Fue a primeros de marzo de 2015 cuando el todavía presidente de la Comunidad de Madrid, Ignacio González, acusó a dos comisarios de Policía de haberle extorsionado a cuenta de la investigación de su ático de Estepona (Málaga). Estos eran el adscrito a la Dirección Adjunta Operativa, José Manuel Villarejo Pérez, y el jefe de la UCAO (Unidad Central de Apoyo Operativo), Enrique García Castaño.

Entonces se hizo público que la reunión se había producido en 2011 en una cafetería de la Puerta del Sol, pero la información había quedado oculta en las manos del anterior número 2 de la Policía, Miguel Ángel Fernández-Chico, fallecido en 2012. Sin embargo, según una de las conversaciones mantenida por Francisco Granados el 30 de julio de 2014, él sí era conocedor de este encuentro.

 

Ese día el ex secretario general del PP de Madrid recibe una llamada de un interlocutor desconocido que le pregunta “si el expediente del que hablaron está aquí o aIlí, en el sur donde se va FRANCISCO ahora”. Granados le responde que aquí, en Madrid, y el hombre pregunta “si lo que hay que buscar es una copia de Ia orden que pudo dar su amigo (del HOMBRE) FERNANDEZ CHICO”.

El ex consejero de Justicia de Madrid está bien informado y le aclara que “ahí está el informe que hace el otro COMISARIO de aquella reunión y que el COMISARIO que lo firma se llama PEPE VILLAREJO. FRANCISCO dice que lo importante es que en el informe queda reflejado que existió una reunión en Ia que éste, compañero de partido, intenta parar Ia investigación, utilizando su cargo. FRANCISCO explica que su compañero citó a éstos en una cafetería para pedirles que parasen Ia investigación”.

No sólo hablan del comisario Villarejo, también del ex comisario de Marbella, Agapito Hermés de Dios, que fue destituido por la investigación del ático de González y que fue quien tuvo que declarar en el procedimiento abierto en el juzgado de instrucción número 47 de Madrid.

Los investigadores de la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil quieren averiguar quién es ese hombre al que se le da tal instrucción, además hacen referencia a una de las partes personadas en algunos de los procedimiento abiertos por el asunto de González, bien en el de Madrid bien en la querella interpuesta por el Sindicato Unificado de la Policía (SUP), el comité de trabajadores de Telemadrid y también el PSOE ante un juzgado de Estepona. Según las escuchas de los investigadores de la trama Púnica, “FRANCISCO explica que su amigo común es parte de ese procedimiento y que como está personado, lo que tiene que pedir es referencia del COMISARIO del que habrían hablado ayer que ya ha sido llamado a declarar como imputado”. Una de las coincidencias es que “una de las últimas acusaciones populares en personarse en el juzgado de Estepona fue la de Transparencia y Justicia, detrás de la cual está el comisario José Villarejo implicado por su trabajo policial en el caso”, explican fuentes cercanas al procedimiento.

Los toros y el comisario

En ese verano de 2014, el sumario refleja que son continuas las comidas, llamadas y reuniones que Francisco Granados mantiene con el comisario Carlos Salamanca, el conocido como comisario de Barajas que fue imputado en la Operación Emperador aunque en el Tribunal Supremo desestimó su causa.

Captura Púnica

Por ejemplo el jueves 10 de julio, Granados va a comer con el Carlos Salamanca “y otro amigo del aeropuerto”. Al día siguiente Granados se reúne con “un jordano” y le dice a su jefa de prensa que va acompañado del comisario Salamanca. No es la única vez que hace menciones a estos encuentros. Salamanca le acompaña y asesora en reuniones con algunos empresarios, algunos peligrosos relacionados con el aeropuerto de Ciudad Real, según le manifiesta preocupado en una conversación el responsable de Societè Generale, Donato González. Fue el 28 de agosto de 2014, “DONATO le pregunta por el motivo por el que va a ver a este, que es peligroso. FRANCISCO dice que no le ha tratado, que es el del aeropuerto de Ciudad Real, que es eI del balonmano, el que ha mandado Ia Caja de Castilla Ia Mancha todos estos años. Que es íntimo amigo de Bono. FRANCISCO dice que con SALAMANCA siempre bien”.

El grado de amistad viene de muy lejos. En febrero de 2012 Salamanca escribe a la secretaria de Granados y le adjunta una relación de pueblos de Madrid donde se celebraran corridas de toros “para la deseada y posible contratación de Octavio García El Payo, como sabes ahijado mío, y apoderado por mi yerno”. Dicho y hecho. Ese 2012, El Payo toreó en Las Ventas.