Podemos ha convocado este viernes al Consejo de Coordinación, la Ejecutiva del partido, para analizar por primera vez de forma oficial la debacle electoral sufrida en Galicia y Euskadi el pasado 12-J. Se han quedado fuera del Parlamento gallego, pasando de 14 a cero diputados, y en Euskadi han perdido cinco escaños, quedándose en seis, casi la mitad de los que tenían.

El líder de la formación y vicepresidente segundo del Gobierno, Pablo Iglesias, reconoció el domingo que los resultados suponen "una derrota sin paliativos", y urgió a afrontar una seria reflexión a los suyos, si bien hasta este miércoles el partido morado se ha mantenido en silencio.

A primera hora de la mañana, la secretaria de Estado para la Agenda 2030 y secretaria de Coordinación Ejecutiva del partido morado, Ione Belarra, reconoció que los resultados llegan tras años de "problemas internos", acrecentados "desde medios de comunicación". En una entrevista en RNE, la primera de una integrante de la cúpula de Podemos desde la noche electoral, Belarra alertó de los peligros de hacer "análisis en caliente", y pidió tiempo para "analizar".

El resto de formaciones, entre ellas IU, sí convocaron a sus respectivas Ejecutivas el lunes, si bien el partido morado ha esperado a que primero se reunieran las direcciones territoriales de Galicia y Euskadi.

De hecho, ambos cabezas de lista el 12-J, Antón Gómez-Reino (Galicia) y Miren Gorrotxategi (Euskadi), previsiblemente participarán en la Ejecutiva. La noche electoral del domingo fue, probablemente, la más dura para Unidas Podemos, y entre lunes y martes sus distintos portavoces pasaron a un perfil muy bajo.

Hasta la fecha, el análisis hecho público por IU, y el que varias figuras de Unidas Podemos han trasladado a este diario, enfatiza la importancia de las disputas internas, los cambios de marca y la ausencia de tejido de partido, como factores claves para explicar esta "derrota sin paliativos".