Los votantes de Unidas Podemos serían más partidarios de hacer públicas las discrepancias con el PSOE en el Gobierno de coalición que de ser discretos para que estas disputas se resuelvan de manera interna. Esto es lo que refleja una encuesta encargada por Podemos al instituto de investigación, marketing y opinión IMOP.

El estudio se ha realizado a través de más de 500 entrevistas llevadas a cabo a principios de abril entre los ciudadanos considerados progresistas (que se ubiquen entre el 0 y el 5 en una escala ideológica en la que el 0 representa el espacio más a la izquierda y el 10 el espacio que está más a la derecha).

Este espectro comprendería a los votantes de PSOE, Unidas Podemos, ERC, CUP, Más País, Compromís, EH Bildu y BNG en las últimas elecciones generales, las de noviembre de 2019. En este sentido, además de datos de los encuestados considerados progresistas, la encuesta también recaba información desagregada de los votantes de Unidas Podemos.

Según el estudio, un 76% de los votantes del espacio confederal no está de acuerdo con la afirmación de que "Unidas Podemos debe ser leal y no manifestar públicamente sus discrepancias", frente a un 22% que sí estaría de acuerdo con esta posición.

La formación morada ha encargado esta encuesta después de las numerosas discrepancias que se han mantenido en el seno del Ejecutivo de coalición respecto a temas fundamentales en los que el PSOE y UP diferían (vivienda, reforma laboral, intervención del mercado eléctrico, presupuestos...). La vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz, siempre ha abogado por resolver estas cuestiones "en silencio", con el objetivo de no trasladar a la ciudadanía tensiones y ruido que, a su juicio, alejan a los representados de sus representantes.

Aunque la titular de Trabajo sí que se ha mostrado partidaria de trasladar a la opinión pública la opinión de cada formación para que los ciudadanos puedan conocer el proyecto de cada espacio y su propuesta en las diferentes materias que se tratan (tal y como sucedió con la batalla que se libró en el seno del Gobierno a cuenta de la reforma laboral).

Otras voces del espacio han abogado por trasladar siempre a la ciudadanía la opinión del espacio confederal cuando hay diferencias con el socio mayoritario del Gobierno, también como una forma de presionar a los socialistas en temas de la agenda social (como la regulación de los alquileres o la subida del salario mínimo interprofesional).

El estudio recoge otras cuestiones relativas al Ejecutivo y a la coalición. Más de un 40% de los encuestados progresistas prefieren, en caso de celebrarse elecciones generales, una reedición del Gobierno de coalición entre el PSOE y Unidas Podemos. Sin embargo, esta opción pierde por poco respecto a la de un Gobierno de los socialistas en solitario.

Más de un 25% de los encuestados se decantan por un Ejecutivo del PSOE en solitario apoyado por UP, mientras que un 20% quieren un Gobierno socialista apoyado desde fuera por el PP; si se suman las dos opciones, el Gobierno de Sánchez en solitario es preferido por muy poco a la coalición actual.

Respecto a si Unidas Podemos debería abandonar el Ejecutivo tras el giro unilateral de Pedro Sánchez sobre el Sáhara Occidental, un 74% de los encuestados lo rechaza (una cifra que llega hasta el 87% en el caso de los votantes del espacio confederal). Un 25% cree que los de Yolanda Díaz deberían salir del Gobierno (un 11% en el caso de los votantes de UP).

Un 59% atribuye a UP las principales medidas sociales del Gobierno (la cifra sube hasta el 79% en el caso de sus electores). Un 40% de los encuestados progresistas no está de acuerdo con esta afirmación. Un 49,8% no vería con buenos ojos que el PSOE buscara acuerdos con el PP antes que con sus socios; un 25,4% lo vería con buenos ojos; y un 17,5% se situaría a caballo entre ambas opciones.