Entrevista a Miguel Ángel Gallardo"Solo dando un giro total al PSOE en Extremadura se puede volver al Gobierno"
Madrid--Actualizado a
Es alcalde de Villanueva de la Serena (Badajoz) desde el año 2003. Ha cosechado seis mayorías absolutas, la última con casi un 62% de los votos. Desde 2015 es, además, presidente de la Diputación de Badajoz. Su experiencia a nivel municipal es la principal carta de presentación de Miguel Ángel Gallardo (Villanueva de la Serena, 1974) para liderar el PSOE de Extremadura. Se presenta a las primarias del partido para sustituir a Guillermo Fernández Vara como secretario general. Competirá con la actual vicesecretaria general del partido y portavoz en la Asamblea de Extremadura, Lara Garlito. Gallardo defiende un modelo diferente al actual y se presenta como el candidato de la militancia y de las bases para renovar al PSOE en Extremadura. En esta entrevista con Público explica los puntos principales de su candidatura.
¿Por qué ha decidido dar el paso para presentarse en estas primarias para liderar el PSOE en Extremadura?
Por responsabilidad. Porque cuando te lo piden muchos compañeros y compañeras te tienes que olvidar de ti y pensar en el partido. Me duele la situación en la que se encuentra el partido a nivel regional. Me duele Extremadura y que esté gobernada por la derecha y ultraderecha. Pese a tener una situación que conozco y me gusta, como es la Alcaldía de Villanueva de la Serena con un 62% de los votos, deseo contribuir a Extremadura. Y en ese sentido no tengo ningún problema en dar un paso atrás en la Alcaldía para dar un paso al frente en la responsabilidad que en estos momentos también me permite devolver al partido el que me haya elegido candidato a alcalde durante 20 años.
Ha dicho usted que es el "candidato del municipalismo". ¿Qué significa exactamente?
"El PSOE en Extremadura se ha ido alejando de la ciudadanía"
Hay dos candidaturas solamente. Una candidata [Lara Garlito] que representa lo que conoce, el parlamentarismo. Y un candidato que conoce el municipalismo. Yo no puedo hablar de parlamentarismo. No he sido parlamentario, no porque yo no haya podido. Entenderá que con 20 años de alcalde lógicamente habría podido tener la oportunidad de hacerlo. Pero nunca me quise alejar de la gente y la ciudadanía. Nunca me quise alejar de las emociones, de lo que representa para mí la política en estado puro, que para mí es la política local. Es la que nos hará, desde mi punto de vista, volver o no al Gobierno de la región.
El partido se ha ido alejando de la ciudadanía y cuando se aleja se convierte en un partido de élite que no está con la gente, sino por encima de la gente. Yo quiero volver a estar con la gente. Un partido que esté en las asociaciones, colectivos de mujeres, mayores o jóvenes. Que comparta la vida en los parques, que esté en los centros de salud esperando al médico. Que esté en las AMPA, en los institutos. Quiero un partido de gente corriente que vuelva a ilusionarse con el PSOE.
Ya me ha adelantado alguna cosa, pero profundicemos un poco. ¿Qué ha hecho mal el PSOE de Extremadura para perder el Gobierno autonómico?
Abandonar la política en estado puro, que es la política local, la política con rostro humano. Creer que el talento de fuera es mejor que el de dentro. Y poco a poco hemos ido dejando atrás el talento de la militancia, que es tan amplio o mejor que el que muchas veces se ficha como independiente y que luego finalmente cuando vienen mal dadas nunca lo encuentras. Por tanto, la militancia ha tenido la sensación de que solo está para pegar carteles cada cuatro años. Hemos invertido la pirámide. En estos momentos da la sensación de que a quienes nos deben el poder estar en cargos de representación institucional, parece que le debemos algo quienes realmente ganamos las elecciones.
"La militancia ha tenido la sensación de que solo está para pegar carteles cada cuatro años"
Por tanto yo quiero invertir esa pirámide. Es una pirámide que se tambalea porque el pico está abajo. Hay que volverla a invertir hacia lo municipal, hacia las bases sólidas que se representa en cimentar en la calle lo que representa realmente un partido de izquierdas como el PSOE. Un partido que se preocupe por los problemas de la gente, que los vea con rostro humano y no con cifras porcentuales. Eso solamente se puede ver desde la calle y estando con ella. Es lo que yo he venido haciendo desde hace 20 años.
