Pilar Llop, una jueza de trinchera equilibrada y dialogante
Trabajadora, políglota, feminista y del entorno más cercano a Sánchez. Así es la candidata del PSOE que este martes podría hacerse con la presidencia del Senado.
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madrid,
Hace más de tres años que el búnker del PSOE consideraba a Pilar Llop un valor en alza. Jueza “de trinchera” -así se define- y especialista en violencia de género, Pilar Llop Cuenca (Madrid, 1973) colgó la toga en 2015 para entrar en política de la mano de Ángel Gabilondo del que se convirtió en su número dos de la lista socialista por Madrid.
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Política equilibrada, amiga del consenso y dura cuando es necesario, Llop estudió Derecho en la Universidad Complutense y sacó la oposición de juez en 1999. Cada día, cuando terminaba de estudiar, dejaba los códigos para coger la escoba y barrer el suelo de la peluquería de su madre. Y sigue barriendo pelos cuando la visita, ya senadora por designación autonómica.
Pilar Llop es hija de un taxista -luego empleado de banca- y de una peluquera que comparte con sus clientas del barrio los éxitos de esta magistrada que prosperó a base de estudio y tenacidad.
La elección de Llop como candidata a la presidencia del Senado es un guiño de Pedro Sánchez al feminismo en vista de sus negociaciones con Unidas Podemos: el ministerio de Igualdad iría con mucha probabilidad a manos del partido de Pablo Iglesias e Irene Montero si sale adelante el pacto de gobierno.
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Feminista hasta la médula, la búsqueda de la igualdad y el deseo de transformar la sociedad le llevaron a la política. Pero Llop no está afiliada al PSOE y huye de los sectarismos.
El búnker de Sánchez busca con su nombramiento que la lucha por los derechos de la mujer esté en la primera página de la agenda política… y que Montero e Iglesias no les arrebaten esta bandera.
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Políglota y experta en violencia sobre la mujer
Políglota, Pilar Llop habla inglés, francés y alemán. Estudió el último año de su carrera en la Universidad de Viena, gracias a una beca Erasmus, y allí le surgió el interés por su otra especialidad: la cooperación internacional en la administración de Justicia.
También se defiende en italiano y le gusta mucho el búlgaro, no en vano trabajó un año en Bulgaria para poner en marcha una reforma de la Justicia que ha traído consigo una mayor presencia de mujeres en la cúpula judicial de dicho país superior a la española.
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De 2006 al año 2009 trabajó en la Dirección General de Cooperación de Comisión Europea en el ámbito de la Justicia y después accedió al juzgado de Violencia sobre la Mujer número 5 de Madrid, su especialidad.
Fue Letrada del Observatorio contra la Violencia Doméstica y de Género (2011-2015) durante la presidencia de la magistrada Inmaculada Montalbán, su mentora. También fue la secretaria de la Comisión de Igualdad y del Foro Justicia y Discapacidad del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ).
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El CGPJ es un órgano colegiado compuesto de 20 vocales y un presidente. Allí demostró su capacidad de trabajo, sensatez y valentía. Muchos jueces de violencia sobre la mujer recuerdan el apoyo que Llop les brindaba con prudencia ante casos complejos de maltrato y crímenes contra las mujeres.
Comprometida con los derechos de las mujeres, Llop fue miembro de la asociación Juezas y Jueces para la Democracia hasta que pidió la excedencia (servicios especiales) en la carrera judicial para pasar a la política.
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Delegada del Gobierno
En la Asamblea de Madrid ejerció tres años de oposición. Portavoz del área de Justicia de los socialistas, mano derecha de Gabilondo y miembro de la Diputación Permanente, en julio de 2018 fue nombrada delegada del Gobierno para la Violencia de Género, cuando Sánchez llegó a La Moncloa.
En la Delegación del Gobierno Llop impulsó la aplicación en España del Convenio de Estambul sobre prevención y lucha contra la violencia contra la mujer y la violencia doméstica; el Pacto de Estado contra la Violencia de Género, la formación especializada de jueces y fiscales y la revisión de la tipificación de los delitos sexuales, entre otros asuntos.
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Dejó su cargo en abril de 2019 para presentarse como número dos de Gabilondo en las elecciones a la Asamblea de Madrid. Fue elegida senadora por el Parlamento autónomo y, en julio, presidenta de la Comisión de Defensa del Senado.
Su paso a la primera línea de la política nacional era cuestión de poco tiempo. Ya en 2016 sonó su nombre como número dos de Pedro Sánchez a las elecciones generales en sustitución de Meritxell Batet que pasó a encabezar la lista por Barcelona, pero finalmente la elección recayó en Margarita Robles. En los aledaños de La Moncloa sonaba en las últimas semanas como posible ministra. Ahora, Sánchez la propone para presidir el Senado y a Batet el Congreso.