La líder de Hogar Social Madrid, Melisa Domínguez, ha afirmado que el grupo fascista esta preparado para presentarse unas elecciones "en no muy largo plazo". La dirigente de extrema derecha asegura que "está todo calculado" y que el tiempo de trabajo en las calles "ya ha pasado", para apuntar a un hipotético salto a las instituciones.

En una entrevista para El Plural, se ha querido distanciar de los partidos de la derecha española, diciendo que le parece "insultante" que el PP cuelgue una bandera "rojigualda" en su sede y que Vox, al final, está defendiendo la "privatización de las pensiones".

La líder fascista también hace alarde de su pensamiento xenófobo y afirma que "la inmigración no se puede vender como una panacea positiva" porque "cuando la inmigración es masiva, el trabajador se ve obligado a aceptarlo, devaluando la calidad laboral".

Domínguez continúa en esa misma línea para cargar contra la población rumana de etnia gitana que vive en España, a quiénes califica como "una lacra a la seguridad y un grave problema". No sólo eso, sino que para ella los hijos de los migrantes nacidos en España no deberían tener la nacionalidad.

La activista de neonazi, centrando todo su discurso en el nacionalismo, asegura que "no se mete en la orientación sexual de cada uno" porque su enfoque está en "ayudar para reconstruir la justicia social de los españoles". "Hemos ayudando a personas homosexuales", zanja

En cuanto a la exhumación de Franco, la líder de HSM, que niega tener una esvástica tatuada en el tobillo, muestra los mismos argumentos equidistantes que Ciudadanos y PP. "No creo que los problemas de los españoles se solucionen exhumando a una figura histórica que lleva 40 años muerta".