Moncloa se desvincula totalmente del espionaje a líderes independentistas con autorización judicial realizado por el Centro Nacional de Inteligencia (CNI) que ha trascendido este jueves tras la Comisión de secretos celebrada en el Congreso de los Diputados. Así lo señalan fuentes gubernamentales a Público en la primera reacción del Ejecutivo de Pedro Sánchez después de la intensa jornada vivida hoy en la cámara baja. 

"Ni sabe, ni sabía ni debe saber si se estaba produciendo esa actuación o no", señalan las fuentes consultadas. "No lo ha ordenado", añaden. Moncloa circunscribe estas actuaciones en el marco de la separación de poderes y niega por tanto conocer si se estaba espiando a dirigentes como el propio president de Catalunya, Pere Aragonès.

En este sentido, el Gobierno de Sánchez dice reafirmar su "apuesta por el entendimiento y el diálogo" como base para encauzar la relación con el Govern. Las fuentes consultadas señalan que el CNI no reporta a la Presidencia del Gobierno de cómo son los procesos llevados a cabo en sus investigaciones y que solo dan cuenta de los resultados. 

Moncloa insiste en todo caso en que de la Comisión, una de las conclusiones que se extrae es que todos los procedimientos han sido realizados de forma legal. El Gobierno, especialmente a través de su portavoz Isabel Rodríguez, no descartó este martes la dimisión de Paz Esteban, directora del CNI. Una actitud diferente a la mostrada por la ministra de Defensa, Margarita Robles, al día siguiente. "Está aguantando estoicamente", dijo en la comparecencia que realizó en el Congreso. 

La ministra de Defensa ha protagonizado además una pugna con el ministro de Presidencia, Félix Bolaños, a cuenta de la responsabilidad sobre la seguridad de los teléfonos móviles del Ejecutivo. Sobre esta cuestión, Defensa señala que la función es de la Secretaría General de la Presidencia del Gobierno. Un puesto que en los momentos en que los móviles de Sánchez y Robles fueron espiados lo ostentaba el propio Bolaños. Por su parte, desde Moncloa se remiten a que la ley dota de las competencia al propio CNI. 

Robles ha sido puesta en el punto de mira de los principales aliados del Gobierno, que han pedido su dimisión. El propio Aragonès también lo hizo ya la semana pasada. Incluso desde Unidas Podemos, socios de la coalición gubernamental, han deslizado esta idea. "Usted sabe lo que tiene que hacer", le dijo Pablo Echenique, portavoz parlamentario, a la propia Robles.

La situación de la máxima responsable del Ministerio de Defensa se antoja cada vez más complicada, aunque desde el Gobierno han cerrado filas públicamente con ella hasta estos momentos. Sin embargo, las filtraciones a medios de comunicación no señalan en la misma dirección.