El Gobierno andaluz de Juan Manuel Moreno Bonilla se defiende con grandes cifras de los evidentes problemas de la sanidad pública andaluza, que no ha frenado su deterioro en los años de mandato del PP. 

Llevan años el presidente de la Junta y su equipo defendiendo que sus cuentas son las "mayores de la historia" de Andalucía y apuntalando ese relato con frases grandilocuentes. 

La presentación de las cuentas para el año próximo, aprobadas hoy por el Ejecutivo, prosiguen con la misma parafernalia. "Un presupuesto nunca visto en la historia de Andalucía. Nunca nadie invirtió más que este Gobierno en Sanidad", proclamó el presidente este lunes.

Sin embargo, hasta ahora este enfoque no ha servido. Los grandes números contrastan con el deterioro de la Atención Primaria y con su colapso, por ejemplo, en la comarca de Estepa, que atiende a unas 40.000 personas. 

Andalucía ha pasado, según el último trabajo –del mes de abril– de la Federación de Asociaciones para la Defensa de la Sanidad Pública (FADSP), que emite informes anuales que permiten la comparación entre Comunidades, a ocupar el último lugar en la tabla. Es decir, es la que ofrece un peor servicio sanitario. Cuando Moreno Bonilla llegó al Gobierno, Andalucía que ya sufría una fuerte crisis de la atención sanitaria, estaba seis puestos más arriba. 

El malestar va in crescendo, al mismo ritmo que los trasvases de fondos a la sanidad privada. Este fin de semana ha provocado una nueva movilización, en la que miles de personas se manifestaron en las ocho provincias en defensa de una sanidad 100% pública. "La pésima gestión del personal y del presupuesto ha incrementado los déficits y provocado una diáspora de profesionales", analizan las mareas blancas por la sanidad.

Cifras ingentes

En términos absolutos, cierto es, las cifras del presupuesto son ingentes: el presupuesto total que el Gobierno andaluz prevé destinar a Sanidad para 2024 asciende a 14.246 millones de euros, un 30,5% del total de las cuentas –que superan los 46.000 millones– y  un 7% del PIB de la Comunidad, según la Junta. 

Sin embargo, solo crecen en el apartado sanitario, según los datos aportados por el Gobierno autonómico, un 3% respecto a las cuentas de este año, por debajo del aumento del IPC en lo que va de 2023, que asciende al 3,5% en España y al 3,8% en la Comunidad (entre septiembre del 22 y el del 23). También está por debajo del aumento general del gasto no financiero, que es del 5,5%. 

El PP y el Gobierno de Moreno Bonilla prefieren comparar las cifras con las del año 2018, el último en que gobernó el PSOE en Andalucía: "un 45%», 4.402 millones más".

Los sanitarios no niegan, claro está, que los millones sean más que antes pero sí dudan de su eficacia y también de si son suficientes. "Efectivamente el montante global del presupuesto asignado a la sanidad es muy importante, ha sido una subida evidente, de la que nos tenemos que alegrar, sólo comparable a los 11.000 millones de euros ejecutados en 2010, cuando gobernando el PSOE, se gastó en sanidad…", admite Sebastián Martín Recio, portavoz de la Marea Blanca de Sevilla. 

Después, añade: "Luego [el presupuesto] sufrió, como todo el mundo sabe, durante 10 años un descenso de mil millones anuales dejando el PSOE un agujero en la sanidad pública  de más de diez mil millones de euros, que fue incrementándose al principio del Gobierno del PP".

Antonio Macías, de UGT, analiza: "Los presupuestos dan cantidades genéricas que lo admiten todo. Lo que tenemos bien claro es que la sanidad es un caos organizativo y las listas de espera son infinitas". 

"Esa es la mejor valoración –añade el sanitario– de los insuficientes presupuestos que tenemos. No nos vale con una declaración institucional de que somos los que más dedicamos a sanidad porque somos la comunidad más grande y más poblada y [tampoco nos vale decir] que aumentamos el 3% porque solo en sueldos ya tenemos un 3,5% de subida este año, y 2,5% el año que viene". 

"En definitiva le exigimos mejores condiciones laborales, mejores condiciones asistenciales y eso se consigue con presupuestos óptimos y gestión eficiente. Si no se consigue lo primero es porque una de estas dos cosas o las dos no son las adecuadas", Antonio Macías, de UGT. 

Tres observaciones

Martín Recio hace tres observaciones al presupuesto y a las razones por las que aun disponiendo de mucho dinero, la situación no mejora. Por un lado, afirma: "Nos gustaría tener una reunión con la consejera de Salud para desentrañar todas las partidas reales que se piensan invertir precisamente en la sanidad pública". 

Por otro, asegura: "Una cosa es el presupuesto inicial que sirve para la publicidad previa y otra cosa es el presupuesto liquidado... Por ejemplo, en el año 2021 el presupuesto liquidado tuvo un superávit de 1.325 millones de euros y en el 2020, de 738 millones de euros. Quiere decir que una cosa es lo que se anuncia que se va a gastar y otra cosa es lo que realmente se gasta. Por eso estaremos atentos a las actuaciones que este presupuesto va a desarrollar".

Y, por último, el portavoz de la marea, afirma: "Una cosa es el presupuesto público para la sanidad y otra cosa es el presupuesto para la sanidad pública".

"Porque tenemos que saber con exactitud cuánto dinero de este presupuesto público para la sanidad va realmente para la sanidad privada que pueden ser cantidades ingentes, difíciles de conocer hasta que no esté el presupuesto liquidado", añade. 

"El millón de andaluces que en el 2022 fueron derivados a la sanidad privada no sabemos el coste que tuvo. Ahora se anuncian los 734 millones (más los 30 millones de salud mental) todo para la sanidad privada…", remacha Martín Recio.

Listas de espera

El Sindicato Médico hizo un análisis similar recientemente de lo sucedido con el presupuesto del 2023, que también fue anunciado como el mayor de todos los presupuestos. "El presupuesto de casi 14.000 millones de euros, el mayor de la historia, ni siquiera ha permitido no ya reducir, sino siquiera contener las listas de espera", recogen en un comunicado en su página web. 

"La Consejería de Salud se enfrenta a los últimos meses del año con el presupuesto agotado. Los drásticos recortes de la actividad de tarde en Atención Primaria y Hospitalaria, en las consultas y los quirófanos han revestido una dureza sin precedentes. ¿A dónde ha ido a parar tanto dinero? Una parte sustancial, a financiar el proyecto estrella de la Consejería, la consulta de acogida, un estrepitoso y carísimo fracaso", recoge el Sindicato Médico.

"Para contratar médicos no ha habido dinero. Sí lo ha habido para consultas de enfermería y para conciertos con la privada", remacha el sindicato corporativo. El mensaje de la actual Consejería a los médicos de la sanidad pública ha sido devastador».

El sindicato tiende la mano de nuevo a Moreno Bonilla de cara a este año y no pierde la esperanza de que las cosas puedan mejorar.