Entrevista a Miguel Montero (líder del PCE en Madrid)"El PSOE es un partido holograma que ahora funciona en la polarización frente a la ultraderecha"
Entrevista con el secretario general del PCE en Madrid.

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Miguel Montero es el nuevo secretario general del Partido Comunista de España (PCE) en Madrid, que da el relevo a un Álvaro Aguilera que llevaba una década al frente de la organización. A sus 26 años, es militante de las Juventudes Comunistas desde 2011 y fue nombrado máximo responsable de la UJCE en Madrid con tan solo 18 años, siendo la primera vez en la historia de la organización juvenil del PCE en la que una persona estudiante de enseñanzas medias era elegida para ostentar la máxima responsabilidad.
En esta entrevista con Público, Montero habla de la situación de su organización y de la izquierda en Madrid y en el ámbito estatal, de las alianzas políticas de cara al futuro, y también de lo que significa ser comunista en 2024, una concepción y una militancia alejadas de "la vitrina del museo" y de "las estanterías de la Historia y la Filosofía".
¿Cuáles son sus prioridades al frente del PCE en Madrid? El partido, al igual que IU Madrid, parece estar en horas bajas.
Lo primero que tenemos que tener en cuenta es que somos un partido que no somos únicamente un grupo parlamentario. Aunque electoralmente no hayamos tenido unos buenos resultados en estas pasadas elecciones autonómicas y municipales, no hemos dejado en ningún momento de trabajar y participar en los movimientos sociales.
Y en todo ese trabajo nosotros sí que encontramos la respuesta a un montón de problemas, a un montón de frustraciones que, en este caso, muchas veces la política institucional no es capaz de proporcionar.
Por lo tanto, nuestra prioridad siempre va a ser darle la vuelta a la tortilla a la actual situación de hegemonía reaccionaria, no solamente en el ámbito de los gobiernos, sino también en el ámbito de la ideología o el sentido común que flota entre la mayor parte de la población madrileña. Y por otra parte, seguir organizando esa respuesta concreta a los problemas de la clase trabajadora.
¿Cómo va a contribuir el PCE a construir una alternativa al poder institucional del PP en Madrid con Ayuso y Almeida? Hablamos de décadas de hegemonía.
Es una hegemonía institucional pero que hunde sus raíces en la forma en la que el gran capital madrileño se organiza para subsistir. Estos 30 años no se podrían entender sin el ladrillo y sin el capital inmobiliario. Por lo tanto, nosotros siempre hemos pensado que el PP y que sus distintos líderes no son la causa, sino que son la consecuencia, y tenemos que intentar desactivar esas causas.
Lo más importante para poder darle la vuelta a la tortilla es conseguir pasar de la frustración a la acción, conseguir que quien está ahora individualizado entienda que su precariedad y su sufrimiento, sus malestares, no son individuales, sino que tienen causas colectivas que se reconocen en sus vecinos y sus compañeros de su trabajo.
Y que lo importante es pensar que sí, que se puede alumbrar un mundo distinto, una región de Madrid distinta a la que de alguna forma nos llevan inexorablemente, que es la región de Madrid Distrito Federal, en el que nosotros ya no podemos vivir en nuestros barrios ni cerca de quienes queremos, sino que tenemos que vivir allí donde idealista.com nos permite alquilar una habitación.
Y si conseguimos darle la vuelta al pensamiento de que está todo perdido porque la hegemonía es irreductible, podremos ser capaces no solamente de alumbrar una mayoría parlamentaria o municipal allí donde gobierna el PP, sino de hacer lo que nunca hemos sido capaces de hacer la izquierda madrileña: acompañar los cambios desde la organización popular, desde la vigilancia de que quien gobierna cumpla el programa con el que se ha presentado a las elecciones.
Usted forma parte de un partido (IU) que a su vez forma parte de una coalición (Sumar) que está en el Gobierno estatal. ¿Cree que deben estar en un gobierno de coalición con el PSOE?
De lo que hay que hablar es de qué ocurre en esta etapa en relación con la anterior etapa del Gobierno de coalición y qué es lo que nosotros somos capaces de hacer para beneficiar o para empujar a favor de los intereses de la clase trabajadora. En este sentido, creo que es bastante evidente que el Gobierno de coalición no tiene una mayoría parlamentaria de izquierdas y que, por lo tanto, no va a ser capaz en toda la legislatura de impulsar cambios radicales o incluso de cumplir su programa.
El PSOE es un partido holograma que cuando llegan las elecciones tiene un discurso muy radical y que, además, ahora funciona en la polarización frente a la ultraderecha, pero que después, una y otra vez, aplican las mismas políticas de derechas. Por lo tanto, el PSOE tampoco forma parte de la izquierda en un sentido amplio. Yo creo que sería un partido de extremo centro y que a día de hoy en ese Gobierno de coalición las cuestiones estructurales no van a poder ser cambiadas.