Quien le escuche, quien le lea, aunque no mencione de manera explícita al expresidente Guillermo Fernández Vara, puede considerar que usted es crítico con el papel que ha jugado. ¿Esta etiqueta es correcta?
No, en absoluto. Guillermo Fernández Vara ha representado, como Juan Carlos Rodríguez Ibarra, lo mejor de esta tierra. Pero Fernández Vara ha decidido dar un paso atrás. Y en estos momentos el PSOE está en la posición más crítica. Nunca antes en el Parlamento de Extremadura había habido más diputados de derechas que de izquierdas. Es la primera vez. Guillermo perdió las elecciones en el año 2011, pero decidió dar un paso al frente y volver a la calle, a la esencia del PSOE, para ver en qué se había equivocado, reconocer los errores y acercarse a las ilusiones, emociones y problemas de la gente. Todo para encontrar las soluciones. Eso le permitió volver a recuperar el Gobierno, primero con minoría y luego con mayoría. En esta ocasión esa nueva mayoría nos ha hecho volver a alejarnos de la calle. Es una realidad palpable.
"Hemos perdido el valor de la militancia en favor de la partitocracia"
Yo he sido una persona absolutamente leal con mi secretario general. Le deseo que estas primarias le sirvan de fuerza. Porque la curación va a venir de la sanidad que él mismo contribuyó a crear en Extremadura. Es una sanidad de calidad. Pero efectivamente yo no tengo ningún problema en decir que la lealtad se basa en decir siempre a quien gobierna qué cosas hace mal o bien dentro de los órganos internos del partido. Yo ya se lo dije, le dije que creía que volviéndose a presentar se arriesgaba a perder dos veces. Desgraciadamente eso ocurrió. La gente nunca se equivoca en unas elecciones, como tampoco se van a equivocar los militantes en unas primarias. Por tanto, tenemos que hacer una crítica en ámbito colectivo. Y sobre todo una reflexión. ¿Por qué hemos llegado hasta aquí? Porque hemos perdido el valor de la militancia en favor de la partitocracia. Hemos perdido el valor de la meritocracia en favor de la clase dirigente. Eso nos ha llevado a la situación en la que estamos en estos momentos.
En otros territorios, como recientemente en el País Valencià, se han evitado primarias porque se han llegado a acuerdos entre diferentes candidaturas. ¿En Extremadura se ha intentado? ¿Ha sido imposible? ¿No se puede acordar ya?
En València yo no conozco el acuerdo. Pero estoy convencido de que viene sobre la base de que hay un modelo de partido idéntico entre las tres candidaturas. En esos casos el acuerdo es lógico que se produzca, me parece bien y lo aplaudo. En Extremadura no es posible. Porque representamos dos modelos de partido diametralmente diferentes dentro de la misma idea, que es el éxito electoral. Pero uno piensa que cambiando las caras podemos cambiar el Gobierno. Yo pienso que solamente cambiando el partido de verdad, dando un giro total hacia el municipalismo y dando valor a la militancia, es la única posibilidad de poder arrebatar un Gobierno que además de no tener palabra su presidenta, no tiene ambición por Extremadura.
Siempre que hay procesos de primarias se suele hablar más o menos de quién es el favorito de Ferraz. Yo le he leído a usted en alguna entrevista que el secretario de Organización del PSOE le ha asegurado que no iban a impulsar favoritismos. ¿Es así?
Absolutamente. No solamente confío, sino que me están dando muestras de que el partido no tiene favoritos. El partido a nivel federal tiene el favorito de quien gane las primarias. No es así a nivel provincial. Ahí hay una clara candidatura favorita, que no soy yo. Cuando se instauraron las primarias, como era un partido de cuadros, había una sensación de que las primarias nos podían romper o dividir. Eso ha avanzado mucho y nos ha permitido profundizar democráticamente en el partido y nos ha ido bien. Hoy tenemos un Gobierno de Pedro Sánchez fuerte precisamente porque lo eligieron los militantes. A mí estas primarias me han hecho cambiar de opinión, y lo tengo que decir con claridad. Estoy viendo cómo se está devolviendo la ilusión necesaria para volver a ganar las elecciones.
