Incendiaria intervención de Tomás Gómez ante Pedro Sánchez en la Ejecutiva del PSOE

MADRID.- El ex secretario general del PSM (Partido Socialista de Madrid) Tomás Gómez protagonizó en la Ejecutiva Federal del PSOE una incendiaria intervención contra el líder del PSOE, Pedro Sánchez, que no por esperada dejó de ser muy dura.

Gómez, que sólo ha mantenido sus cargos orgánicos en la dirección federal tras crearse una gestora en Madrid y ser destituido como líder del PSM y candidato a la Comunidad de Madrid, esperaba con impaciencia la primera Ejecutiva que se convocase. Ferraz la dilató en el tiempo, pero a las puertas del Comité Federal del próximo sábado estaba obligado ya a celebrarla. Y Gómez tomó la palabra.

Según fuentes consultadas, el ex líder de los socialistas madrileñoa no dejó títere con cabeza. Acusó a Sánchez de estar dirigido por el periódico El País, y le recordó que es el mismo medio “desde el que de manera infame se defiende a Ignacio González”.

Luego, le reprochó el coste político de la decisión de destituirle y crear una gestora en Madrid. Para Gómez, el PSOE ha perdido la imagen del partido más democrático y consideró que eso no lo compensa la búsqueda de consolidar un liderazgo fuerte al frente del partido.

El dirigente madrileño llegó a decir que la militancia no es una forma de milicia, y que hasta en el Ejército no cabe la arbitrariedad, el capricho o el abuso de autoridad. Sánchez recordó que Felipe González dijo que antes socialistas que marxistas, y que no concibe que el PSOE sea antes socialista que demócrata.

Finalmente, reivindicó que el Comité Regional de Madrid sea restituido en sus funciones para evitar sectarismos y, sobre todo, para devolver la capacidad de decidir a los miembros del PSM.

A todo ello, no faltaron grandes elogios a la figura de Susana Díaz, a su excelente resultado y a cómo ha manejado los tiempos la dirigente andaluza.

Aunque hubo tensión por la dureza de su discurso, no hubo demasiado debate. Sánchez se esperaba su reacción y, al menos fuera de la reunión, la despachó con un lacónico: “Escucho todas las opiniones de los compañeros, pero algunas no las comparto”.