análisis
Moreno busca todo el poder en Andalucía y prepara al PP para disputarle Sevilla al PSOE en las municipales
"Sumar, incorporar, reforzar significa que este es un proyecto vivo, abierto, que es un proyecto donde cabe todo el mundo", arenga el presidente a los suyos de cara a las municipales, donde el PP se juega consolidar la victoria en las autonómicas.
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sevilla, Actualizado:
El PP no ha logrado hasta ahora gobernar en Andalucía las diputaciones de Sevilla y Jaén. Son dos símbolos del poder socialista. La mayoría absoluta obtenida por Juanma Moreno en las autonómicas del mes de junio pasado (ganó en ambas provincias) ha llevado a algunos en el PP, según las fuentes consultadas por Público, a pensar que esta vez pueden, siendo muy prudentes y muy conscientes de la dificultad de tal empresa, al menos, disputar el partido al PSOE en auténticas plazas fuertes de la izquierda. El gran objetivo, lo que marcaría las municipales y daría un fuerte aldabonazo es Sevilla, tanto Ayuntamiento como Diputación, según las fuentes.
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Para el PSOE, las municipales son una necesidad. Tiene más de 450 alcaldes en los 785 municipios de Andalucía, que van a empujar por repetir y solo ha perdido una vez en Andalucía estas elecciones: en el año 2011, cuando todo el mapa se tiñó de azul PP, tras la retirada del presidente Zapatero. Entonces, los alcaldes recibieron el golpe destinado al expresidente.
Ahora, Pedro Sánchez va a poner toda la carne en el asador, porque detrás de las municipales asoman las generales. El PSOE andaluz, desde que manda Juan Espadas, está en línea de compromiso total con el proyecto.
Moreno prepara ahora al PP para esa batalla, decisiva y que puede marcar el devenir político de los meses siguientes. La dirección del partido en Andalucía pretende que la ola (y el bisturí en algunos municipios) que le dio la primera mayoría absoluta de la derecha en Andalucía empuje, en el ecosistema político andaluz, a sus candidatos a alcaldes.
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El presidente, con sus últimos movimientos, desde luego, está en eso: en ampliar el poder del PP, una vez que tiene (con cambios en las provincias y nombramientos en la dirección regional) el control total del partido. Nada que ver con las tensiones que existieron en la época de Pablo Casado.
Esta semana expresó en Jaén (después de que se conociera el fichaje de su exvicepresidente Juan Marín, de Ciudadanos, que presidirá el Consejo Económico y Social de Andalucía) con claridad lo que busca. No es casualidad que lo hiciera en una provincia que es un auténtico fortín socialista, cuyo poder se ha basado en perennes victorias de sus alcaldes y, por supuesto, en el control de la Diputación. "Sumar, incorporar, reforzar significa que este es un proyecto vivo, abierto, que es un proyecto donde cabe todo el mundo", dijo Moreno.
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Esta idea, la de rascar cada voto en territorio comanche es una de las que están detrás de los últimos guiños a Ciudadanos, con la incorporación también de la exconsejera Rocío Ruiz en el Consejo Audiovisual. Una vez desaparecido Ciudadanos del mapa regional, el PP no quiere que se le escape un solo voto en las municipales. "Nos reforzamos con un objetivo: ampliar la red del partido para presentar el mejor proyecto posible en las próximas elecciones municipales", dijo el presidente.
La oferta de Moreno se dirigía no solo a Ciudadanos, sino también a "aquellos partidos políticos que se sienten huérfanos, como son todos los movimientos que antiguamente cabían en torno al andalucismo", pero también a personas "del ámbito del PSOE" y "del ámbito de Vox". Traducido, Moreno reclama todo el voto en los municipios para el PP salvo el de la izquierda, el que sabe que no va a obtener. "Este es un proyecto político donde hay muchas personas que caben, que necesitamos, que tienen su sitio aquí", dijo Moreno.