"Sin primarias, yo no podría ser secretario general porque no tengo el beneplácito de las direcciones provinciales"
Es imprescindible la participación de la militancia, es el verdadero ejército del PSOE en Extremadura. Estoy convencido de que con un pulso de ilusión es como la Coca-Cola recién comprada, que la mueves y no queda una gota en el envase porque expande el líquido hacia toda la sociedad extremeña. Si no hubiera primarias, yo no podría ser secretario general de Extremadura porque no tengo el beneplácito de las direcciones provinciales. Dicho esto, no hay que ser muy listo para saber qué candidato goza de ese favor porque sus dirigentes están en las fotos, secretarios de organización y ejecutivas y con quién estoy yo, que soy el candidato de las bases sin lugar a dudas.
¿Qué valoración hace de estos primeros meses de Gobierno del PP y Vox en Extremadura con María Guardiola al frente?
Un gobierno que se basa en la mentira no puede ser un buen gobierno por mucho que haga ya. Porque María Guardiola parecía una mujer decente, coherente, que tenía principios, etc. Decía de forma reiterada que bajo ningún concepto tendría un gobierno con Vox. Que bajo ningún concepto sería una presidenta que incumpliera su palabra. Que ella no iba a gobernar con quienes apostaban por la xenofobia, los que no creían en la igualdad o que iban contra el colectivo LGTBI. Eso a muchos progresistas en Extremadura nos puso los pelos como escarpias porque vimos una mujer verdaderamente con fortaleza y convicciones. Eso ocurrió hasta que la llamaron de Génova, de Madrid y le dijeron que tenía 24 horas para pactar o irse. Le sobraron 12 para perder sus principios y su palabra.
"María Guardiola no tiene palabra ni ambición por Extremadura"
Es una mujer que no tiene palabra ni ambición por Extremadura. Durante tres meses el PP estuvo haciendo campaña conjunta con el PSOE para aspirar al mayor proyecto económico, social y político, que es la fusión de Don Benito y Villanueva de la Serena. No le importó engañar a la gente para ocupar el poder con los que habían dicho "no" desde Don Benito. Prefirió pactar con los del "no" antes de pactar con el futuro de Extremadura. Eso la hace ser una mujer incapacitada para defender Extremadura. Por mucho que levante la voz para ir contra Pedro Sánchez, por mucho que sus alcaldes se manifiesten en Extremadura contra la amnistía, la realidad es que cuando hay la oportunidad de saber lo que es la derecha, es en estos momentos. El PP no es que no quisiera dar la amnistía a los catalanes. Es que no tendría mayoría parlamentaria porque se fugarían los diputados de Vox. La derecha en este país no es democrática, además engaña a la gente. María Guardiola es una presidenta que ha engañado a la gente.
"Guardiola solo tiene un compromiso: con el PP y con ella misma"
Frente a ella quiero ser un candidato que he mantenido siempre mi palabra. Es algo constatable y he mantenido una firme ambición y compromiso con Extremadura porque me dejé la piel con la fusión Don Benito-Villanueva de la Serena aun sabiendo que yo tenía que dar un paso atrás porque una de las condiciones era que ninguno de los alcaldes lo serían de esa nueva ciudad. Por tanto, unos tenemos compromisos con Extremadura y ella solamente tiene un compromiso: con el PP y con ella misma. Para mí es una presidenta invalidada. Lo que pasa es que ha vivido durante seis meses en una tierra muy bien abonada sobre la base de que no ha tenido oposición. Porque no teníamos liderazgo. Cuando el líder que tenemos decide dar un paso atrás, automáticamente se diluye esa oposición.
Ahora lo que se pretende es tener una oposición, hasta en eso tenemos diferencias. Lara [Garlito] desea una dirección con un liderazgo coral. Yo no creo en eso, porque es diluir la responsabilidad. Un líder tiene que ser responsable de aquello que hace. En lo que acierta y en lo que se equivoca. Por tanto, tiene que asumir responsabilidad en primera persona. El liderazgo al que yo aspiro quiero que se base sobre la realidad y la verdad. Por eso, si no tuviera los votos de los militantes en mayor proporción a mi compañera Lara, no estaría en ninguna Ejecutiva regional. No quiero ser miembro de una cuota. Yo quiero ser parte de la solución. Como no creo en el modelo de partido que ella impulsa, si gano quiero tener la libertad para elegir entre los 9.600 militantes a la dirección del partido. No entre los que me pudieran votar, sino entre todos. Eso sí, que al menos tengan un trienio en el partido y/o sean o hayan sido concejales. Como mínimo hay que tener un tiempo en el partido para entrar en la dirección y como mínimo, para ostentar un cargo público en el futuro, hay que haber pasado por la política municipal.
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