el artículo 10 de los estatutos de la UWC (PDF), colgados en su página web, establece que "los Altos Patronos designarán y removerán al Presidente del Patronato de la Fundación. Podrán ser Patronos de la Fundación aquellas personas mayores de edad y con capacidad de obrar interesadas en la realización de sus fines, que sean propuestas por el Presidente del Patronato, respecto de las que no se haya manifestado la oposición unánime de los restantes miembros del mismo Patronato". Pero, además, el artículo 17 de esos mismos estatutos deja claro que "el Presidente del Patronato será nombrado por SS.MM. los Reyes de España, Altos Patronos de la Fundación, por un período de seis años. Terminado cada mandato, el anterior Presidente podrá ser renovado en el cargo".
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La sombra de la sospecha se alarga un poco más porque esos patronos, propuestos por el presidente del patronato, quien a su vez es nombrado y puede ser destituido por los reyes, intervienen directamente en la selección de los estudiantes que irán a alguno de los 18 colegios de UWC repartidos por el mundo.
Berta Fraguas, directora general de UWC España y coordinadora del proceso de selección en el que ha participado la princesa Leonor, desvincula el papel de los reyes en la fundación de la UWC del resultado final de esa selección.
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La página web de UWC en España explica con bastante detalle el proceso de selección. Primero hay que superar una fase de preselección en la que un comité "integrado principalmente por antiguos alumnos, estudia todas las solicitudes recibidas y selecciona unas 60. Posteriormente llega la fase de selección propiamente dicha, "en la que los 60 preseleccionados son evaluados por el Comité de Selección, formado por miembros del Patronato, equipo de la Fundación y antiguos alumnos, mediante una prueba escrita de cultura general, una entrevista personal, un test psicológico (dirigido por una psicóloga especializada en jóvenes) y la exposición del proyecto social que el candidato ha preparado".
Fraguas explica a Público que los monarcas tienen un papel muy simbólico y se muestra un tanto molesta con las suspicacias. "Después de 27 años trabajando por este increíble proyecto educativo me duele un poco. Ya decía Benito Pérez Galdós: el español es suspicaz desde que nace", sentencia. Puede que Galdós tuviera razón. En ese sentido, una fuente independiente, la ONG AIPC-Pandora, especializada en educación internacional y en programas educativos para la juventud, afirma a Público que "Colegios del Mundo Unido son bastantes transparentes". Pero es también lícito afirmar que la princesa Leonor va a tener acceso a una educación muy elitista.
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También explica Fraguas a Público que durante todo el proceso de selección se mantiene el anonimato del aspirante, lo que desmontaría un trato de favor hacia la princesa. "Nunca, en el proceso nunca el candidato deja de ser anónimo. Solo cuando ya se ha terminado y las plazas están dadas se conoce su identidad. Los aspirantes que llegan a la selección final, que normalmente es presencial, se ponen un apodo con el que les conocemos durante las pruebas. En este caso, este año ha sido telemático, como es lógico, y solo ahora, una vez que el proceso ha terminado podemos conocer el nombre de los candidatos. De hecho, a día de hoy, los evaluadores aún no saben cómo se llaman los candidatos", afirma Fraguas.
Sin embargo, en el caso de la princesa Leonor ha sido imposible mantener en secreto su identidad hasta el final, reconoce la propia Fraguas. "Obviamente, al tenerla delante de la pantalla desparece ese anonimato, pero solo ocurre cuando algún candidato es conocido", mantiene la directora de UWC en España.
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En ese afán por dejar claro que no hay nada sospechoso ni ningún trato de favor se ha sumado la Asociación de Antiguos Alumnos de UWC España. A través de un comunicado, los antiguos afirman: "El principio central de UWC es el de seleccionar a aquellos jóvenes con curiosidad, motivación y compromiso personal para con sus comunidades, sin tener en cuenta su capacidad o estatus socioeconómico. Al menos el 80% de los seleccionados en España cada año reciben una beca por el importe que precisen para asistir a un UWC".
La directora de UWC España corrobora esta última información, aunque asegura que con la crisis económica provocada por la pandemia, la UWC "ha perdido donantes", por lo que este año tendrán menos plazas y menos becas. Fraguas cuenta que cada año se presentan unos 500 aspirantes españoles y que se suelen otorgar entre 15 y 25 plazas, dependiendo del año. "Pero este año, si tenemos suerte, podremos mandar unos 14 o 15", sostiene.
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Entre esos 14 o 15 afortunados y afortunadas estará la princesa Leonor. En su caso lo que sí es seguro es que no recibirá una beca, ni total ni parcial: no lo necesita porque su familia puede permitírselo y pagar de su bolsillo (del presupuesto que recibe anualmente la Casa real de los Presupuestos Generales del Estado) los 76.500 euros que cuestan los dos cursos de bachillerato.
En lo que se refiere a las becas, Fraguas asegura que este año aún no puede dar una cifra exacta "porque hay becas que son parciales y las becas se otorgan en función de la necesidad: el que necesita el 100%, lo tiene y el que necesita el 30% también, y si alguien no necesita, pues mejor, más dinero hay para los que sí lo necesitan. Sí puedo decir que el 85% de los alumnos españoles normalmente van becados total o parcialmente, pero ha habido años que han sido el 95%. Suele haber muchos más alumnos con beca que sin ella, con muchísima diferencia".
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A raíz de esto surge otra duda: los alumnos y las alumnas que pagan íntegramente todos los gastos, ¿consiguen la plaza porque pagan o por sus méritos académicos? La respuesta de la fundación UWC en España es categórica: por los méritos y capacidades del aspirante.
"Al menos el 80% de los aspirantes suele provenir de instituto público, el 12% de colegio concertado y el 8% de colegio privado"
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"Al menos el 80% de los aspirantes suele provenir de instituto público, el 12% de colegio concertado y el 8% de colegio privado", añade Fraguas cuando se le pregunta por el perfil socioeconómico de los que aspiran a esta exclusiva educación. La princesa Leonor pertenece a ese 8% de alumnos que provienen de la educación privada: hasta final de curso la princesa Leonor seguirá estudiando en el colegio católico y privado Santa María de los Rosales, en Madrid, cuya matrícula cuesta actualmente unos 7.000 euros al año.
Será a finales de agosto cuando la princesa Leonor viaje a Gales para iniciar el bachillerato internacional en un colegio que no está al alcance de cualquiera: un castillo medieval en el que Leonor convivirá con unos 350 alumnos de 90 nacionalidades distintas. Pero el castillo no será lo importante, al menos eso dice la Asociación de Antiguos Alumnos de UWC España: "La riqueza de la experiencia en un UWC no reside en las instalaciones del colegio o en el rigor del engranaje académico, sino en la maravillosa experiencia personal de convivir con una diversa comunidad de jóvenes de todas partes del mundo, motivados entorno a un reto común de cambio social positivo". Eso sí, o uno va becado o le cuesta 76.500 euros.