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El presidente y la dirección del PP son muy conscientes de la dificultad de lograr en unas municipales, con todo lo que van a empujar los alcaldes del PSOE, un resultado similar al de las autonómicas. Y más en Jaén y Sevilla. Así, el presidente puso deberes a los suyos y subrayó la necesidad de contar con "aliados en los ayuntamientos y en las diputaciones" ya que "ahora mismo no contamos con esos aliados porque están en la línea del señor Sánchez". Así que el reto del PP en Andalucía, defendió en Jaén, hasta que llegue el 28 de mayo, el día del voto, es "convencer" y "ampliar esos cómplices institucionales", según recoge Europa Press.
Remontada
Aunque mandar en Jaén sería en efecto un logro para el PP andaluz, lo que daría la medida para ellos de un gran resultado en las municipales, sería lograr el Ayuntamiento de Sevilla (donde Espadas, exalcalde, ha dejado al mando a su lugarteniente Antonio Muñoz) y la Diputación de Sevilla, según las fuentes consultadas por Público. Ese sería un duro golpe, otro más, en la línea de flotación de un PSOE andaluz menguado y en horas bajas.
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El resultado de las pasadas municipales del año 2019 en ambas provincias hace pensar que Moreno está ante una misión imposible: En Sevilla, el PSOE sacó 376.467 votos por 174.415. del PP. En Jaén, 159.394 sufragios por 96.273 del PP. En las autonómicas pasadas, el PP ganó en ambas provincias: En Jaén con 135.237 votos por 86.123 del PSOE. En Sevilla con 366.389 por 243.041 de los socialistas.
Una remontada en municipales de ese calibre sería, hasta cierto punto, inaudita. Sin embargo, el vuelco de las pasadas autonómicas hace pensar a algunos en el PP que en este momento, con Moreno de dulce, podrían pasar cosas, si logran incorporar buenos candidatos en determinados lugares estratégicos.
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Moreno, ciertamente, ya logró liquidar varios tabúes electorales en las pasadas autonómicas. Sin embargo, ahora le queda un asunto fundamental para tener unos cimientos de verdad sólidos: reeditar en los pueblos, en unas municipales, donde hasta ahora la derecha no había conseguido penetrar, el éxito en la Junta de Andalucía. El resultado de las municipales, así, dará más pistas sobre la profundidad del giro que llevó a la mayoría absoluta del PP, que hoy sí parece un cambio sociológico de entidad en la Comunidad más poblada.
Pivotar y la coyuntura
Para lograrlo, además de activar la maquinaria del partido, Moreno ha elegido en su actividad como presidente ayudar por la vía de aplicar de nuevo un movimiento que tanto le gusta: pivotar al modo de los postes en el baloncesto. El presidente ha mantenido en alguna ocasión que su filosofía política se basa en esta idea: "Uno tiene a veces que poner un pie un poquito más a la derecha y a veces un poquito más a la izquierda. Lo que no se debe dejar nunca es de tener un pie en el centro, para generar proyectos de mayorías, que se hacen siempre desde posiciones equilibradas y centradas".
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Así, Moreno arrancó esa legislatura del mismo que lo hizo en la primera –cuando gobernaba con Ciudadanos y los apoyos de Vox– con bajadas fiscales –la cerró subiéndole el sueldo a sanitarios y maestros– que benefician más a quienes más tienen: hace cuatro años eliminó el impuesto de Sucesiones, que solo pagaban quienes heredaban mas de un millón de euros y hace unas semanas, el impuesto de Patrimonio, que solo pagan quien posee bienes valorados en más de 700.000 euros, excluida la vivienda habitual.
Y ahora, el presidente, una vez tomadas esas medidas, se alejó de la polémica que había creado y que le había alejado del centro político, y se fue a Bruselas en viaje institucional, lo que siempre ayuda a un presidente a venderse como presidente. Los fichajes de Ciudadanos obedecen también a este planteamiento para llegar a las municipales con el aura de no haber roto un plato.
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Además, Moreno ha contado estos días con el viento de cola de la sentencia de los ERE y del juicio por el caso Fitonovo, en el que varios excargos del PSOE y de IU en el Ayuntamiento de Sevilla han manifestado haber aceptado sobornos a cambio de otorgar contratos públicos. Tanto PSOE como IU están también acusados en la Audiencia Nacional de haberse lucrado como partidos. Ambos lo niegan.