Garzón reivindica en Sevilla la "garantía de honestidad" de IU frente a la corrupción del PP

SEVILLA.- En Andalucía ya pasaron elecciones autonómicas. En Sevilla sólo está en juego un concejal ─a lo sumo dos según el CIS y otras encuestas─, pero ha sido la plaza que la dirección federal de Izquierda Unida ha elegido para poner fin a una campaña electoral en la que se juega su supervivencia ante la irrupción de Podemos y el auge de Ciudadanos.

Había que huir de Madrid, escenario de una guerra interna con un relato distinto según el líder de la coalición que lo explique. El coordinador federal, Cayo Lara, y el candidato a la Presidencia del Gobierno, Alberto Garzón; el defensor de las siglas e identidad de IU y el que aboga por caminar hacia espacios unitarios con la marca electoral en un segundo plano, han vuelto a hablar juntos en un mitin desde que arrancaran la campaña en Zaragoza, donde la candidatura de unidad popular con otras fuerzas políticas sí ha llegado a buen puerto con Zaragoza En Común.

Ha sido una campaña atípica, con las encuestas en contra, con actos poco masivos y con un lugar de cierre inédito en la historia de la coalición. Una campaña que ha dejado más claro que nunca las diferencias entre el coordinador y el candidato, con discursos opuestos sobre el futuro papel de la coalición; en definitiva, sobre el modelo de unidad popular con el que tendrán que trabajar si quieren seguir siendo una fuerza política con influencia real.

La campaña electoral ha evidenciado las diferencias entre el coordinador federal, Cayo Lara, y el candidato a la Presidencia del Gobierno, Alberto Garzón

Garzón ha sido claro a este respecto en su intervención en la Muelle de la Sal de la capital andaluza, junto al río Guadalquivir y frente unas 700 personas. "Los tiempos son complicados, el suelo se mueve bajo nuestros pies", ha dicho en clave social, pero sobre todo de cara a su organización. Garzón ha pedido una "izquierda valiente" que "no caiga en la parálisis" y salga "a ganar y a afrontar los problemas de forma colectiva". "Que nadie se asuste y piense que la izquierda tiene que hacer un repliegue", ha advertido el candidato a La Moncloa, que defiende "más que nunca los valores y principios" de su organización, pero que "necesaria la unidad popular", no sólo como "herramienta de marketing electoral" sino como "herramienta de transformación social".

Sin embargo, la unidad popular no ha aparecido en el discurso de Cayo Lara, que ha preferido hablar de "coaliciones con mutuo respeto entre todas las fuerzas" y "con un denominador común: apartar a la derecha de las instituciones del Estado". Ahí si se convergen ambas visiones. "Los principios de la izquierda no se venden por un puñado de votos", ha afirmado Garzón, una frase casi idéntica a la de la Lara, que tampoco vende unos principios que, sin embargo, pocos españoles están dispuestos a comprar en estas elecciones según las encuestas.

IU, "garantía de honestidad"

Ha sido el Partido Popular la diana de todas las intervenciones. De la de Garzón y Lara y también de la de el coordinador de IU en Andalucía, Antonio Maíllo y el candidato a la Alcaldía de Sevilla, Daniel González; un joven de 27 años a quien los sondeos reservan un acta de concejal.

"Nos nos gobiernan ni Zoido [alcalde de Sevilla] ni Rajoy. Ellos sólo son empleados de las grandes empresas", ha subrayado Garzón, quien no ha perdido la oportunidad de afear al presidente del Gobierno el alquiler de una jet privado a una empresa de Florentino Pérez por más de 14.000 euros para poder llegar a tiempo a sus actos de campaña. "Eso significa que vivimos en un sistema político profundamente clientelar, parasitario y rentista", ha asegurado el diputado por Málaga. También ha cargado contra Aguirre, a quién Lara considera "la madrina de la corrupción" y que para Garzón "no puede representar al pueblo cuando cobra 30.000 euros al mes". "El cambio ya es seguro. Se trata de si ese cambio lo va a protagonizar la izquierda o la derecha. No queremos que el cambio lo dirija una minoría social representada por Aguirre".

Lara también ha cargado contra Aguirre, a quién considera "la madrina de la corrupción", y que para Garzón "no puede representar al pueblo cuando cobra 30.000 euros al mes"

Frente a la "banda organizada para trincar" que según Lara dirige Rajoy, "el señor X de la corrupción", Garzón ha pedido el voto para su formación porque "cada concejal de IU que entre en las instituciones es una garantía de honestidad", ha dicho poniendo como ejemplo la denuncia del caso Rus que ha destapado el grupo parlamentario de Esquerra Unida del País Valencià. Cayo Lara alarga esa lista de la honestidad ha todo su organización. "Somos la izquierda que combate la corrupción que combatimos la burbuja inmobiliaria cuando no estaba de moda, que nos querellamos contra Bárcenas, que creó la comisión de investigación de los EREs de Andalucía y que hemos pedido investigar el fraude de los cursos de formación hasta que el PSOE no echó del Gobierno", ha enumerado.

El coordinador de IU ha hecho repaso de los últimos cuatro años contando las camisetas de cada colectivo social que ha llevado al Congreso, un "arma revolucionaria" que ha virado desde las de las mareas verde y blanca por la sanidad y la educación públicas, a las de los afectados por la hepatitis C, por las preferentes, por los mineros del carbón o los afectados por los desahucios. " Si las repasamos todas, encontramos el panorama al que nos han conducido las políticas de expolio del PP" contra las que ha recordado que ha estado su organización y que "es justo que se reconozca".

Pero también ha se ha referido a Podemos, como siempre sin mencionarlo pero aludiendo a una de las frases célebres de Pablo Iglesias. Tras recordar que España es un país "lleno de miedos" como a no pagar la hipoteca, a que te quiten la casa, a que "te despidan si protestas por un salario digno" o a que "te corten el agua y la luz", Lara ha sido contundente: "Yo no quiero que el miedo cambio de bando, quiero una sociedad en la que nadie tenga miedo".