Feijóo se queda fuera de juego tras el acuerdo de Sánchez con Puigdemont
Fuentes de la dirección nacional aseguran que hicieron lo correcto al tumbar la revalorización de las pensiones porque era lo que sus votantes "pedían" y "esperaban".
Madrid--Actualizado a
Dos escenas se han superpuesto este martes en la política española. Mientras el Partido Popular votaba una moción en el Senado para instar al Gobierno a aprobar de urgencia y por separado las medidas sociales del decreto ómnibus que ellos mismos tumbaron la semana pasada junto a Vox y Junts, el Consejo de Ministros anunciaba un acuerdo con los de Carles Puigdemont para sacar adelante un nuevo decreto con el grueso del escudo social. Tanto el anuncio como la comparecencia de Pedro Sánchez para dar cuenta de ello y, sobre todo, sacar pecho pillaron por sorpresa al PP.
Desde la Moncloa habían trasladado su intención de dejar que se notarán los efectos de haber dejado caer la revalorización de las pensiones y las ayudas al transporte o a la DANA —tres de las decenas de medidas que contenía el decreto ómnibus—, con el objetivo de desgastar al PP. Los sindicatos ya habían convocado concentraciones masivas para este fin de semana y, aunque se sabía que el PSOE negociaba con los de Carles Puigdemont para volver a llevar el decreto al Congreso, en Génova nadie pensó que sería tan rápido. Ni con tan pocas cesiones esta vez.
El texto acordado con Junts y que, salvo un movimiento imprevisto, el Gobierno logrará sacar adelante en el Parlamento mantiene la mayoría de iniciativas cuestionadas por la derecha, incluso la moratoria de los desahucios que los independentistas rechazaban a cambio de la puesta en marcha de un "sistema público de avales y garantías para propietarios e inquilinos", algo a lo que Sánchez ya se había comprometido. El pilar del pacto es el compromiso de que la Mesa del Congreso tramite la proposición no de ley sobre la cuestión de confianza que Junts le exigió a Sánchez hace semanas. En última instancia es el jefe del Ejecutivo quien decide si someterse o no a ese examen parlamentario y ya ha dejado claro que no lo hará: "El Gobierno no ve la necesidad de hacerlo", aseguró Sánchez este martes.
Así, completamente fuera de juego, la dirección nacional del PP se aferra a esto como una victoria. "Sánchez va a ganar la siguiente votación pero a costa de la PNL", trasladan desde el entorno de Feijóo. Oficialmente, Génova defiende que si no hubiesen hecho caer el decreto ómnibus "no habría pasado de lo que ha pasado esta semana" y que ha merecido la pena volver a poner en evidencia "la debilidad" de Sánchez. Además, fuentes de la dirección nacional del partido conservador aseguran que hicieron lo correcto al votar en contra porque era lo que sus votantes "pedían" y "esperaban". "Y está testado", remachan.
Lo cierto es que el portavoz nacional del PP, Borja Sémper, criticaba este mismo martes la "angustia" que se había generado en los últimos días entre los pensionistas y otros colectivos sociales. Génova insiste en que se hizo correcto: "Ante mi electorado, no le he votado nada a Sánchez", traslada un miembro de la cúpula de Feijóo. Una postura completamente alineada con la de Vox, si no fuera porque el mismo día que votaron 'no' al decreto ómnibus apoyaron otro decreto del Gobierno con la última reforma de las pensiones.
Feijóo arriesgó al asumir el voto en contra de la revalorización de las pensiones —una medida de muchas dentro del mismo decreto— junto a Vox y Junts y siempre fue consciente de los riesgos. También la coalición. Por eso desde el primer momento Gobierno y oposición emprendieron una batalla por el relato que Sánchez quiso cerrar en primer persona con una rueda de prensa en Moncloa en la que se presentó victorioso: "Cualquier gobierno puede perder una votación, pero no nos resignamos a que pierda la mayoría social de nuestro país (...) Quiero decirles a esos dos partidos (por PP y Vox) que lejos de afectarnos nos hacen más fuertes porque nos recuerdan de lo que son capaces".
En el PP, resignación y un escenificado cabreo de Sémper desde la sala de prensa de la sede. Ni las proposiciones de ley registradas en el Congreso ni la recogida de firmas en internet han sido decisivas en la recuperación de la revalorización de las pensiones. Ahora, y aunque no sea determinante, Feijóo tendrá que decidir qué hacer con su voto en el nuevo real decreto. Aunque hay aspectos económicos y fiscales que se han quedado fuera, el texto mantiene la suspensión de los desahucios o la recuperación por parte del PNV del palacete en París, cuestiones, ambas, que le sirvieron a los populares para justificar su rechazo al decreto la semana pasada. Los de Feijóo se enfrentan de nuevo a la disyuntiva de mantener la coherencia en su voto o votar, junto a Vox, en contra de la subida de las pensiones o las ayudas al transporte y la DANA. Un callejón sin salida.
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