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El PSOE hace piña con Sánchez tras el bombardeo de González y Guerra

La dirección del PSOE despeja las críticas de González y Guerra y se mantiene firme en su ruta hacia la investidura.

Felipe González y Alfonso Guerra, este miércoles, en el Ateneo de Madrid.
Felipe González y Alfonso Guerra, este miércoles, en el Ateneo de Madrid. Jesús Hellín / Europa Press

El bombardeo del expresidente Felipe González y del exvicepresidente Alfonso Guerra, en su primer acto público conjunto en años, este miércoles en el Ateneo de Madrid, contra la amnistía al procés y contra Pedro Sánchez, han generado una polvareda política muy importante, además de alejarlos del sentir general del partido, alineado en este momento mayoritariamente con el presidente.

Gonzalez y Guerra son oídos en el PSOE, pero su capacidad de influencia es menguante. No solo por razones generacionales, sino por los efectos que provocan sus acciones: acaban por beneficiar al PP y desconciertan a los propios.

Esta vez ha sucedido de nuevo. La desafección hacia lo que dicen los dos exdirigentes, sobre todo, Guerra, está muy extendida. Aunque se compartan algunas reflexiones, se piensa que ni es el momento ni los foros, según ha recabado Público de diferentes cuadros.

Buena parte del PSOE ha hecho piña este jueves con el presidente y más, después de que Guerra, más afilado en su crítica a Sánchez que González, lejos de bajar el balón al piso y poner el foco en el PP, como le reclamó, por ejemplo, el secretario general del PSOE de Andalucía, Juan Espadas, echó más leña al fuego.

Unas alusiones machistas dirigidas a Yolanda Díaz, foco también de duras diatribas de González, acabaron por desmontar las reflexiones del exvicepresidente y alejarlo de las bases. Guerra recibió la censura inmediata de la izquierda y del Gobierno.

Al respecto de las negociaciones de Sánchez para una posible investidura con fuerzas independentistas y de una amnistía, la mayor federación socialista, la andaluza, donde los sevillanos Guerra y González han tenido históricamente mayor predicamento, cerró filas con el presidente con toda claridad.

Espadas le dio un espaldarazo en toda regla. También se sucedieron las declaraciones de cargos, ministros y diputados en apoyo a Sánchez.

El barón Emiliano García Page, presente en el acto de González, habitualmente crítico en el debate territorial con las posiciones de Sánchez, evitó que Alberto Núñez Feijóo lo enredase en cuestiones que no son de su negociado, por así decir, y lo emplazó, según su equipo, a hablar de la investidura, no con él, sino con el presidente Sánchez.

Luis Yáñez, un histórico, de la misma generación que los dos ex, amigo de ambos de los primeros años en la clandestinidad, aseguró en su cuenta de Facebook que la razón última de los posicionamientos de González y Guerra tenían que ver con el ego: "No, no me creo que su oposición a Sánchez sea por la famosa amnistía".

"La posición -prosigue Yáñez- de ambos ex líderes, los conozco bien, insisto, nace de su amor propio herido, de no ser ellos quienes protagonicen este crucial momento, que no sean consultados por Pedro, que no se resignan al paso del tiempo… No fue Susana solo quien perdió (las primarias de 2017), perdieron Felipe y Alfonso".

Público también recabó opiniones similares en destacados socialistas con responsabilidad en otros tiempos.

Liderazgo y rumbo

La dirección del PSOE respondió también con contundencia este jueves a González y Guerra. Aunque no se plantean en ningún caso una expulsión, como sucedió con Nicolás Redondo, el secretario de Organización, Santos Cerdán, fue claro y fijó un discurso en tres ejes.

Por un lado, dejó claro que aquellas primarias de 2017, en que además del quién (Sánchez o Susana Díaz) se debatió el modelo de partido y de país, resolvieron el asunto del liderazgo y del rumbo del proyecto.

"Desleales son los que no respetan las mayorías del partido, ¿no?", dijo Cerdán. "Esa decisión de los militantes fue refrendada en el 39 y el 40 Congreso del PSOE, y esa es la voluntad y la palabra del Partido Socialista", recoge Europa Press.

Por otro lado, expresó el respeto a lo que puedan decir sus exdirigentes. Y, por último, recordó que el partido ya no es "como antes". "Ahora los militantes pueden elegir", dijo. Cerdán dejó claro que las bases podrán pronunciarse sobre lo que se acuerde para una hipotética investidura de Pedro Sánchez, ya que se someterá a consulta, recoge Europa Press.

Así, el PSOE, a pesar de González y Guerra, mantiene firme su ruta hacia la tercera investidura de Pedro Sánchez.

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