Yolanda Díaz pedía este lunes "disculpas" desde Bruselas a las formaciones políticas por la demora que ha tenido el proceso de escucha que inició en julio del pasado año y les agradecía su "paciencia". Una señal inequívoca de que el proceso llega a su fin y de que la vicepresidenta segunda tiene previsto anunciar "pronto" (en las próximas semanas, entre finales de marzo y principios de abril) su decisión sobre el papel que jugará en las próximas elecciones generales.

Unas horas antes de que Díaz hiciera declaraciones en Bélgica, las redes sociales de Sumar avanzaban de manera formal las intenciones de la vicepresidenta y no adelantaban la fecha, pero sí el lugar escogido para ello: Madrid. Las formaciones políticas no perdieron el tiempo y se lanzaron a marcar sus posiciones conscientes de que la recta final del proceso de escucha y el anuncio de la ministra de Trabajo es el inicio de la reconfiguración de la izquierda.

El primero fue el líder de Izquierda Unida, Alberto Garzón, que con un mensaje difundido en sus redes sociales advirtió de que Sumar no era ni podía ser una suma de partidos, y que el componente de movimiento participado y conformado por la ciudadanía era lo que le daba sentido al trabajo desplegado por Díaz y su equipo en el último año. 

Garzón fue el primero en reaccionar y Podemos el más directo en fijar una posición. Desde el partido ofrecieron una rueda de prensa (como cada lunes) que terminó siendo una declaración de las peticiones que los de Ione Belarra tenían para la vicepresidenta segunda y que se pueden resumir, a grandes rasgos, en tres: una negociación bilateral entre Sumar y la formación morada para definir una coalición de cara a las generales; unas primarias "abiertas" para definir las candidaturas de esa coalición; y que el acuerdo llegue antes del anuncio que Díaz quiere hacer en Madrid, entre finales de marzo y principios de abril.

Las dos primeras peticiones no son del todo nuevas. En el caso de las primarias, todos los actores de la izquierda que conforman Unidas Podemos (Díaz, Podemos e IU) están de acuerdo en que las candidaturas sean refrendadas por primarias, aunque el modelo que se escoja es uno de los puntos clave de la negociación que mantienen desde enero.

En el asunto de la negociación bilateral la novedad reside en la concisión y reiterada petición de la formación morada este lunes para señalar a una conversación entre dos partes: Sumar y Podemos. Los de Belarra dibujan desde hace algún tiempo un escenario en el que partidos como IU y el resto que mantienen negociaciones con Díaz (como Más País o Compromís) se integran de alguna manera en la plataforma de la vicepresidenta o llegan a algún tipo de acuerdo con ella, pero de manera independiente a Podemos, que solo negociará de "tú a tú" con Sumar cuando su proceso de conformación esté acabado y no formará parte del mismo.

Un lanzamiento de Díaz como candidata sin Podemos

La fecha para lograr un acuerdo es, quizá, la principal novedad tras tomar Podemos posición clara en la fase de lanzamiento del proyecto de Díaz. Los de Belarra siempre han advertido de que la vicepresidenta va "tarde" en la construcción de una candidatura de la izquierda y la han apremiado para acelerar sus tiempos (con éxito, ya que adelantó sus previsiones iniciales). Entre sus objetivos estaba el de que Díaz anunciara su decisión antes de las municipales y autonómicas de mayo, y esto es lo que se espera que tenga lugar en el evento anunciado por Sumar este lunes.

Ahora, el partido quiere que antes de estos comicios también se cierre el acuerdo de coalición entre Podemos y Sumar para las elecciones generales. La fecha límite que se manejaba hasta este lunes era junio, después de las autonómicas y municipales, ya que algunos de los partidos que aspiran a formar parte de esa candidatura de unidad en las generales junto a Podemos y a Izquierda Unida van a competir directamente con los de Belarra y los de Garzón en mayo en los municipios y en los territorios. 

Pero, además, la formación morada quiere que el acuerdo se cierre antes de que Díaz haga su anuncio, en las próximas semanas. El plan de la vicepresidenta es el de hacerlo junto a los principales partidos políticos, organizaciones sindicales y colectivos feministas, ecologistas y profesionales, para construir una foto de la fuerza ciudadana en todas las dimensiones de la organización política.

Desde Podemos ya han advertido de que la forma de garantizar su participación en el mismo es cerrando el pacto de coalición, un escenario que en el equipo de la vicepresidenta ven más que difícil por la proximidad del acto y porque no habría bases para cerrar la coalición antes de la celebración de las elecciones municipales y autonómicas.

Los de Belarra no han trasladado que de no alcanzarse un acuerdo en este plazo la negociación corra el riesgo de romperse (su objetivo prioritario es el de concurrir junto a Sumar), pero la ausencia de Podemos en el eventual salto de Yolanda Díaz como candidata a las generales podría tener la fuerza suficiente para cambiar las lecturas y relatos sobre esa foto.

En el equipo de la vicepresidenta insisten en que este acto es el final del proceso de escucha y el cumplimiento de lo que ha pedido Podemos desde el inicio (que Díaz decida si va a ser candidata o no), y que, en ningún caso, es el final de un proceso de coalición electoral para unas generales que apenas acaba de empezar.

En la formación morada trasladan que lo importante reside en el proceso negociador que se mantiene abierto desde enero y en que ya habría bases suficientes para cerrar un pacto, y no tanto en el acto que Díaz protagonizará en Madrid. Los próximos días serán decisivos para ver el resultado final, pero a día de hoy las posiciones en este asunto (cerrar un acuerdo de coalición para las generales antes de que finalice el proceso de escucha y del 28M) parecen irreconciliables y el lanzamiento de una eventual candidatura de Díaz sin Podemos, una posibilidad.