IU y Movimiento Sumar mantienen su apuesta por la unidad tras el paso adelante de Irene Montero
Podemos agita el tablero tras proponer Belarra que Montero sea su candidata a unas generales para convertir "la fuerza social de la paz" en una "fuerza electoral".
Izquierda Unida afirma que el candidato de una eventual confluencia de las izquierdas será elegido por primarias y Movimiento Sumar señala que la única cita electoral a la vista es la de Andalucía.

Madrid-
La designación de Irene Montero como la candidata de Podemos a las próximas elecciones generales (una decisión cuyo aval definitivo debe dar la militancia de la formación morada) ha agitado el tablero de la izquierda alternativa. La operación de los de Ione Belarra es parecida (aunque hay muchas diferencias y matices) a la estrategia que se siguió de cara a las elecciones europeas.
Lazar ya a su candidata (Montero) y las líneas maestras de su candidatura (la defensa de la paz y la oposición frontal a la escalada bélica y a la OTAN) le permite a Podemos, sobre todo, tomar ventaja en cualquier escenario que pueda tener lugar ante unas eventuales elecciones generales.
Si no hay una confluencia de las organizaciones de la izquierda alternativa, Podemos ya tendría clara su hoja de ruta, habría ganado mucho tiempo en la construcción de su candidatura y, probablemente, estaría en disposición de competir con expectativas frente a otras listas que se sitúan electoralmente en su mismo espacio.
Si finalmente hubiera confluencia, la formación morada tendría clara su apuesta a la hora de confeccionar una candidatura de unidad y la figura de la eurodiputada tendría mucho más tiempo para reforzarse que otras posibles figuras competidoras a la hora de decantarse por un liderazgo de todo el espacio.
"En las europeas, Irene Montero llevaba meses en campaña cuando Sumar, IU y el resto de fuerzas de la coalición comenzaron una lucha por los tres primeros puestos de su lista, y los resultados fueron los que fueron", recuerda un dirigente del espacio político.
Primarias, programa y territorios
Apenas 24 horas después del anuncio de Podemos, la actitud de Movimiento Sumar y de Izquierda Unida ha sido, prácticamente, la misma, aunque con matices. Esta postura se puede resumir en que, si esta decisión buscaba agitar el tablero de la izquierda, la estrategia elegida ha sido la de aguantar la posición y mantenerse firmes para evitar ser desplazados.
Desde hace meses, tanto los de Antonio Maíllo (en primer lugar) como los de Yolanda Díaz (un tiempo después) han introducido en sus discursos el llamamiento a la unidad de la izquierda como un elemento fundamental de cara al próximo ciclo electoral. En este contexto, el principal actor interpelado es, a priori, Podemos, ya que es la única organización que a día de hoy no forma parte ni de la mesa de partidos ni del grupo parlamentario que comparten el resto de fuerzas de este espacio con representación institucional.
Con la decisión de lanzar a Montero como candidata, Podemos sitúa la primera piedra en la construcción de ese escenario electoral (sea éste regido por la unidad o por la competición entre varias candidaturas).
En este contexto, Maíllo ha optado por redoblar su llamamiento público a la unidad, recordando que en IU son los "decanos" de esta apuesta, y por advertir de que la construcción de una candidatura no se dará en torno a caras o figuras (lo que el dirigente andaluz tilda como "fulanismo") , sino en base a unas primarias en todo el espacio y a un acuerdo programático previo.
Los de Maíllo ven con buenos ojos que la eventual unidad se construya en torno al eje antibelicista (como propone Podemos), y el propio coordinador federal de IU ha asumido que esta posición política puede ser un "buen pegamento" que aúne a partidos y a sociedad civil en torno a una alianza común de las izquierdas.
Maíllo, sobre la designación de Montero: "Ni obstaculiza ni empuja nuestra hoja de ruta"
Pero Maíllo también ha querido dejar claro que la decisión de los de Belarra de lanzar a Montero como candidata a las generales "ni obstaculiza ni empuja" la hoja de ruta de IU para lograr una confluencia de todo el espacio político en el próximo ciclo electoral.
En Movimiento Sumar también han optado por aguantar su posición y no desviar su rumbo pese al movimiento de Podemos. Los de Lara Hernández y Carlos Martín recuerdan que hace apenas una semana que concluyeron su asamblea, y que en este cónclave se situó la alianza de las izquierdas como una condición imprescindible para triunfar en el próximo ciclo electoral.
En esta organización reiteran que en su documento organizativo han introducido una preferencia clara por las primarias y otros métodos democráticos a la hora de construir confluencias (una posición que ha cambiado y que no tuvieron en la construcción de la coalición de la izquierda que se presentó a las últimas elecciones generales).
"Será la gente, no será ni Iglesias ni Belarra ni Yolanda Díaz ni Lara Hernández. Será la gente la que ponga la cuestión encima de la mesa cuando toque", defendió este lunes la propia Hernández, coordinadora del partido, en referencia a la confección de una candidatura mediante un "proceso democrático".
La decisión de situar a Montero como su candidata ante unas eventuales elecciones generales no es la única que parece haber adoptado Podemos (aunque en el caso de la eurodiputada el cambio no radica en la elección de su candidata, sino en adelantar su designación).
En las últimas semanas, al menos en privado, los dirigentes de la formación morada hacen una distinción entre Izquierda Unida y Movimiento Sumar, una distinción que, junto a otros elementos, podría apuntar a las tesis que defienden algunas voces del partido, sobre la posibilidad de construir una alianza con IU, toda vez se produzca su ruptura con Movimiento Sumar.
La decisión de IU, ¿una elección entre dos candidaturas?
En Podemos defienden que la candidatura que aspiran a construir "va más allá" de su formación, y apuntan a la sociedad civil antibelicista como el nexo de unión de todos los actores políticos que aspiran a formar parte de la misma: "Debemos transformar la fuerza social de la paz en una fuerza electoral", explicaba este mismo lunes Pablo Fernández, secretario de Organización del partido.
En este sentido, en Podemos reconocen que IU es para ellos un actor que forma parte de este espacio, que "defiende la paz", una posición que, opinan estas voces, les estaría causando tensiones con algunas formaciones de la coalición de Sumar, de la que forman parte.
En cambio, hace apenas unas semanas Podemos situó públicamente a Movimiento Sumar en la "coalición de la guerra" en la que, a su juicio, también están el PSOE y el PP, es decir, fuera de la "fuerza social" y del espacio que ellos mismos sitúan como el nexo posible para una eventual unidad futura.
Para algunas voces del espacio político de Sumar, esta es una posición "exagerada e impostada" con la que los de Belarra podrían buscar trazar esa distinción para tratar de obligar a IU a "elegir bando" al haber asumido la incompatibilidad total entre su partido y los de Yolanda Díaz.
En este sentido, fuentes de Movimiento Sumar recuerdan que "aunque Podemos trata ahora de ficcionar un escenario en el que las próximas elecciones son las generales, la realidad es tozuda; en el horizonte electoral está Andalucía, están, probablemente, Castilla y León y Balears... Y nosotros ya estamos construyendo en estos lugares, ya estamos poniendo las bases para los acuerdos con IU y el resto de actores. La unidad la decidirá la gente y se irá construyendo territorio a territorio", explican.
En Izquierda Unida tampoco rehúyen el debate sobre la "elección de un bando": "Nosotros no tenemos que elegir a nadie, nosotros elegimos la alianza de los trabajadores a los que servimos", zanjó este mismo lunes Maíllo durante una rueda de prensa.
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