El nacionalismo gallego camina hacia el abismo
El BNG se quedará sin representación en el Parlamento gallego por primera vez en 30 años si en las autonómicas de otoño se repiten los resultados del 26-J.
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A CORUÑA.- El BNG, la formación que vertebró y organizó el nacionalismo gallego desde los inicios de la democracia y que llegó a gobernar la Xunta en coalición con el PSOE antes de la llegada de Alberto Núñez Feijóo (PP) al poder, corre serio riesgo de convertirse en una fuerza extraparlamentaria, minoritaria y marginal, arrastrada por la corriente al alza de las Mareas y carcomida por una severa crisis interna que oxida lentamente sus otrora engrasadas y brillantes estructuras.
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El batacazo ha provocado una sangría de cuadros desencantados con la estrategia de la dirección, que rehusó unirse a unas Mareas que se negaron a admitir el liderazgo nacionalista. En estado de shock, los mandos del Bloque, sin embargo, actúan como si nada hubiera pasado tras el 26-J. “Han decidido enrocarse en sí mismos, mantenerse firmes en los principios y convertir a Podemos y a las Mareas en el enemigo”, asegura una fuente próxima a Ana Pontón, la nueva portavoz nacional de la formación y candidata in pectore a la Xunta. La fuente pide mantener el anonimato: “El debate interno está paralizado, y ahora mismo cualquier crítica se toma como una traición”.