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LESBOFOBIA

El infierno que relató Sonia Vivas en el juicio contra dos policías: insultos, ataques a su vivienda y al colectivo 'trans'

La expolicía Sonia Vivas, actual concejala de LGTBI de Palma de Mallorca, explicó en la vista oral, en 2018, que los agentes condenados crearon en su contra una corriente de opinión en el cuartel que la impidió promocionarse y la aisló de los compañeros.

'Tenemos que vivir en un país en el que todo el mundo salga del sistema educativo con una formación en feminismo y una sensibilización en  igualdad de género'
Sonia Vivas, concejala de Justicia Social, Feminismo y LGTBI de Palma de Mallorca.-ARCHIVO

La expolicía Sonia Vivas recibió este martes una buena noticia: la confirmación por parte del Tribunal Supremo de las condenas a los dos policías responsables del acoso que sufrió durante doce años en la Policía Local de Palma de Mallorca por el hecho de ser lesbiana. Además trataron seriamente perjudicarla, inventándose que Vivas había intentado agredir a un detenido; un hecho por el que habría podido acabar en la cárcel siendo inocente.

La lectura de la sentencia del Supremo aporta elementos para hacerse una idea del calvario que sufrió esta mujer, pero su declaración en el juicio, en 2018, pone los pelos de punta. La Audiencia Provincial de Palma celebró el juicio contra tres policías, uno de ellos resultó absuelto, y muchos hechos ya prescritos quedaron sin castigo.

El relato que Sonia Vivas, que entró en la Policía Local de Palma en la promoción de 2004, hizo en el juicio sobre su sufrimiento por su condición sexual es estremecedor. Público ha tenido acceso a varios fragmentos de la vista oral.

El Supremo confirma las penas de prisión de tres años y cinco meses para Rafael Puigrós por los delitos de coacciones, denuncia falsa y falso testimonio; y de 15 meses para Alberto Juan Llaneras por un delito de coacciones. Ha quedado probado que Puigrós ideó una denuncia falsa que puso en serios apuros a Sonia Vivas, acusándola de maltratar a un detenido. Fue después de que ella relatara en un programa de radio el acoso que sufría por ser lesbiana.

Sonia Vivas argumentó en el juicio que en el momento de imputarla por el intento de agresión a un detenido ya se estaba investigando la pieza separada 'Policías' del caso Cursach, sobre una trama de corrupción que afectaba a políticos, empresarios y policías de Mallorca. "Les falló el sistema para inculparme, les faltó estructura, si hubiera estado el comisario en el cuartel hubieran atinado, pero no estaba presente porque ya estaba siendo investigado; por eso se equivocaron con el día que decían que yo había intentado agredir a un detenido", explicó Vivas en el juicio. 

A la pregunta de su abogado sobre cómo había sido la relación con sus compañeros, Sonia fue tajante: "Nunca tuve una relación normal de compañeros".  Vivas relató que le pincharon las ruedas de la moto, que le arrojaron huevos, que forzaron varias veces la puerta de su casa y que marcaron con spray negro el telefonillo de su piso. Todas aquellas situaciones de acoso derivaron en bajas psicológicas, como demostró Sonia en el juicio, pero los hechos fueron declarados prescritos.

Sonia vivas se atrevió a denunciar su situación cuando la Fiscalía Anticorrupción comenzó a investigar el llamado caso Cursach, en 2015. Entonces narró el infierno que sus compañeros la habían hecho pasar. Su denuncia se convirtió en una pieza separada del citado caso de corrupción, que salpica al PP balear y que se juzgará probablemente este año.

Al horror sobre los insultos y vejaciones que los dos policías ahora condenados en firme sometían a su compañera se sumó en el juicio al espanto al relatar Sonia Vivas otras actitudes de esos agentes, sobre todo, en relación al colectivo gay y transexual. Su homofobia era conocida, al parecer, por sus superiores, que nunca la frenaron.

Tras dos horas de declaración, respondiendo a las preguntas de su abogado, de la Fiscalía y de los abogados de los acusados, este relato de Sonia Vivas, del que Público ha ofrecido una pequeña muestra, es una prueba irrefutable de la homofobia que pervive en algunos sectores, entre ellos, los cuerpos policiales.

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