"Una niña de la polio" interrumpe el pleno del Congreso para reivindicar sus derechos como víctimas del franquismo
Rosa Hernán Ferrera ha interrumpido el pleno al grito de "somos niños de la polio, víctimas del franquismo" y, tras ser expulsada del palacio ha sido recibida por la ministra de Sanidad, María Luisa Carcedo.
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Madrid,
Rosa Hernán Ferrera decía a los periodistas que la han seguido a la calle: "yo no sé hablar bien, no soy una política", para justificar sus nervios y sus lágrimas. Rosa acababa de atreverse a interrumpir el pleno, desde la tribuna de invitados, al grito de "somos los niños y niñas de la polio", "víctimas de Franco" a los que no se les dio vacuna "en su momento"y ha pedido a los diputados presentes que "reconozcan lo que pasó".
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Después, cuando la ministra de sanidad Maria Luisa Carcedo ha salido a la calle para hablar con ella unos minutos, rodeada de una nube de periodistas, le ha leído un comunicado porque le daba miedo perderse con la emoción. En su lectura ha relatado que llevan más de 60 años peleando porque en los 50, 60 y 70 el franquismo negó la epidemia de polio que mató a más de 2000 bebés y dejó a cerca de 60.000 enfermos de por vida. Durante 8 años no se vacunó a la población mientras el resto de Europa lo hacía. En 1955 ya se administraba la vacuna del doctor Jonas Salk y hasta 1963 el franquismo no empezó a administrarla en España. A ese respecto, ha anunciado que han presentado una querella ante la justicia argentina, "que por lo visto es la única justicia que tiene suficientes arrestos para enfrentarse a las simientes franquistas que siguen rigiendo este país". "Nosotros nos reímos cuando vemos a estos modernos patriotas sacar pecho de lo magnífica que es España, cuando para nosotros solo es un campo de concentración gigante", siguió leyendo.
Ha pedido "justicia, reconocimiento, resarcimiento por una infancia robada y una vida de dolor y sacrificio y médicos formados y especializados e investigación sobre los efectos tardíos de la enfermedad y el síndrome pospolio". "Yo era una ardilla, subía y bajaba esta calle sin muletas y ahora no me puedo levantar de esta silla", ha puntualizado.
La ministra le ha dicho ante las cámaras "yo lo único que le puedo decir es que nos estamos peleando cada día porque se vacune, para combatir el negacionismo de las vacunas". Además, ha defendido a los profesionales sanitarios españoles como los más formados, le ha hablado del apoyo del Gobierno a la ley de dependencia y ha afirmado que el tema de las incapacidades se estudia caso por caso, cuando Rosa se lo ha discutido, después de limpiarse las lágrimas. " A mí no me la dieron en Valencia", le ha dicho y le ha repetido que los médicos no conocen el síndrome pos polio.
A pesar de las vagas promesas de la ministra, que eso sí, ha prometido estudiar la documentación que le han entregado y que alguien de su equipo acudiría a la concentración que tienen prevista, Rosa no ha querido alargar mucho la escena, ni hacérselo pasar mal a la ministra. "Ya sé que va a ir todo a mejor", se ha felicitado. "Ahora me quiero ir, que estoy cansada", ha sido su despedida y se ha marchado bajando la carrera de San Jerónimo con su silla de ruedas y la sensación de haber conseguido algo.