Tenemos claro que con la ministra de Vivienda, que quiere que se construyan más pisos en Málaga para que alguien sirva los espetos, no se puede ir ni a la vuelta de la esquina y que con los ministros que defienden el envío de armas a Ucrania o el no embargo de armas a Israel no se puede ir ni a comprar el pan un día. Por lo tanto, ese Gobierno de coalición podrá o no podrá realizar algunos cambios, pero en ningún caso va a poder transformar las raíces estructurales de los problemas de nuestro país.
¿Se entenderían con el PSOE en Madrid? ¿Y con Más Madrid?
Bueno, yo separaría evidentemente a Más Madrid del PSOE. Nosotros tenemos una gran trayectoria de trabajo municipal en el cual siempre hemos llegado a acuerdos para que las instituciones municipales, que son las más cercanas a la vida de la gente, sean gobernadas por la izquierda. Hemos llegado a acuerdos con el PSOE.
Tenemos claro que sí que nos vemos llegando a entendimientos siempre y cuando se cumplan los programas y los acuerdos. Y esto es lo difícil con el Partido Socialista, porque siempre que gobiernan solos funcionan aplicando su programa, que en este caso sería más cercano al centro que a la izquierda; y siempre que gobiernan con la izquierda transformadora intentan mitigar los cambios y orillar las propuestas políticas que vienen de parte de la izquierda transformadora a la última esquina de la acción de gobierno municipal.
Somos conscientes de que la situación de emergencia requeriría en determinado momento, para desalojar a Ayuso, apoyar a un Gobierno que no fuera del PP. No es lo mismo entrar en un gobierno que apoyar un Gobierno desde fuera, y eso se está viendo en la política parlamentaria nacional. Y yo creo que en el momento concreto, si se suma o no se suma, se tiene que evaluar en función de la voluntad que haya de poner en marcha esos cambios verdaderamente transformadores.
"Ser comunista en 2024 no es estar en la vitrina del museo, sino plantar la semilla de un mundo libre de opresión"
¿Confía y apuesta por que haya una única candidatura de las izquierdas en los próximos procesos electorales, también en Madrid, como defienden Maíllo e IU?
Yo creo que Antonio Maíllo sitúa desde una perspectiva bastante interesante no el objetivo en la candidatura única de la izquierda, sino en qué es lo que queremos hacer y cómo lo queremos hacer. Los comunistas no llegamos a alianzas en torno a quién o en torno a si nos gusta más un liderazgo u otro de cada organización política.
Yo creo que en la Comunidad de Madrid y en el ámbito municipal, si nos ponemos a debatir de medidas concretas y nos ponemos a debatir en la máxima clásica de Izquierda Unida de cuál es el programa con el que pretendemos derrotar a Ayuso, vamos a encontrar más certezas que en preguntas abstractas en torno al marco de las coaliciones, de cómo nos vamos a presentar o no nos vamos a presentar.
En todo caso, nosotros siempre hemos empujado porque esos programas de mínimos, esos acuerdos sean duraderos y estables, tengan formas de gestionar el disenso y formas también de gestionar los consensos que nos permitan presentarnos a las elecciones de una manera más o menos estable. Creo que vamos por la enésima marca electoral de unidad de la izquierda, que acaba siendo una chirigota, y esto es un problema que tenemos que intentar solucionar cuanto antes.
Siempre que se nos pregunta a quienes participamos activamente en política, respondemos cosas bastante poco creíbles para la persona que luego tiene que depositar la papeleta en la urna. Por lo tanto, creo que se trata de desenfocar sobre el quién y enfocarse en el qué y el cómo, y si hay hay acuerdos. Si hay, conseguimos tener soluciones concretas. Creo que se puede concurrir juntos a las elecciones.
¿Qué es ser comunista en 2024?
Creo que ser comunista en 2024 no es en ningún caso estar en la esquina de la estantería dedicada a la Historia o a la Filosofía, y tampoco es estar en la vitrina del museo. Este partido, el Partido Comunista de España, no es un recuerdo de la Transición, es un partido vivo en el que militamos gente de edades muy distintas. Yo tengo 26 años y creo que hay personas muy activas en el partido que tienen más de 80, y esto nos hace ser un partido con una propuesta intergeneracional y con una comprensión del mundo muy dinámica que se plasma siempre en propuestas de futuro.
No solamente en grandes lemas o grandes propuestas ideológicas, sino que, por ejemplo, los comunistas en Madrid hemos elaborado un manifiesto programa que sintetiza un poco cuál es nuestra forma de comprender los problemas estructurales de la región de Madrid y cómo podríamos, a medio y a largo plazo, darle la vuelta a la tortilla, no en el sentido solamente del Gobierno, sino en el sentido de cambiar las bases de poder real en nuestra sociedad.
Por lo tanto, yo creo que ser comunista a día de hoy es poner en marcha la semilla de un mundo nuevo al que aspiramos, que es un mundo libre de toda explotación y un mundo libre de toda opresión.
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