El presidente del Gobierno y del PP, Mariano Rajoy, ha negado este lunes que la reelección de Pedro Sánchez como secretario general del PSOE no va a suponer mayor inestabilidad política que conduzca a un adelanto electoral. "Para mí, con el PSOE no ha cambiado nada", ha dicho Rajoy en rueda de prensa tras la reunión del Comité Ejecutivo Nacional del PP.

Rajoy ha asegurado que, tras la elección de Sánchez, seguirá intentando acuerdos con el Partido Socialista como lleva haciendo en estos últimos meses. "Y si no se puede, no pasa nada", ha agregado, al recordar que se pactó con el PSOE el techo de gasto para 2017 pero no hubo acuerdo respecto al decreto ley sobre los estibadores. 

El presidente de Gobierno ha advertido en cualquier caso de que "tras lo vivido" y tras el "disparate de 2016" que no cuenten con él para "generar inestabilidad" porque él apuesta por "la estabilidad, la solidez, la sensatez y el sentido común".
"Lo que no voy a hacer es disolver las Cámaras", ha insistido el jefe del Ejecutivo.

​A preguntas de los periodistas, Rajoy ha comentado con cierta ironía que no ha llamado a Pedro Sánchez para felicitarle "porque no quiero molestarle".  "Ya le llamaré", ha dicho. Al insistirle sobre este asunto, Rajoy ha argumentado "razones de agenda" para no llamarle.

El jefe del Ejecutivo, Mariano Rajoy, preside la reunión del Comité Ejecutivo Nacional del PP. EFE/Emilio Naranjo

En cualquier caso ha insistido Rajoy en que seguirá actuando como hasta ahora y ha considerado que el concurso del PSOE sería "positivo" en muchas cuestiones, y no ve "por qué no" puede producirse en asuntos como la política europea o la de defensa, así como en la posición común ante las pretensiones de los independentistas catalanes.

Precisamente, sobre esta cuestión, Mariano Rajoy ha señalado que no puede pensar algo distinto a que el PSOE va a defender la unidad de España y la soberanía nacional.

Sobre el proceso soberanista catalán, Rajoy ha calificado de "chantaje" y "amenaza" la ley  de desconexión que prepara el Parlamento autonómico. "Puedo decir a los españoles que no tengan problema que eso no va a entrar en vigor", ha dicho el presidente.

El presidente ha querido subrayar lo "gravísimo" que es a su juicio este proyecto de ley, un "disparate" jurídico, político y social con el que se pretende "liquidar un Estado nacional" y hacerlo además, ha precisado, en 24 horas, puesto que se prevé una tramitación exprés sin precedente en el parlamentarismo.

Como hizo la vicepresidenta Soraya Sáenz de Santamaría el pasado viernes tras el Consejo de Ministros, el jefe del Ejecutivo ha emplazado al president de la Generalitat, Carles Puigdemont, a presentar su petición de referéndum de independencia en el Congreso, que es donde debe debatir con los 350 diputados que representan a todos los españoles. Si no acude, ha dicho, estará enviando el mensaje de que "pretende romper".

"Para que la propuesta del señor Puigdemont eche a andar necesita el apoyo de la Cámara, no el mío", ha recalcado Rajoy.

Pero también ha querido dejar claro que si Puigdemont fuera al Congreso, él no iba a apoyar "ni la liquidación de la soberanía nacional, ni la liquidación de la unidad nacional". Y para hacerle frente, ha asegurado que, si se debatiera en el Parlamento, él intervendría para dejar patente su rechazo.