El audio de Juan Marín (Ciudadanos), vicepresidente de la Junta, en el que este asumía –en el mes de julio en una reunión con su grupo parlamentario– que era una estupidez aprobar un presupuesto en año electoral ha reventado la estrategia y el relato del PP andaluz, que este fin de semana afrontaba con absoluta placidez su congreso autonómico.

El presidente de la Junta, Juanma Moreno, pretendía mantener la tensión y la idea de que si no había presupuestos no era por su voluntad, sino por la de los demás. A partir de ahora, le va a costar sostener esa idea con credibilidad. La cercanía de Marín, tan útil en otras ocasiones para Moreno, se ha revelado ahora, en el momento crucial de la legislatura, como una trampa de alcance aún por determinar.

El lío que se formó en San Telmo, sede de la presidencia de la Junta, espacio que comparte Marín con Moreno y con el consejero de la Presidencia, Elías Bendodo, fue grande. También en la calle San Fernando, sede del PP andaluz. El Gobierno y el partido, con rostros muy serios, trataron de salir del embrollo por la vía de insistir en que su voluntad de negociación era y es real y que las elecciones serán cuando decida el presidente –quien hasta ahora no ha hablado– y que este lo hará, como dijo en una entrevista reciente en El Mundo, a partir del mes de febrero de 2022.

Como si no hubiera pasado nada, después de que PSOE y Vox se retiraran de las mesas de negociación presupuestaria, Elías Bendodo (PP), consejero andaluz de la Presidencia, y Juan Bravo (PP), de Hacienda, se esforzaron este martes, en defender que el Gobierno aún mantiene abiertas sus puertas para unas cuentas que consideran vitales.

Bravo, aunque manifestó que un acuerdo era prácticamente imposible y que estaban abiertos a todos los partidos, se aferró a Vox como a un clavo ardiendo: "Lo que importa es lo que va a pasar el día 24. Vox ya retiró una enmienda a la totalidad. Apelamos a que sigan intentado entender lo que les explicamos. La situación a día de hoy es que no apoyan los presupuestos", dijo Bravo.

Bendodo manifestó, también en la misma línea de siempre, como si el audio no existiera, que la idea del Gobierno era que las cuentas nada tenían que ver con un adelanto electoral, haya o no presupuestos: "Aviso a navegantes por si alguno hace sus cálculos. La vocación sigue siendo agotar la legislatura".

Imponer un relato

Bendodo trató también quitó hierro e importancia al audio y lo que en él se escucha y manifestó además que al PSOE que, a su juicio buscaba desde hace tiempo una excusa para escapar de la negociación presupuestaria iniciada después de una visita de Juan Espadas a Moreno el 1 de octubre en San Telmo le venía bien la publicación del audio. "Qué casualidad que las conversaciones salgan el mismo día en que el consejero de Hacienda se reúne con los socialistas", dijo Bendodo.

Esa negociación ha sido prácticamente inexistente y ha estado más cerca de un tira y afloja por imponer un relato que de una búsqueda de acuerdos real, a pesar de la sintonía de ambos líderes, Moreno y Espadas, al respecto. El último intento de pacto se produjo este lunes, pero ya ha quedado todo atrás. El PSOE considera que Moreno les ha engañado desde el principio y se ha retirado de las mesas. El jueves presentan enmienda a la totalidad.

El PP, en paralelo, se desvinculó por completo de Marín. Así, el vicesecretario general, Toni Martín, manifestó que lo que dijo eran "opiniones a título personal", y defendió, al igual que Bendodo y Bravo que el PP seguía con "la mano tendida" y que la mantendrá "hasta el último momento" para lograr los apoyos necesarios con los que aprobar las cuentas.