El ministro de Consumo, Alberto Garzón, ha acudido este lunes al Laboratorio Nacional de Biotoxinas Marinas situado en el campus universitario de Vigo. El ministro ha puesto el valor el trabajo en este espacio, a la "vanguardia" de la Unión Europea y que recibirá una inversión de 1,3 millones de euros del Gobierno.

El trabajo que hacen los técnicos e investigadores de este centro es crucial para proporcionar a los consumidores "garantías" sobre la calidad de los alimentos, entre ellos los mejillones, y para evitar problemas de salud pública, según ha subrayado Garzón.

El Ministerio de Consumo ha firmado un convenio de colaboración con el CSIC, a través de Instituto Español de Oceanografía, para invertir 1,3 millones de euros en los próximos dos años en este laboratorio vigués. El acuerdo promoverá la investigación sobre las biotoxinas marinas, así como el intercambio de conocimientos con otros grupos científicos punteros en la materia.

"Esta colaboración es fundamental porque ayudará a estudiar cómo el cambio climático está amenazando a especies como el mejillón", ha subrayado el ministro. Garzón ha reconocido el valor nutricional de este producto como fuente de proteína y con una producción con un impacto medioambiental "extraordinariamente bajo", además de fomentar la "economía social y fijar población".

El ministro ha agradecido el trabajo de los profesionales que desempeñan su labor en el Laboratorio de Biotoxinas, personal "altamente cualificado" y cuya metodología es "ejemplo" en la UE.

Garzón ha evitado pronunciarse ante las preguntas de los periodistas sobre la decisión de la UE de vetar la pesca de fondo en 87 áreas de aguas comunitarias, alegando que carece "de información suficiente". Este mismo lunes, el ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación, Luis Planas, ha avanzado que el Gobierno sopesa acudir al Tribunal de Justicia de la UE para recurrir esa medida, "si hay base jurídica".