El presidente de la Junta de Andalucía, Juanma Moreno (PP), lleva todo el periodo de emergencia sanitaria por la expansión de la Covid-19 sin rendir cuentas de la gestión de su Gobierno en el Parlamento autonómico.

Moreno, que compareció la ultima vez el pasado 5 de marzo en un Pleno ordinario –hace más de un mes– ya dijo con claridad hace unas semanas que su intención era no dar explicaciones en la Cámara.

El presidente de la Junta lo dejó claro en una entrevista en la cadena Cope el pasado 26 de marzo. Moreno consideró entonces que su tarea era "estar a los mandos del Gobierno andaluz, en primera línea de combate e intentando en la medida de nuestras posibilidades salvar vidas humanas y ya llegará el tiempo de la bronca política", según recogió Europa Press.

Los partidos que apoyan al Ejecutivo andaluz, PP y Ciudadanos –que comparten Ejecutivo– y Vox, ya vetaron al menos en una ocasión su comparecencia, que había sido solicitada por PSOE y Adelante Andalucía.  

El propio presidente del Gobierno de España, Pedro Sánchez (PSOE), el pasado jueves, en el Parlamento, ante la acusación que le lanzó Pablo Casado, líder del PP y, por tanto jefe de filas de Moreno, de que tenía la "democracia confinada", le recordó que Moreno no había ido aún a la Cámara.

"Allí donde ustedes gobiernan con apoyo de la ultraderecha no quieren dar explicaciones. No quieren dar explicaciones de nada cuando gobiernan. Esa es la diferencia básica entre ustedes y nosotros: exigen lo que nunca han dado, ni dan, ni van a dar", le espetó a Casado el presidente, que ya ha ido tres veces al Congreso durante la emergencia.

Marín indica el camino

Un día antes del exabrupto de Casado en el Congreso –que de manera indirecta y evidente pone en solfa el plan de Moreno– el vicepresidente de la Junta de Andalucía, Juan Marín, líder de Ciudadanos en Andalucía, cuya jefa de filas, Inés Arrimadas, en esta crisis juega por el momento un papel diferente al del PP, ya había situado al presidente andaluz en el camino hacia la Cámara.

Marín, quien todas las semanas da la cara –ya lo ha hecho en cuatro ocasiones– y se sienta con los grupos de la oposición para informar y debatir sobre la gestión de la crisis, había dicho en una rueda de prensa que Moreno pediría su comparecencia una vez que a partir de la semana próxima "se empiece a recuperar la actividad política con normalidad".

Este anuncio lo hizo Marín y no Elías Bendodo, consejero de la presidencia, compañero de partido, habitual parapeto y lugarteniente fiel de Moreno desde hace años, a pesar de que estaban los dos en la atención a los periodistas. Tampoco el portavoz del PP en la Cámara, José Antonio Nieto, ni la secretaria general, Dolores López, se han referido por ahora a este asunto.

En paralelo al anuncio de Marín, la presidenta del Parlamento, Marta Bosquet, también de Ciudadanos, el mismo partido del vicepresidente, sacó un comunicado en el que se decía que la intención era "retomar la actividad parlamentaria presencial y que dicha actividad comience por ejercer el control al Consejo de Gobierno mediante iniciativas de comparecencias y preguntas en el Pleno y en las comisiones".

Sin embargo, por ahora, en la Cámara no está registrada la comparecencia del presidente ni tampoco existe concreción en las fechas respecto al momento en que la Cámara va a recuperar esa actividad que permitiría el regreso de Moreno al control parlamentario.